Capitulo 9.La tragedia no parece parar.

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Otra madrugada, otro pitido del despertador, otra ducha fría, otro plato de cereal, otra manzana, otra madrugada en la que tomo el tren, me encamino a encontrarme con Zayn para dirigirnos hacía el portal, otro golpe al caer en la fría calle del mundo terrenal, otra caída perfecta de Zayn, otra despedida...

Cada paso hacía la casa de Valerie parece ser un tormento, la chica me hace la misión imposible, y por misión imposible también me refiero a mi vida. Me dirige 3 palabras al día, siempre las mismas palabras: "Aléjate de mi", ignora mi presencia el resto del día, aun cuando grito por toda su casa y grito en su oído implorando atención, después de miles de intentos...y cuando creo que al fin lo he logrado, cuando pienso que he logrado que me preste atención, me ve fijamente, frunce su ceño, me fulmina y vuelve su mirada para cualquier otro lugar y sigue sin prestarme atención.

Temo desaparecer y no lograrlo, convertirme en otro amigo imaginario más que desaparece sin lograr su misión.

El otro día en la calle desapareció Kurt, un chico con el que estudiaba, estaba a la mitad de su misión con una señora de cuarenta y cinco años quien según oí estaba muy enferma, y no la concluyo...Temo que así me pueda pasar a mí y creo que no terminare mi misión pronto por lo que puede que termine igual que Kurt. Y es que yo lo recuerdo, pero otros ya han olvidado lo grandioso que el chico era incluso Zayn.

Llegue y la casa parecía vacía, los autos no estaban y la puerta estaba cerrada, eso parecía pero no lo estaba, entre a la casa, llame: - ¡Valerie! ¿Estás aquí?-

¿A quién engaño? Aunque estuviera no respondería...

Pero no es así, la veo bajar de las gradas corriendo, me mira asustada y puedo verla preocupada, corre hacía mi, me encuentro junto a las gradas, creo que me quiere abrazar cuando se detiene. Se echa para atrás y cae sentada en las gradas y empieza a llorar.

En un movimiento veloz me acerca hacía ella y me poso a su altura.

-¿Valerie? ¿Qué tienes?- Intento reconfortarla pero los intentos son absurdos pues ella no me mira, ella solo mira a un puto fijo y llora.

-A-ayúdame, no, no sé qué hacer... ¿Qué-que hice?...- Su voz suena entrecortada.

Flexiona sus rodillas y se esconde en ellas llorando...

-Valerie...- Poso mi mano en su hombro, sé que no me siente pero puede que tal vez le reconforte en algo. Ella me mira con sus ojos llorosos, sus ojos avellana están más oscuros, más desorbitados.- Valerie, ¿Qué tienes? No puedo ayudarte si no me dices que tienes.- Dije firme, esta situación me estaba preocupando, de repente un día me ignora por completo y al otro llega llorando a pedirme ayuda.

Ella me mira fijamente y se para de su sitió, empieza a subir las escaleras. Sus actos me confunden ¿Qué no estaba colapsando? Ahora se para como si nada. Ella vuelve a verme y con un leve movimiento de cabeza me indica que la siga, sus ojos siguen rojos pero ya no llora.

Subo detrás de ella y una vez llego a la segunda planta camino detrás de ella hasta a la última puerta del pasillo, su habitación. Gira la perilla y entramos me topo con todo perfectamente ordenado como suele estar siempre.

De repente su teléfono pita, y la miro, ella lo toma de la mesa de noche donde se encuentra y contesta la llamada.

-Ho-hola.- Su voz suena preocupada. No puedo oír que dicen del otro lado y sigo sin descubrir el paradero de la llamada.

-Te dije que me dieras tiempo... -Mantiene un silencio-¡NO!- Exclama y empieza a llorar de nuevo- Por favor Harry no lo hagas, sabes bien...Harry el otro día, no te lo ruego... ¿Harry?-

Valerie. N|HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora