CIEGO

EQUIPOS

Kakashi dejó escapar un largo suspiro, sus manos temblaron ligeramente al sentir esa piel contra la suya. Había bajado su máscara para besar su cuello, y lo estaba disfrutando; de pronto sólo podía concentrarse en ella, en lo que despertaba en él. No podía ver nada, pero tenía suficiente experiencia como para guiarse de otra manera. Encontró su camino con los labios, subió y exploró hasta que terminó besando la comisura de su boca, se detuvo sólo un instante y un segundo después ya estaba compartiendo un apasionado beso con su joven alumna. La ninja intentaba seguir el impulsivo y demandante ritmo de él pero apenas y lo lograba, Kakashi no se detenía y no parecía necesitar aire, estaba enfrascado en disfrutar de ese prohibido beso. Disfrutar del cálido contacto, de sentir la tímida lengua de la joven, acariciar la suya, disfrutar de no experimentar nada más que placer y deseo. Se aferró con fuerza a la cintura de Sakura, haló de su blusa y la levantó ansioso, la sintió moverse inquieta pero terminó por ayudarlo a sacarla por completo. Kakashi intentó relajarse, no era fácil estar en esa situación, donde no podía ver absolutamente nada, de nuevo la tomó de la cintura, un escalofrío lo recorrió por completo, su joven alumna estaba semidesnuda a su merced y no era capaz de verlo y eso de alguna manera lo convertía en algo más excitante, dejarlo a la imaginación... Sus manos siguieron subiendo hasta encontrar el broche del sostén, en ese punto notó lo desesperado que estaba por esa mujer, apenas podía controlar su necesidad, no podría disimularla. Aprovechó ese momento para devorar su juvenil boca, la besó con fuerza y decisión, terminó por desabrochar el sostén y sintió la respiración de la ninja acelerarse notablemente pero no lo detuvo. Tímidamente Sakura cerró la distancia entre ellos y dejó que las manos de su sensei exploraran su espalda desnuda. Kakashi estaba extasiado, su imaginación no dejaba de atormentarlo de la manera más placentera, sus manos se adecuaban a cada curva que existiera y su mente lo memorizaba. Siguió su camino y dejó una línea de besos hasta que sintió que bajaba peligrosamente por la línea del cuello; tomó a Sakura y la sentó entre sus piernas, la levantó ligeramente hasta que el pecho de su alumna quedó entre sus labios. Sus ojos seguían vendados, sin embargo eso no restó el placer que experimentó al sentir esa sensible piel entre sus labios, se aferró con fuerza y atrajo mas a la joven, la cual jadeaba tímidamente y se aferraba a la cabellera de su sensei. Kakashi no dejó de explorar ese cuerpo, besó cada centímetro de piel que encontraba, acariciaba y tocaba con curiosidad y deseo, la respiración agitada de su alumna ocasionaban que su pecho llenara por completo su boca, era una sensación extremadamente placentera, podía sentir cada detalle e imaginarlo. Su cuerpo quería y exigía más, sus manos bajaron hasta encontrar sus piernas, las cuales acarició sobre y bajo la falda de la chica; la abrazó por la espalda y terminó por girarla y colocarla sobre él. Se deshizo rápidamente de su camisa y pantaloncillos, se recostó sobre ella y sintió un placer inexplicable, piel contra piel, su pecho desnudo rozar el suyo, sus labios se encontraron en un beso desesperado, necesitado y demandante.

El ninja estaba completamente a ciegas, una parte de él se morían por observar cada centímetro de la mujer que tenía entre sus brazos, de poder deshacerse de esa estorbosa falda que no tenía idea cómo quitar. Intentó que sus manos lo guiaran pero no conseguía encontrar el broche de la dichosa falda, sintió que las manos de su alumna lo guiaban a través de unos pliegues de tela hasta encontrar un escondido cierre que rápidamente bajó; la joven levantó la cadera y así salieron su falda y sus delicadas bragas

Kakashi suspiró ansioso, tardó algunos segundos de más en poder colocarse sobre ella, pero cuando sintió la intimidad de su alumna rozar su erecto miembro, un placentero jadeo escapó de su garganta, la joven pareció experimentar lo mismo puesto que instintivamente levantó la cadera rozando la suya, un movimiento que se encargó de repetir para placer de ambos. El deseo subió peligrosamente, la ansiedad por estar completamente unidos era fuerte y placentera, cada pequeño roce era una tortura de placer que despertaba cada sentido. Las manos de Kakashi no podían estar quieras, explorada cada rincón del cuerpo que se estaba entregando a él, sentía cada curva e imaginaba cada detalle, la besaba con fuerza, viajaba desde sus labios hasta su pecho desnudo, arrancando claros gemidos de placer por parte de su alumna, pero aún así quería mas, siguió la línea de su cuerpo hasta que se encontró con su plano vientre, aunque no pudiera ver absolutamente nada, sabía exactamente a dónde quería llegar. Siguió bajando hasta que sintió algo húmedo contra sus labios, hasta que la ninja se retorció de placer, se aferró a su cabellera y tiró con fuerza acercándolo más a esa delicada zona. Kakashi siguió disfrutando de ella, de su piel y del placer que era capaz de provocar, era estimulante despertar sensaciones así en una jovencita.