1981Todos estaban reunidos en el camposanto del Valle de Godric. Se había elegido ese sitio para que James y Lily pudieran estar presentes sin correr ningún peligro. De todos modos, había aurores rodeando el perímetro porque los mortífagos, al saber de la muerte de Cassie Brooks, sabían de la debilidad de la Orden.
Toda la Orden del Fénix estaba presente, cada uno con el corazón en un puño. Lily lloraba desconsolada; llevaba así desde que se enteró. Le faltaba su mejor amiga, ¿qué haría? La última vez que se despidió de ella no pensaba que esto fuera a pasar. Seguía sin hacerse a la idea de que no estaría para ver como Harry, su ahijado, crecía, o que no podría ir más a casa de la pelirroja a beber una copa de vino mientras hablaban. Al pensar en ello, soltó otro sollozo, uniéndose a la lista de todos los que soltó en estos días.
James rodeó a su esposa con su brazo, intentando consolarla. Lágrimas silenciosas rodaban por sus ojos. La que había sido como su hermana desde los 11 años no estaba. Siempre conseguía sacarle una sonrisa hasta en sus peores momentos. Siempre le había reconfortado saber que ella estaría para decirle que estaba todo bien. Pero ya no. Ya no más. Cerró los ojos con fuerza, reteniendo el sollozo que se encontraba atorado en su garganta y abrazó más fuerte a Lily.
Sirius se encontraba al lado de James, mirando hacia el punto donde yacía el cuerpo de la castaña. No lloraba, seguía en shock. ¿Qué haría sin ella? No concebía la vida sin ella. En su mente no paraban de repetirse todos los momentos que vivieron juntos en Hogwarts. Cuando la Profesora Mcdonagall les castigaba por hablar en clase. En el Gran Comedor cuando apostaban por que le diría Lily esa vez a James. Cassie solía apostar por: Cabeza-babosa. Recordó también todas las veces que había visto a Cassie llorar y él la consolaba, entendiendo por lo que estaba pasando. Él sabía perfectamente como se sentía el que la persona que querías estuviera con otra. Su pequeña niña se había ido, a pesar que había dicho que nunca lo haría. Y no pudo despedirse; no pudo decirle adiós.
Remus se encontraba con los codos sobre sus rodillas, y la cabeza entre las manos. Lloraba desconsoladamente. Siempre le había afectado tres veces más fuerte todo lo que fuera referido a Cassie. Ya no recordaba como se había enamorado de ella, solo recuerda haberlo estado desde siempre. Le dolía que no estuviera. ¿Qué iba a hacer sin ella si se había convertido en su todo? Los días que separaban el día de la muerte de Cassie con el funeral habían sido un constante calvario, ¿Cómo iba a aguantar una vida sin ella? Pensó que Cassie nunca le dijo donde se encontraba su hija, y se enfureció; lo único que podía conservar de ella, estaba totalmente fuera de su alcance.
Miró hacia el otro lado de los invitados, donde se encontraba Rolf, con los brazos cruzados y la cara seria. A Remus le insultaba su presencia; no le quería ahí; quería que se fuera. ¿Por qué Cassie había ido detrás de él después de todo lo que le hizo sufrir? El licántropo culpaba a Rolf de la muerte de su novia, aunque todos le dijeran que él no tenía nada que ver. Estaba dolido y resentido. Resentido porque hasta el último día de su vida, Cassie prefirió a él antes que a quien estuvo siempre a su lado. Lo que él desconocía era que Rolf hubiera hecho lo mismo por ella. Todas las veces que hicieran falta. Rolf lo estaba pasando realmente mal, aunque por fuera no se le notaba lo destrozado que estaba. No le contó a nadie lo que pasó ese día, se reservó los detalles. Dijo que la encontró ya casi muerta, con apenas fuerza para hablar; aunque la realidad fuese diferente. No quería contarle a nadie sobre lo que hablaron y lo que pasó, pues quería el recuerdo solo para él; era la última vez que podía tener confidencialidades con Cassie. Tenía a su lado a Ellie, quien cargaba en brazos a su hijo, y le miraba con profunda pena en los ojos. Ellie nunca se interesó por establecer una amistad con la chica Brooks, pero sabía lo importante que era para Rolf, y eso es lo que la llenaba de pena. Por mucho que se pudiera creer, ella nunca tuvo malos pensamientos hacia Cassie. Celos, sí, pero no malos pensamientos. De todos modos, era consciente de que nunca podía haber ocupado el hueco que dejo ella en la vida de Rolf. Y que nunca podrá hacerlo.
