Capitulo 6. No prendas la luz

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El trayecto a casa no fue el más divertido de la historia, porque no lo fue. Scott seguía dañado por lo que le dije y lo comprendía, a lo mejor fui muy dura, extremadamente dura con el.
Cansada de todo decidí cerrar mis ojos y dormir.
-¿Porqué corres Alyssa? Deja de huir, afronta las consecuencias de tus actos.- me decía un completo desconocido- no debiste haber prendido la luz, pero ya que lo hiciste, da frente al mal.
- No sé cómo. No sé cómo.
- Duerme y lo verás.
Delante de mí estaba una cama que se veía tan cómoda que decidí acostarme y cerrar los ojos. En ese sueño estaba yo, frente a un hombre desconocido que me hablaba, y me decía que me acostara en una cama.
- Deja vú- dije asombrada.
Vi que cuando me acosté por segunda vez en mi cama, se repetía lo mismo una y otra vez.
- Paren por favor, ¡Ya paren!!!!!!- gritaba yo desesperada- ¡Paren!!!! ¡Basta!!!
De repente venía una mujer, vestida de un rosa pálido y zapatos viejos y rotos.
- No tienes nada que temer- dijo la muchacha- esto pasa con frecuencia, en especial aquí.
-¿Dónde estoy? Solo quiero volver a casa.
- Estás en tu casa querida, no tienes que volver si no quieres, aquí hay paz eterna, no hay sufrimiento. Es una nueva vida. Un nuevo comienzo.
-¿ Estoy muerta?
- Casi lo estás.
Me desperté por los baches tan altos que pasábamos y noté que estaba sangrando por la nariz, el sueño que había tenido no tenía nada de sentido, Gracie no había mencionado a una mujer en mi familia. ¿Sería otra pista?
- Llegamos Ally.
Bajamos del auto y Scott me ayudo.
- ¿Y la llave? ¡¿Dónde está?!!!
- Yo la tengo, Ally. Se te cayó mientras dormías.
- Dámela ahora sí no quieres que te parta la cara.
Me dio la llave, abrí mi casa y con ayuda de Scott, baje al sótano. Estaba oscuro, pero recordé lo que me dijo David sobre no prender la luz.
Recorrí el sótano con mis muletas y empecé a buscar la última tabla. Buscaba en cada esquina del sótano, pero no encontraba nada parecido a lo mencionado por mi tío.
- ¿Encontraste algo Scott?
- No... espera... aquí hay algo interesante.
- ¿Dónde?
- Aquí bajo esta tabla.
- Muéstrame ya!!!!
Me guió hasta el lugar y yo busque bajo la tabla.
- Creo que lo encontré Scott, pero es muy pesado. No la puedo sacar y menos con la pierna rota.
- Yo te ayudo.
Sacó un gran cofre de roble lleno de polvo y grasa, ¿lo habría escondido aquí por algo? Saque la llave y trate de girarla hasta abrir el cofre, pero estaba oscuro ese lugar y no podía ver. Sin importar, lo que me había dicho David, encendí la luz.
- Alyssa, ¿no se supone que no tenias que prender la luz?
- Lo sé, lo sé, pero estaba muy oscuro aquí abajo y no puedo abrir el baúl.
Prendí la luz, y que, ¿qué podría salir mal? Logré abrir el cofre y saque su contenido.
- ¿Qué es esto?
Dentro de la caja había un libro, algo en vuelto en mantas para bebé y... ¿UN CRÁNEO? Solté un grito ahogado y me lleve una mano a la boca.
- ¿Qué es lo que ocurre? ¿Algo malo paso?
- Mira esto.
Scott miró perplejo el baúl y casi se desmayaba, ¿qué demonios hacía un cráneo ahí dentro? Después de la horrible escena del cráneo revisamos el resto de la caja, dentro de las mantas de bebé, había fotografías viejas y manchadas con lo que parecía que era café.
En las fotos estaba mi madre, él se suponía era Alfred y una muchacha con vestido rosa pálido y zapatos viejos y rotos.
- Esa es la mujer de mis sueños.
- ¿Qué dijiste?
- Nada, pensé en voz alta. ¿Qué es ese ruido?
Se escucho un ruido al extremo de la habitación, Scott se acercó con una pala de jardinería, cautelosamente.
- Scott, no vayas allá- dije con un hilo de voz- Scott, Scott mírame, ¿crees que ir allá es seguro? porque no lo es. Scott para por favor. ¡Scott!
El no me hizo caso, así que me acerqué yo también .
- ¿Qué es lo que ves Scott?
