PRESENTE

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Hacía un par de días que Sakura y Naruto habían partido a su misión, deberían volver esa tarde, parecía que no habría nada de qué preocuparse, era una simple y sencilla misión de entrega, llevar un simple pergamino que no debería traer problema alguno. Así que Kakashi permanecía en su habitación de hospital, sus ojos aún estaban vendados, la Hokage no le quitaría el vendaje hasta verlo total y completamente recuperado, y parecía que eso duraría un par de semanas más. El ninja había decidido olvidar todo, intentar ser el de antes pero seguía hundiéndose en su miseria muy lentamente, no comía ni dormía bien, hablaba poco y seguramente su aspecto era un desastre, todo él era un desastre; pero no había nada que pudiera hacer, no estaba dispuesto a salvarse. Las pesadillas seguían ahí, ada noche, en cada pequeña siesta que tomara, el dolor de cabeza no le daba un descanso de más de unas cuantas horas, cuando tomaba el cóctel de pastillas que la Hokage había ordenado. A esas alturas poco le importaba perder la vista.

El silencio seguía reinando la habitación, permanecía a solas y en silencio con sus propios pensamientos.

Sakura avanzaba con lentitud, no había prisa alguna; la misión se había terminado con éxito así que Naruto y ella continuaban a un ritmo semi lento, disfrutando del paisaje y tomando un respiro de la Aldea, de los problemas que últimamente habían surgido.

-¿Crees que Kakashi sensei pueda acompañarnos la próxima vez?- interrogó su rubio amigo, sin duda extrañaba el equipo completo, por lo menos eran tres si él estaba presente.

-Él necesitará un poco más de tiempo- contestó con una sonrisa intentando tranquilizarle.

-¿Pero estará bien? - de pronto ambos se detuvieron en seco.

-¿Cuántos son?- preguntó inquieta la ninja, los seguían. No parecía ser un grupo grande pero sí peligroso.

-Más de cinco- su compañero se agitó, se le veía ligeramente tenso y preocupado por la situación que enfrentarían; sólo eran ellos dos -Te protegeré, Sakura-chan- indicó con una sonrisa su compañero.

-Lo sé- le dirigió la última mirada y esperaron, estaban relativamente cerca de la Aldea pero no podían avanzar más, ambos sabían que una emboscada los esperaría más adelante. Lamentaron su falta de atención, el descuido y la despreocupación con la que avanzaron. Pagarían ese error, pero esperaban que no fuera tan caro.

Kakashi permanecía recostado intentando descansar cuando escuchó un alboroto por los pasillos, debido a la falta de vista, el resto de sus sentidos se había agudizado; así que ahora podía escuchar el ir y venir de pasos apresurados, debían ser la enfermeras, todo acompañado de murmullos. La ansiedad del ninja aumentó, y aunque intentó mantenerse tranquilo, pronto tocó el timbre para llamar a una enfermera, la cual se demoró demasiado en atender su llamado, definitivamente algo no iba bien.

-¿Qué es lo que sucede? - preguntó apenas escuchó la puerta abrirse.

-Tsunade sama nos ha solicitado que estemos preparadas, ha reunido un grupo médico, nadie sabe a quién espera- la voz de la joven sonaba agitada pero parecía sincera. No sabía más de lo que decía.

-Kakashi- el ninja reconoció la voz de Guy. Sonaba alarmado, escuchó la puerta cerrarse y supo que la enfermera se había retirado.

-¿Qué pasa, Guy? - de pronto su ansiedad aumentó, una capa de sudor frío lo cubrió. En definitiva no esperaba buenas noticias.

-Es sobre Naruto y Sakura, ambos debían regresar hoy a la Aldea, pero Yamato ha indicado que Naruto ha comenzado a transformarse en el Kiuby, tres colas hasta el momento...- Kakashi esperaba malas noticias pero no esperaba escuchar algo así, algo que indicaba que estaban en grave peligro, algo que indicaba la desesperación de su alumno seguramente por proteger a Sakura, si aún seguía viva. De pronto quiso salir corriendo e ir tras su equipo.

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