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-Cuál es tu nombre linda?- pregunta el hombre fijando su mirada en el escote de mi vestido.

-Heather Jensen- respondo incómoda.

-Bueno Heather, eres bastante joven como para querer trabajar en esto, es muy dificil.- acomoda sus rizos.

-Si, soy joven... Y eso quiere decir que soy ágil, puedo hacer el trabajo- sonrío segura de mi misma.

-Me gustas- toma apenas de un vaso de agua.

En ese preciso instante, al escucharlo decir eso, algo comienza a latir en mi interior.
-Hace calor aqui- me ventilo con la mano.

-Si, verdad?- se levanta y mira por la ventana de la inmensa oficina- Está lloviendo afuera- mete las manos en los bolsillos de su pantalón negro.

-Cuando vine el cielo estaba cubierto de nubes, asi que no me sorprende- suspiro -Vendrá la humedad junto con la lluvia.

-Me encantan las tormentas- dice con voz ronca y sin dejar de mirar cómo las gotas resbalan lentamente por el frio vidrio.

-Cómo es tu nombre?- me decido a preguntarle.

-Shawn Mendes- responde y me sonríe. -Soy tu jefe- se sienta en la silla giratoria en frente de mi, provocando un leve sonido al hacer contacto con el cuero de la misma.

-Eso quiere decir... Que me contratas?- pregunto emocionada. Ansiaba poder trabajar y poder tener mi propio dinero.

-Si, el trabajo es tuyo- se inclina hacia mi, dejándome ver su pecho por la pequeña abertura de su camisa negra.

-Muchas gracias señor Mendes, trabajaré muy duro- lo miro a los ojos, sus hermosos ojos.

-Trabajar mucho a veces no es lo mejor- dice nuevamente con voz ronca y pone su mano en mi pierna, la cual empieza a frotar suavemente como si fuese mi padre dándome un consejo. Sólo que cuando lo hace Shawn, un escalofrio recorre todo mi cuerpo.

Debido a los movimientos de su mano, mi vestido comienza a subirse lentamente.
Lo miro con deseo, no sabia lo que me pasaba exactamente, pero no estaba segura de si Shawn intentaba seducirme. Tal vez era solo mi imaginación. Igualmente, una sola mirada de ese hombre, podía derretir a cualquier chica.

-Si, lo sé- tartamudeé -Pero voy a esforzarme para darle todo lo que necesite- acomodo mi cabello.

-Bueno Heather... Ya puedes retirarte- habla serio y se acomoda en su asiento.

-Si, por supuesto.- me levanto.
Elena te dará los horarios de trabajo- se mueve suavemente en su silla giratoria.

-Muchas Gracias- agradezco y salgo de la oficina.

Camino por el pasillo por el que vine y luego encuentro a la secretaria de Shawn.

-Disculpa, Elena verdad?- le digo y asiente -El sr. Mendes me dijo que me darias los horarios de trabajo- sonrío.

-Oh, sí. Acompáñame por favor- la chica de cabello colorado y cuerpo de curvas pronunciadas comienza a caminar, para luego entrar en una oficina más chica que la de Shawn. -Pasa- dice y entro.

-Es tu oficina?- le pregunto.

-Si, al ser secretaria me dan una oficina.- se agacha apenas y busca algo en un mueble. Sus piernas son largas y su abdomen plano. Sus piel está ligeramente bronceada.

~Piernas de flan~ pienso

-Aquí tienes- estira su mano, entregandome una hoja de papel perfectamente lisa y prolija.

-Gracias- le sonrío.

-Ya puedes irte. Tengo bastante trabajo- mueve su cabellera hacia atrás y luego maquilla un poco sus ojos azules.

-Nos vemos- salgo de su oficina y camino hacia al ascensor. Espero un rato y luego la puerta se abre. Entro, y toco el botón de Planta Baja. Mientras las puertas se cierran, veo a Elena, entrando en la oficina de Shawn. Le resto importancia y bajo sin problemas.

-Diablos- susurro al ver la lluvia caer torrencialmente.

Decido tomar un taxi con el poco dinero que traigo. Hago parar un coche y le indico al conductor la dirección de mi casa.

Al llegar, pago y me bajo. Corriendo, entro a mi hogar, aunque me mojo inevitablemente.

-Heather!- exclama mi madre al verme.

-Mamá, nunca creerás lo que me pasó- hablo emocionada.

-Te contrararon?- sonríe.

-Si, mañana empiezo- doy pequeños saltos de alegría.

-Eso es excelente, estoy orgullosa- me abraza, mojándose.

-Lo se, deberias estarlo...

-Pero no le importó tu edad?

-No lo creo. Tengo diecisiete, no nueve.- río -Igualmente, él no parece llevarme por mucho- me quito los zapatos mojados.

-Él?- pregunta y se sienta en el sofá -Pensé que sería mujer.

-No... Karen Mendes, al parecer es su madre. Ella debe ser la dueña de la empresa- me siento junto a ella.

-Y cómo es él?

-Bueno, debe tener unos veinte años. Es bastante alto, y tiene una hermosa sonrisa. Además tiene unos ojos muy lindos... Su cabello es ondulado y al parecer hace gimnasia.- pienso en él al hablar.

-Me refería a cómo es su carácter- se ríe mi madre. -Por como hablas, diria que te gusta el jefe...

-No, no me puede gustar el jefe... Es sólo trabajo- hablo seria -Y... Su carácter es... No sé como explicarlo. Parece ser frío, es un hombre respetable, pero me trató bastabte bien, me sentí cómoda al hablar con él.

~Mentira, estabas nerviosa y babeabas al verlo~

-Eso es lo importante, que te sientas cómoda- pone su mano en mi pierna y la frota al igual que Shawn lo hizo.

-Bueno, voy a dormir, ya es tarde.- le digo y me levanto.

-Descansa cariño, y camina despacio... Tu padre está dormido- sonríe -Mañana nos cuentas todo a los dos.

-Claro, después del trabajo- le guiño el ojo y subo a mi dormitorio.

Consequences    →S.M←Donde viven las historias. Descúbrelo ahora