Después de veinte años del asesinato de Alf. Gabriel y Liam serán unidos por una propuesta de estudios que consiste en enseñarse mutuamente.
Su unión no solo traerá amor y sonrisas.
Después de encontrar el Diario de Alf los dos muchachos emprenderán...
Gracias a todos por la gran acogida que ha tenido el libro :). ¡A dos días de se publicado tiene mas de 500 lecturas! En agradecimiento les dejo el capitulo 3 :D.
También recordarles que estaré publicando todos los domingos. En fin les dejo con la historia de Liam y Gabriel :D
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El gran reloj que colgaba arriba de la entrada a la biblioteca marcaba las cinco y cincuentaicinco de la tarde, lo que significaba que faltaban diez minutos para que el establecimiento de la escuela cerrara. El rubio y el castaño seguían en aquel lugar, Gabriel con las mismas ganas de estudiar de hace cuatro horas y Liam queriéndose ir hace más de tres.
A Liam le gusta enseñar un tema o algún ejercicio a cada persona que se le acerque, pero claro, para él era suficiente con diez minutos, nunca pensó que le estaría enseñando a alguien por más de cuatro horas y menos enseñarle a alguien como Gabriel, que es uno de los más populares del colegio.
La sonrisa del rubio fue mejorando cada vez que el entendía una parte, y ¿Por qué no decirlo?, las mejillas de Liam se tornaban un poco rojas al verlo con tal belleza en el rostro, esos dientes blancos y alineados, esos labios carnosos que habían pasado por varias bocas de muchas chicas del colegio y por otras partes que no mencionare ahora. Si, Liam podía aceptarlo, a él le gustaba la boca de su compañero y como este la convertía en una sonrisa, pero eso para él no quiere decir que lo atraiga, es más, ahora que lo piensa ha encontrado algo que le guste de su compañero de estudios.
―Les recordamos a los alumnos que aún siguen en la biblioteca que cerraremos dentro de diez minutos―Se oyó una voz chillona a través de los pequeños parlantes que estaban colgados alrededor de la biblioteca―, también recordarles que dejen los libros en sus sitio al igual que las sillas. Gracias.
―Y también recordarles no dejar el olor a huevos en su asiento, gracias―Gabriel intento imitar la voz de la bibliotecaria.
―Ya cállate―Liam se rasco la frente con el lapicero que tenía en mano―.Creo que hasta acá llegamos.
El castaño cerró su cuaderno y lo guardo en su mochila.
―Oye, pero hay algunas partes que no entiendo―Se quejó Gabriel.
―Cómo ¿porque naciste?
―Sobre el tema―Gabriel rodo los ojos.
―Me puede hablar por Skype.―El castaño se levantó―, ¿Ya me tiene agregado no? ―dijo sarcásticamente.
Gabriel agarro todo lo que estaba en la mesa y lo metió en su mochila, no le importo que haya arrugado hojas al hacerlo, solo lo metió y ya. Liam lo miro raro al ver la acción que había hecho el rubio.
―Voy a repasarlas cuando llegue a casa―Aclaro.
―Que buen alumno―se burló Liam―, pero necesitas orden.