- Nada.
- Como que nada, yo iré a revisar.
Scott se alejó como un completo cobarde y yo me acerqué más y más.
Escondido en un rincón estaba un hombre, vestido de negro, parecía asustado así que decidí acercarme más.
- ¿Hola, puedo ayudarte? ¿Que estás haciendo aquí?
- Va, va... vagando.
Scott gritó desde el otro extremo de la habitación.
- Ally, ¿con quién estás hablando? Ahí no hay nadie.
- Es que si hay alguien Scott, es un hombre. Si quieres acércate.
- ¡NO!!!!- gritó el hombre- que no se acerque el desgraciado, el asesino.
- El no es un asesino, Scott explícale que no eres un asesino.
- Alyssa,- dijo Scott asustado- ahí no hay NADIE!!!
- Si hay alguien, Scott. Está justo... ¿dónde está?
El hombre de negro había desaparecido en las sombras y no lo podía ver más.
- Scott, vámonos de aquí por favor.
- Y, ¿sí el hombre que viste, era un alma en pena o algo así?
- Obvio que lo era, Scott. Por eso te pido que nos vayamos de aquí y pronto. A eso se refería David, si yo prendía la luz despertaría a alguien o a algo. Tenemos que salir de aquí. ¡Ahora!
Scott tomó lo que estaba en el baúl incluyendo el cráneo, pero cuando tratamos de salir de ahí alguien puso seguro a la puerta y no podíamos salir.
- Ábrete maldita puerta. ¡ÁBRETE!!!!! Maldita sea, ¡estamos atrapados!
- Alyssa,- dijo Scott con voz temblorosa- ¿esa no es la persona que viste?
Tenía miedo de voltear y ver algo que podía ser algo peor que una sombra del pasado, pero tenía que hacerlo, tenía a Scott conmigo y no podía arriesgar su vida más de lo que ya la había arriesgado al ir al hospital.
Por fin voltee y vi al hombre de negro, cerré mis ojos y grite a todo pulmón.
- ¡¿Quién eres?! ¡¿Qué quieres de mí?! ¡Déjame en paz!!!!
Sentía otra presencia, como si el hombre y Scott no fueran los únicos en la habitación, había alguien más ahí.
- Alyssa, ¿a quién le hablas?- me preguntó Scott.
Abrí los ojos y todas esas presencias que sentía se habían ido. Scott agarró el baúl y salimos corriendo de ahí.
Scott me ayudó a subirme al auto y metió el baúl a la cajuela.
- ¡¿Qué demonios pasó ahí adentro?!!- me preguntó Scott aparentemente asustado y pálido.
- Había algo ahí. A eso se refería David, si prendía la luz despertaría a alguien o a algo, todas esas presencias que sentía era.... algo así como... olvídalo, mañana iré al hospital de nuevo y le diré a David lo que pasó.
Nos dirigimos hacia el lugar del funeral de mi padrastro Chris, el camino estaba siendo muy callado y eso me preocupaba más aún. ¿Le había hecho daño a mí amigo?
Llegamos y Scott bajo primero para ayudarme y cuando baje del auto, Grace estaba muy alterada y asustada.
- ¿Grace? ¿Está todo bien?
- Parecía que la llevaban de la mano, como si llamaran a un niño pequeño para la hora del postre, tomó la soga y fue el final de su dura y cruel vida.
- ¿Qué? ¿A qué te refieres Gracie?
- Estuvo aquí.... Él estuvo aquí... Él se la llevó.
Mi corazón trabaja a a mil por hora mientras subía escaleras arriba, empezaba a preocuparme cada vez más.
Subí y subí cada vez más alto y cuando llegue a la terraza, estaba mi madre, con su rostro lívido, frío, parecía que lloraba, pero no podía ser posible, estaba muerta, ¿porque se la llevo tan pronto? No fue una causa natural, fue un asesinato.... no, no fue un asesinato, fue un suicidio, parecia que la llevaban de la mano, como si llamaran a un niño pequeño para la hora del postre, tomó la soga y fue el final de su dura y cruel vida. Estuvo aquí.... Él estuvo aquí... Él se la llevó.
Entonces fue un asesinato, maldito el que la haya matado, no parare hasta encontrarlo y cuando lo haga, no dejaré que quede un rastro de sangre en su cuerpo.
Entonces empecé a llorar, mi madre, todo mi mundo, se había derrumbado, si estuvieras en mi lugar, ¿llorarías por tu madre?
Si no lo haces, no eres humano.

Tu tiempo se acabóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora