Marcas De Un Asesino

capitulo tres parte 1/2

Contigo. Haciendo cosas bastante interesantes.
-Nada, no soñé nada.
Creo que estaba con todo el rostro rojo.
-Eso no es lo que parecia- dijo en un susurro muy sexi.
Trate de cambiar el tema.
-¿Eres nuevo?
Estas de joda, ¿Eso es lo mejor que se te ocurrió decir?
-Lo dijeron, en frente de toda la clase-  el río y bajo la mirada- Si, soy nuevo
-Ya lo sabía- más idiota y no nazco
Creo que hoy se me quedo el cerebro en la casa.
-¿Entonces por que lo preguntas?
Soltó una risa burlesca, no me quedaba más que decir la verdad
-Para entablar conversación- creo que lo dije muy rápido, ni yo me entendí.
El, por alguna razón, si.
-Yo te ayudo- me miró y levantó una ceja- ¿Como te llamas?
-Alex
-Alex es nombre de chico
-¿Tengo cara de chico?
Por favor que diga que no.
-Vale, lo siento
-Y tu, ¿Cómo te llamas?
Por favor, que no repita eso de "lo dijeron frente toda la clase"
-Gabriel
-¿Como el arcángel?
-Sí
Y definitivamente, es todo un ángel.

Al llegar a la casa después de dos horas de castigo en las que no lo pase para nada mal, fui al bosque.
Sip, además de sadomasoquista, suicida.
Todo paso tan rápido. Lo pude haber ayudado, y no lo hice. Tal vez las pesadillas y el no dormir son mi karma. Aunque probablemente merezco algo peor.
Ni siquiera me atreví a decir que yo estuve allí. El miedo debe ser nuestro peor enemigo.
Al día siguiente no fui a clases, no había dormido nada, así que si alguien se me cruzaba de seguro lo golpeo. Leí casi todo el día, mis libros favoritos eran los policiales, tipo Agatha Christie. También me gustaba le ciencia ficción, ame Harry Potter.
Mi día fue como leer, comer, leer, comer y así sucesivamente.
Esta noche si dormí. Pero no bien.
Estaba sola en el bosque, pero por primera vez, en serio no sabia donde estaba. Oía a Jake gritar, pero no lo veía por ningún lado.
-¡Ayúdame!, ¡por favor Alex!
-¡Jake!¡Donde estas!
-¡Alex por favor!
De repente se oye un disparo. Comienzo a correr lo más rápido que puedo.
Me tropiezo.
Caigo en algo, el cuerpo de Jake.
Tiene los ojos abiertos y con pánico, su frente sangra y su corazón no late. No grito, no reacciono.
Me levanto lentamente, mis piernas tiemblan y mis manos también. Me tiro el suelo y me pongo a llorar.
-¿Alex?
Miró hacia quien me llama y me encuentro con Gabriel.
-Ven aquí preciosa.
Me abraza tiernamente y me aprieta un poco.
-Tranquila, todo va a estar bien