seis. ꒰ final ꒱

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Hoseok le ayudó a subir las últimas maletas que faltaban a su carro, para, de una vez, poder partir al aeropuerto.

⎯ ¿Listo, Jimin? ⎯ preguntó muy entusiasmado. Parecía que el que iba a viajar y estudiar en Estados Unidos sería él.

⎯ Más que listo ⎯ le respondió con una sonrisa mientras cerraba, con algo de fuerza, la puerta y colocó el seguro. El rubio le indicó algo con la mirada a través del espejo y se percató de que su cinturón debía ser abrochado e hizo caso rápidamente ⎯ Ya está, ¿podemos irnos?

⎯ Ahora sí, Park ⎯ pasaron un par de segundos hasta que el vehículo prendió y aquel típico sonido de arranque se hizo presente, para que luego comenzara a avanzar.

Aunque ambos eran muy amigos, no hablaron mucho durante los primeros minutos del viaje. Jimin prefería disfrutar del paisaje y del frío viento golpeando su rostro, además, ayer había comprado un pequeño libro de fantasía y deseaba ir leyéndolo en todo el trayecto.

La música clásica reproducida en la radio le ayudaba bastante a poder concentrarse en su interesante lectura. Hoseok le había contado que se acostumbró a ese género debido a su trabajo, pues el centro de diálisis exigía silencio para los pacientes y ese fue su escape para no morir de aburrimiento o estrés durante sus primeros días ahí.

El semáforo indicaba que los autos debían parar y fue cuando lo vio. No era nada lindo; al menos para Jimin, no era agradable sentir un nudo en la garganta.

El centro de diálisis. Aquel lugar se encontraba frente a sus ojos, con las mismas paredes blancas y las letras azules anunciando el nombre de ese edificio. De pronto, el libro dejó de llamar su atención, cerrándolo de inmediato cuando sintió una pequeña e incómoda presión en el pecho, la cual creció cuando pasaron el parque.

¿Cuánto habría pasado desde la última vez que pasó cerca del centro y de aquel viejo parque? ¿Dos años, tal vez? Sí, dos años con exactitud. Dos años desde que Min Yoongi perdió aquella lucha que se había esforzado por ganar.

Podía recordar perfectamente todo lo ocurrido ese día.

La manera brusca en la que fue despertado por el doctor, quien le exigía que saliera del cuarto. No entendía absolutamente nada, hasta que volteó y vio a Yoongi. No había movimiento alguno de su parte y la máquina en donde debían mostrarse sus constantes latidos, solo enseñaba una fina línea recta. Su corazón se saltó un par de estos.

Hace un momento había bromeado con él y lo frías que estaban sus manos no le ayudaban a tranquilizarse.

«¡Tienes que esperar afuera, muchacho!», fue lo que le pidió, a base de gritos, una de las enfermeras, pero lo último que quería hacer era dejarlo ahí. Peor aún, las piernas no parecían querer responderle y apenas podía ver por las lágrimas en sus ojos.

Hoseok entró y le repitió que no debía estar en esa habitación, mientras lo alejaba de Yoongi. No quiso adoptar alguna actitud violenta contra nadie, jamás fue su intención armar un escándalo, pero la persona que amaba estaba muriendo frente a sus ojos. Y eso... eso simplemente lo descolocó.

Antes de que Hoseok, junto a un par de enfermeros, lo sacaran de ese cuarto, pudo presenciar lo que serían los últimos minutos, en este mundo, de ese hermoso castaño. Luego, todo empezó a tornarse de color negro y se alegró un poco. Seguramente podría ir con él.

Cuando despertó, no fue necesario preguntarle al doctor o buscar a alguien que le diera información sobre el estado de Min Yoongi. Sus padres estaban de rodillas, con lágrimas en los ojos y Hoseok se encontraba con la frente apoyada en la pared, mostrando la misma tristeza que los señores Min.

thanks ☽ jimsuWhere stories live. Discover now