Kyunggie el Dragón

¡Aquí viene Park Chanyeol!

    A los dieciséis años, cuando Chanyeol recién ingresaba por las puertas de la escuela, con su cabello blanco y mirada determinada a por un fin que había tardado en definir, llamó demasiado la atención.

    Se sentía alguien nuevo. Sus padres de pequeños les habían dicho que podían elegir tener el apellido que quisieran, pues ambos; Park o Kim habían sido grandes personas que habían cuidado mucho de ellos, presencial o sentimentalmente.

    El padre de Chanyeol había muerto poco después de que su madre se descubriera embarazada, y esta a los dos años de su nacimiento, se había casado con el señor Kim, su padre y el padre de Jongdae. Ahora que ambos habían crecido, habían decidio por su cuenta los apellidos que querían adoptar. 

    Chanyeol quería honorificar a su padre, que había dado su vida protegiendo a su madre y a él. Mientras Jongdae seguiría siendo Kim. Ambos seguían siendo hermanos y el señor Kim seguía siendo su padre, al igual que su madre lo era de Jongdae.

    Quizás por ese mismo motivo se sentía tan feliz, estaba feliz con saber la verdad completa sobre su padre y estaba orgulloso de ser un Park.

    Cuando entró en el salón, saludó a sus amigos con abrazos. Apenas se habían visto en vacaciones, obviamente se extrañaban.

    —¡Hey Park! —El nombrado sonrió en grande al escuchar a su hermano llamarle así.

    —¡Hey Kim! —Correspondió, siguiéndole hasta afuera. Ese día no se habían podido ir juntos, Jongdae había sido seleccionado para dar el discurso de inicio de clases por sus notas sobresalientes y ya que no podían contar con Yìxīng para ello y Kyungsoo les habría espantado con una sola mirada incluso antes de acercarse a él.

    —¿Todo bien, trajiste todo, cierto? Te recuerdo que hoy empiezan las clases del todo y van a..

    —Pasar materia, lo sé Dae —Sonrió comprensivo y abrazó a su hermano breves segundos— Te ves bien, traje todo y también para ti, por si olvidaste algo. No te preocupes, estaré contigo desde el público. No hay que estar nervioso.

    —Bien...—Suspiró, pasando sus manos por su cara, Chanyeol consideró que decirle sus planes en ese momento sería una buena idea, para distraerlo de sus preocupaciones.

    —Sabes, este año estoy planeando hacerlo —Comentó, caminando al lado de Jongdae hasta el auditorio.

    —¿Hacer qué? —Preguntó, respirando profundamente mientras Chanyeol le tendía un dulce.

    —Declararme a Kyungsoo. Es decir, lo hice la última vez —Rió lentamente, recordando los ojos grandes y cristalinos que dañaron su corazón— Pero siquiera alcanzó a responder negativamente y huí. Esta vez intentaré que me acepte. Al menos una cita. Sería feliz tras eso.

    —Woah...—Jongdae le frenó, tomándolo de un hombro mientras secaba una lágrima falsa— Mi niño crece tan rápido...

    —Yah...—Se zafó de su agarre riendo, mientras volvían a caminar, ahora solo se detuvieron frente a la puerta del auditorio. Abrió Chanyeol y miraron la horda de alumnos desde el escenario. 

    —Suerte hermano. Lo harás bien de seguro —Le abrazó una vez más y se dividieron caminos.

    La elocuencia y gran preparación de Jongdae le dieron a su discurso la vivacidad que necesitaba sin ser inapropiada, por lo cual se ganó varios aplausos sinceros entre el público. 

    Cuando ya estaban en clase de Gimnasia notó por primera vez algo extraño, en realidad su curso se había diezmado mucho. Ahora estaban en secundaria o High School, como decían los creídos del salón.