El acto había acabado y los miembros de la Orden del Fénix y profesores de Hogwarts se retiraron, saliendo poco a poco del cementerio. Los Merodeadores y Lily se quedaron, y Rolf se quedó un poco más apartado, esperando a que ellos se fueran. Ellie se alejó, para dejarle intimidad.
Sirius se adelantó al grupo y se arrodilló frente a la tumba.
-Prometiste que no me dejarías solo, ¿recuerdas? En sexto curso prometiste que tú serías mi familia. Me siento muy ofendido ahora mismo -todos soltaron una pequeña risa, llena de amargura-. Ahora quiero que me hagas otra promesa: promete que allí donde estés, estarás a nuestro lado -los ojos se le llenaron de lágrimas de nuevo. Apretó los labios para intentar retenerlas, aunque no sirvió de nada-. Prométeme que cuando vaya a reunirme contigo, me estarás esperando al otro lado.
Dejó una pequeña rosa roja frente a la lápida, cerró los ojos y se puso en pie, para volver junto al grupo. Ahora, fue el turno de James Potter para acercarse a despedirse.
-Pequeña niña endemoniada, ¿No ibas a cuidar de mi hijo los fines de semana? Porque la otra opción es Sirius, y no creo que sea tan buena -sonrió levemente-. Te vamos a echar muchísimo de menos, todos. De hecho, ya lo hacemos. Todo es muy difícil sin tu risa. Sería mucho más fácil todo si siguieras -soltó un suspiro-. Todo sería más llevadero.
Lily se acercó al lado de su marido y se arrodilló también, dejando una rosa junto a la otra.
-No vamos a dejar que tu muerte haya sido en vano, Cassie. Vamos a luchar para que este mundo sea mucho mejor, en tu memoria. No te vamos a olvidar.
James le agarró la mano a su mujer y juntos volvieron con los Merodeadores. Miraron a Remus, quien mantuvo la vista fija en la tumba. Sin decir palabra, la pareja y Sirius salieron del camposanto, no sin antes darle una mirada a Rolf. Cuando Lily pasó al lado de este, le agarró el brazo, y lo apretó, dándole su apoyo al castaño.
Remus dió dos pasos hacia la tumba, pero se quedó de pie, tenso.
-Dime que pasó ese día.
Rolf salió de su burbuja para mirar al hombre lobo. No sabía que contestar.
-¿Perdón?
Se giró a él-: Quiero que me cuentes qué pasó ese día. El día de su muerte.
-Ya os lo he contado.
-Pero quiero la verdad. No me creo que no dijera nada.
Rolf notaba el dolor de Remus en la voz, y la desesperación por saber algo más. ¿Podía seguir ocultándolo? Remus no se merecía más mentiras, ya lo había pasado bastante mal con la muerte de su amada, pero, ¿era Rolf lo suficientemente valiente para contarle que su novia había dicho que le amaba a él? Tras segundos que parecieron eternos y un rápido conflicto mental, Rolf se decidió.
-Hablamos, algo -se acercó a Remus, hasta quedar a su lado, mirando la tumba-. Estaba totalmente débil y le costaba respirar, no digamos ya hablar. Me dijo como había pasado ella todos estos años desde nuestra "discusión". Yo le conté como los pasé yo -le echó una rápida mirada-. Me dijo que te dijera que te amaba.
-¿Por qué no me lo dijiste?
Rolf se encogió de hombros.
-Era lo más normal, ¿no? Fuisteis pareja durante muchos años, ¿no era obvio? Pues eso, me dijo que te amaba y que no quería dejarte solo -se giró lo suficiente para poder mirarle a la cara-. Ella te amaba, Lupin, de verdad que lo hacía. Quédate con ese recuerdo, que es feliz, y no pienses más en su aspecto de ese día -puso una mano en su hombro-. No te martirices.
Remus lo miró durante unos segundos a los ojos directamente, para ver si de verdad era honesto, y Rolf le mantuvo la mirada. El licántropo, después de lanzar una rosa hacia la tumba, junto a las otras, se dirigió a la salida.
Rolf le siguió con la mirada hasta no verlo más. Se giró hacia la lápida y, tras leer rápidamente el nombre de Cassie, se llevó un dedo hacia los labios, en señal de silencio, para después guiñarle un ojo. Se metió las manos en los bolsillos.
-Que sea nuestro pequeño secreto.
Y salió del cementerio, al cual no volvería hasta mucho tiempo después.
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HOSPES [SERIE IMPOSSIBLE II]
Fanfiction"Sus silencios dicen más que el resto del mundo a gritos." -Secuela de "IMPOSSIBLE".