CAPITULO 3

444 37 1
                                        

Federico: por lo pronto te comunico que no tendrás luna de miel, no voy a permitir que ese hombre te toque si puedo evitarlo.

Cristina: y que harás, como lo evitarás.

Federico: Tú solo espera ya veras, por lo pronto pon una hermosa lencería en tu maleta por qué esta noche la pasaremos junto.

Esteban entrando en la estancia.

Mi amor ¿estás lista?, nuestros invitados nos están esperando.

Federico: Lo siento mucho... Pero es usted ¿Esteban Domínguez?

Esteban: Si, por qué pregunta.

Federico: Disculpe por favor señora Cristina. Me permitiría usted hablar con este caballero.

Cristina: Este caballero es mi marido, el patrón de la Benavente. Pero esperaré en el salón con el resto de los invitados. (Mirando cálidamente a Federico).

Federico: Señor Domínguez, traigo una orden de arresto en su contra por el delito de agresión a una prostituta del Bar de Danilo. La muchacha dice que usted la golpeo cuando se negó a satisfacer uno de sus caprichos sexuales, deberá acompañarme a San Jacinto para rendir declaración, usted decidirá si me acompaña por las buenas o hacemos un arresto oficial delante de todos sus invitados.

Esteban: no por favor, yo le juro que esto es un mal entendido, por favor no le diga nada a mi esposa. Por favor acompáñeme al salón para avisarle a Cristina que me iré con usted.

Federico: Esta bien, por consideración a su esposa que es una gran dama.

Esteban: Llegando al salón donde estaban todos los invitados. Señoras y señores, le pido por favor una gran disculpa pero me robaré unos minutos a la novia. Mi amor me acompañas.

Cristina: Que pasa Esteban.

Esteban: Mi amor, lo siento mucho, te tenía una sorpresa preparada para nuestra luna de miel, pero ha surgido un inconveniente, me están confundiendo con otra persona y debo presentarme ahora mismo a la delegación, después que resuelva este problema, volveré por ti y saldremos de viaje.

Cristina: No, no, yo te acompaño a la delegación, es lo menos que puedo hacer por el hombre que amo.

San Jacinto Delegación de Policía.

Federico: Llévenselo, y déjenlo en los separos, mañana se hará un careo con la víctima.

Xx: Si mi comandante.

Federico: Lo siento mucho señora Cristina, pero su marido tendrá que pasar la noche en los separos. Si gusta usted acompañarme a mi oficina, le diré la situación de su marido.

Oficina de la delegación

Cristina: Mi amor, ¿Cómo lo has conseguido?

Federico: Una de las muchachas del prostíbulo llego acusando a un hombre que la había golpeado con la descripción de tu marido, me dio la escusa perfecta para arrestarlo, créeme que si hubiera llegado unos minutos antes, hubiera impedido la boda.

Cristina: Ojalá fuera así de fácil probar que es el asesino de Alonso, pasando sus brazos alrededor del cuello de Federico y besándolo apasionadamente.

Federico: Mejor dime si te alojaras en el mismo hotel de siempre.

Cristina: No mi amor, tendré que alojarme en otro por esta vez, en el hotel nos conocen y podrían cometer alguna indiscreción.

Federico: Te diré lo que haremos, te alojaras en el hotel, dejaras desecha la cama y saldrás a dar una vuelta, esta noche señora, pasará usted su luna de miel en mi cama.

De que Sirve ser buena (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora