Capitulo 13

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Luego de que Gabriel saliera disparado de la casa de Liam, el rubio agarro su auto y  condujo sin destino alguno

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Luego de que Gabriel saliera disparado de la casa de Liam, el rubio agarro su auto y  condujo sin destino alguno. Las calles pasaban a través de las ventanas del automóvil y este solo tenia la mirada en el camino. La escena de él y el castaño a punto de besarse se repetía una y otra vez en la mente del chico. Una parte de él solo quería volver a la casa Liam y terminar la acción que había dejado. La otra le gritaba que huyera y que buscara una chica.

El sol ya se estaba ocultando y las farolas de las calles se estaban comenzando a iluminar. Gabriel seguía teniendo la mirada fijamente en la pista, había comenzado a sudar un poco y sus manos de comenzaron temblar. Había comenzado a conducir por la ruta que te guiaba hasta la ciudad, estaba saliendo del pueblo y no se daba cuenta.

En medio del camino paró el carro bruscamente y explotó. Sus gritos fueron tan fuertes que si hubiera estado en alguna calle de Limasi(pueblo donde vive) alguien hubiera ido a ver qué pasaba. Sus golpes al timón fueron bruscos y provocaron que el claxon suene en varias ocasiones. Rendido hundió la cabeza en el timón y se quedó ahí unos minutos. Las palabras que anteriormente había dicho comenzaron a invadir su mente «solo se están enamorando» «solo porque se estaba enamorando de un chico.»

        ―¡No! ―espetó con mucha fuerza. No podía estar enamorándose de Liam.

No podía.

Media hora después decidió arrancar el auto nuevamente y volver al pueblo, sintió que había sido suficiente y que debía de volver a Limasi. En el camino decidió agarrar su móvil, necesitaba algo para sentirse hombre; aunque claramente tener relaciones con una mujer no te hacia hombre; su mente estaba muy confundida como para pensar con claridad. Marcó el número de una de las chicas que estaban loco por él y espero. La muchacha respondió a la segunda timbrada.

          ―Hola Gabe―respondió una voz picara. Gabe era uno de los apodos que ella utilizaba frecuentemente cuando el rubio llamaba a su número.

        ―He...hola―dijo con un falso entusiasmo―¿Estas libre ahora?

        ―Si―afirmó rápidamente Zoe―, estoy en mi casa. Mis padres han salido y estoy aburrida.

En la mayoría de los casos Gabriel siempre sonreía triunfante ante ese tipo de respuesta, pero en este momento su expresión era neutra. No tenía emoción para nada.

        ―Voy para allá―indicó―, estoy en media hora.

        ―Te espero―dijo seductivamente.

Gabriel colgó la llamada sin despedirse.

Como lo dijo, luego de treinta minutos el rubio ya había salido de su auto y estaba dirigiéndose a la casa de Zoe. Toco la puerta y segundos después una chica de cabello negro abrió la puerta. Vestía solo una camiseta que le llegaba hasta los muslos, era obvio que no llevaba nada debajo de ella. Sus seductores ojos rojizos atraparon los ojos de Gabriel y este cerró la puerta rápidamente para luego abalanzarse sobre la chica. La puso en su cintura y la llevo hasta su cuarto mientras besaba sus labios.

Caminando en la nubes #DreamsADonde viven las historias. Descúbrelo ahora