cinco.

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⎯ ¡Vaya más rápido! ⎯ era la quinta vez que Jimin apuraba al viejo taxista y este estaba perdiendo la paciencia.

⎯ ¡Hago todo lo que puedo, muchacho! Ya estamos llegando al hospital, ¿bien? ⎯ el hombre pudo ver, a través del espejo, a los dos chicos: uno sentado mientras que el otro iba entre sus brazos, quejándose por el fuerte dolor.

Eran las dos de la madrugada cuando Yoongi llamó a Jimin, pidiéndole que lo llevara al hospital, ya que sus padres habían vuelto a Busan. Eso, más los sollozos del castaño, hicieron que Jimin salga de su casa con lo primero que encontró y llamara a un taxi. Sabía que la ambulancia tardaría un poco y Yoongi no se veía en el mejor estado.

⎯ J-Jimin... esto duele... ⎯ su voz salía en débiles susurros. Era la primera vez que sentía tanto fastidio en esa zona.

⎯ Ya casi, Yoon. Solo falta un poco más ⎯ dejó un fugaz beso en su frente y apretó la fría mano del chico en sus brazos.

Yoongi, con mucho esfuerzo, se acomodó para que sus labios estuvieran cerca al oído del pelinegro y susurró un «te amo».

Estaba despidiéndose y eso le rompía el corazón a Jimin. No iba a dejar que acabara así.

⎯ También te amo, pero no es hora de decir adiós, sé que podemos lograrlo.

El vehículo frenó de forma brusca y el hombre bajó para ayudar a Jimin a bajar al débil muchacho.

Apenas pisó el hospital, el chico comenzó a pedir ayuda. Varios enfermeros se acercaron y le arrebataron a Yoongi, poniéndolo sobre una camilla.

Al ver que era solo un joven, no le tomaron mucha importancia y lo consideraron como un simple amigo del paciente. Se quedó en medio del pasillo viendo como Yoongi desapareció.

Nunca en su vida se había sentido tan nervioso e impotente, solo le quedaba esperar y eso le estaba matando.

Después llegó Hoseok, al recibir un mensaje de Park y los padres de Yoongi ya se encontraban en camino.

Aterrado. Estaba completamente aterrado. Habrían pasado un par de horas y no había noticia alguna del estado de Yoongi, cada segundo marcado en el reloj era eterno, pero sabía que en cualquier momento saldría el doctor, le diría que el castaño estaba estable y que podrían regresar a casa, para que luego pudiera someterse al trasplante de riñón. Podrían vivir tranquilos y estarían juntos.

El cansancio por todo el trayecto estaba haciendo efecto en su cuerpo y antes de caer dormido, vio aquella puerta en donde se encontraba Yoongi.

Ambos despertarían. O al menos eso quería creer.

Su cuerpo comenzó a mecerse, primero lentamente y luego ya no tanto

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Su cuerpo comenzó a mecerse, primero lentamente y luego ya no tanto. Al abrir los ojos, se topó con un alegre Hoseok, quien le observaba fijamente y era él el causante de esos molestos movimientos que interrumpieron su sueño.

⎯ ¿Qué...? ⎯ parpadeó un par de veces, acostumbrándose a la luz del lugar. Estaba confundido, él recordaba haber estado en su cama, sin embargo, no estaba ahí, si no en la sala de espera de un hospital. Hospital. Yoongi ⎯ ¡Mierda, Yoongi! ⎯ se paró rápidamente, dispuesto a dirigirse a la habitación en donde se encontraba el castaño, pero Hoseok se puso en medio, interrumpiéndole.

⎯ Cálmate, Jimin. Ya hablé con el doctor y lograron estabilizarlo. Acabo de charlar con Min, solo faltabas tú.

⎯ Dios. Sí, iré ahora mismo ⎯ la tranquilidad jamás se había sentido tan bien.

A paso rápido, fue hacia el cuarto y cuando abrió la puerta, se encontró con un sonriente Yoongi; aquel gesto hizo que le sonriera de vuelta. Aunque verlo en esa camilla, conectado a varios tubos no era nada agradable, al menos Yoongi estaba bien.

⎯ ¿Es un buen momento para un «te lo dije»? ⎯ bromeó mientras se acercaba a la camilla.

⎯ No me hagas reír, idiota. Aún duele un poco, además, en serio creía que no la iba a contar ⎯ se arrimó un poco y palmeó un lado de la cama, para que el pelinegro pudiera sentarse a su costado. Jimin entendió el mensaje e hizo lo pedido ⎯. ¿Qué tan mal me veo?

⎯ Bueno, si quitamos el hecho de que tienes unas enormes ojeras, tú piel está más pálida, tus labios resecos y lo hinchados que están tus ojos, creo que un uno.

⎯ Si no estuviera tan débil, ten por seguro que te golpearía ⎯ el castaño apoyó su cabeza en el hombro contrario y se acurrucó ⎯. Estoy muy cansado.

⎯ Si quieres duerme. Iré a llamar a tus padres, se suponía que llegarían hace unas horas, pero no encontraron vuelos disponibles, así que tuvieron que venir en tren ⎯ cuando intentó pararse, el débil agarre de Yoongi llamó su atención.

⎯ ¿Podrías quedarte? M-Me gustaría que tomaras mi mano mientras duermo ⎯ confesó algo avergonzado, en realidad, muy avergonzado. Sus encendidas mejillas lo delataban.

⎯ De acuerdo, pero debes prometerme algo.

⎯ ¿Qué cosa?

⎯ Que despertarás. Solo eso.

Yoongi no respondió, pero le regaló una pequeña sonrisa y se dispuso a dormir.

Le hubiera gustado decirle que sí; no obstante, él jamás hacía promesas que no iba a cumplir.

thanks ☽ jimsuWhere stories live. Discover now