Gaia abrió los ojos. Su cabeza le dolía horrores, pero las voces volvían a ser solo un murmullo, casi apagado. Se incorporó y se encontró en la Enfermería. <<Mierda>>, pensó. Se metería en un gran lío por no haber estado en su propia sala común. Observó que no había nadie en toda la sala y se puso de pie, caminando hasta la puerta. Cuando la abrió, se encontró con un chico al otro lado.

-¡Oh! Matthew, me has asustado -se llevó la mano al pecho, después de haber dado un brinco.

-Susto el que me das tú a mi -soltó una risa y se cruzó de brazos-. ¿Qué haces de pie? Deberías estar descansando. -Gaia frunció el ceño, preguntándose como sabía que estaba ella allí-. Fui yo quien te trajo -contestó, como si hubiese escuchado la pregunta que tenía en la cabeza la castaña.

-¿En serio? -la cara de sorprendida que puso le hizo reír. Se sonrojó por lo patética que debía verse-. ¿Qué me ocurrió?

-Caíste desmayada justo cuando Potter y Weasley se fueron...

-¡Oh, mierda! -Gaia recordó todo lo de Ginny y las voces en su cabeza.- ¿Sabes si...?

-Ginny está bien -la interrumpió-. Y Harry, y Ron, y Hermione -sonrió cuando vio que se le iluminó el rostro al oír que su amiga estaba despierta-. De hecho, te están esperando, en el Gran Comedor, el Banquete está a punto de comenzar.

Matt le sostuvo la puerta, para que, acto seguido, caminasen juntos por los pasillos.

-¿Por qué no me despertasteis antes?

-Dumbledore no les dejó a Harry y a Ron venir.

-¿Dumbledore? -que el director mostrase interés en ella más allá del de una alumna más le sorprendía.

-Sí -se encogió de hombros-. Dijo que debías descansar.

-Y no es por ofenderte ni nada -habló rápido-, pero, ¿por qué viniste tú a buscarme y no ninguno de los otros?

-¿Te molesta?

-¡No! -respondió casi en un grito. Se reprimió mentalmente por ser una histérica.

Matt soltó una carcajada:

-Simplemente me apetecía.

Llegaron al Gran Comedor, donde todos estaban en pijama. Cuando entraron, Gaia no tuvo tiempo ni de reaccionar cuando Harry, Ron y Hermione se tiraron encima suya.

-¡Estás bien!

-¿Nos puedes explicar que te pasa?

-¡Te eché de menos!

Los tres Gryffindors hablaban a la vez, saturando a la pequeña castaña. Matthew rió y los dejó solos, dirigiéndose junto a sus amigos.

-No puedo explicároslo, porque ni yo sé que pasó -miró a Hermione-. ¿Cómo te encuentras?

-¡Perfectamente! Menos mal que todo acabó ya...

Gaia reparó en la decoración escarlata de todo el Gran Comedor.

-¿Ya han dado la Copa de las Casas? Aún no acabó el curso.

-No, pero Dumbledore nos dio a Ron y a mi 400 puntos, así que ya es segura la victoria -dijo Harry, hinchando el pecho de orgullo.

-Pero no te preocupes -acotó Ron-. Le hemos contado a Dumbledore todo, incluido que tú estuviste involucrada. Os ha dado 150 puntos a las serpientes. -Ron refunfuñó un poco. Por muy bien que le cayese Gaia, seguía sin soportarles-. ¡Ah! ¡Otra buena noticia! ¡No hay exámenes!

Gaia rió por la alegría de sus amigos ante esa noticia. Después de esa charla, se dirigió junto a Juliette y Maisie, quienes la esperaban con un montón de preguntas, al igual que Draco, que se había sentado al lado de las dos chicas especialmente por si aparecía Gaia. Mientras sus amigas le contaban lo que había ocurrido en su falta, la castaña miró por encima de su hombro hacia la mesa de los leones, donde estaba Matt, que le devolvió la mirada junto a una sonrisa.

***

El resto del último trimestre transcurrió bajo un sol radiante y abrasador.Hogwarts había vuelto a la normalidad, con sólo unas pequeñas diferencias: lasclases de Defensa Contra las Artes Oscuras se habían suspendido («perohemos hecho muchas prácticas», dijo Ron a una contrariada Hermione) yLucius Malfoy había sido expulsado del consejo escolar, por haber conspirado en contra del colegio. Draco ya no sepavoneaba por el colegio como si fuera el dueño. Por el contrario, parecíaresentido y enfurruñado. Esto se debía a que pasó mucho tiempo en el mismo grupo de estudiantes que Gaia y, como sabía la buena amistad que tenía con los leones, no quería enfadarla. Y Ginny Weasley volvía a ser completamente feliz. 

Llegó el último día y Gaia procedió a buscar a sus amigos por todo el castillo para despedirse. Ella no cogía el Hogwarts Express como todos los demás. Al no vivir en Inglaterra y al estar Remus ocupado con un viaje, volvería a Australia directamente, acompañada por Dumbledore. Cuando se dirigía al despacho del Director, se encontró con Matthew.

-¡Eh, serpiente! Vas en dirección contraria -dijo mientras se acercaba a ella, quedando Víctor más atrás, esperándole.

-No realmente. Voy al despacho de Dumbledore -le dedicó una sonrisa-. Pasa un buen verano, Matt.

-Tú igual.

Se sonrieron y cada uno siguió su camino. Pero antes de doblar la esquina, Matt volvió a hablar:

-¡Gaia! -cuando la castaña se giró para prestarle atención desde el otro lado del pasillo, continuó-: ¿Me darías alguna dirección? Para mandarte alguna carta en verano.

Gaia rió, intentando disimular su sonrojo.

-No es buena idea.

Y sin más explicaciones, se metió en el despacho del Dumbledore.

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⏰ Last updated: Jun 25, 2019 ⏰

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HOSPES [SERIE IMPOSSIBLE II]Where stories live. Discover now