Capítulo 5
-Eliot... ¿que fue lo que le hiciste?-murmuré
Él me apartó con delicadeza.
-Si quisiera que lo sepa no le habría pedido que cierre los ojos Milady- dijo- Hay cosas que una dama no debe ver.
Ahora que el peligro había pasado moría de curiosidad por saber que era lo que había causado que Giovanni se marchará ¿tan terrorífico había sido?
-Acompáñeme a dar un paseo Milady
-¿Qué?
-Lo que escuchó
Asentí no muy segura de lo que hacía.
-Eliot...-le llamé, mi miró- ¿De verdad que eres real?
El sonrió, alegre y asintió. Le devolví la sonrisa. Caminamos en silencio durante varios minutos, volvíamos a casa.
-Una hermosa presentación- dijo
-Gracias
Me sonrojé ¿porque me sonrojaba? Eliot era un fantasma, un encantador fantasma que de alguna manera me habia salvado de ser abusada por mi ex novio.
-Y lleva un bello conjunto esta noche, un poco inapropiado para las horas y... con una joya muy inusual.
El delicado vestido negro que antes me había parecido perfecto para la presentación ahora me parecía la prenda más vulgar del mundo. Mi madre me quería vestir con traje casi invisible y lo más desente que había conseguido que me permitiara utilizar era ese, juntamente porque me parecía el más modesto; ahora.... ese escote, la falda tan corta ¡que horro! ¿porqué vestí eso interpretando música clásica?
-No me malinterprete usted- continuó hablando- Se ve preciosa, es solo que tan tarde y sola en la calle...
Mis mejillas se tiñeron de rojo intenso ¿qué podía decir para que se calle? Sus comentarios me avergonzaban en extremo.
-¿Tú dejate la llave en mi mesa?
Él asintió.
-Al igual que las partitures
-Te tardaste en unir las piezas
Lo miré disgustada.
-¿Qué es lo que quieres?
Había a prendido con el tiempo que cuando una persona era en extremo amable era poruque quería algo, y con ese muchacho, por muy muerto que estuviera, las cosas no tenían porque ser difentes.
-Eso, señorita Blanca, es algo que le diré después- sonrió- Por ahora va decirme quien era su amigo
Giovanni
-Es una historia larga
-Tenemos tiempo, caminando tardaremos poco más de una hora en llegar a casa, además- se rió- Usted ya conoce mi historia
Asentí. Al parecer Eliot tenía la habilidad de leer las mentes ¿de qué me servía intentar ocultarle algo si de todos modos lo sabría? ¿de que me servía tener secretos con él? Al final de cuentas estaba muerto.
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Conocí a Giovanni tres años atrás, su apellido no vale la pena ser mencionado, mi carrera de pianista apenas si estaba empezando.
Por esas fechas pasaba por un mal momento, había tenido que mudarme debido a las deudas mi padré, nos habían embargado la casa; mi mejor amiga acababa de morir en un accidente automovilístico y mi hermano éstaba con pulmonía en el hopital.
¿Cúal fue la solución de mi padre? Arreglar una relación para mí con el hijo de un amigo suyo. Así apareció Giovanni. Mi padre creía que si me enamoraba de él las cosas saldrían bien, él no tendría que forzarme a casar dentro de unos años tal y como era su plan inicial. Y al parecer lo que él quería se cumpliría. Giovanni era encantador, me gustaba mucho, estuvimos juntos dos años y medio. Era educado, sencillo, de buen corazón; o al menos eso parecía.
Al igual que mi vida romántica, mi vida laboral marchaba de maravilla, disfrutaba haciendo música y a las personas les facinaba oirme tocar. Mi maestros y asesores decían que tenía un gran futuro por delante.
A Giovanni también le encantaba escucharme, medio año atrás, me llevó a un bar en el que había un bello piano antiguo y pidió que tocara para él. Esa noche tenía una presentaación importante, algunas personaas importantes irían a verme tocar. Todo marchaba fenomenal, no me permitió que bebiera más de media copa de vino y me llevó a tiempo al teatro. Antes de que saliera a escena me besó como siempre, pero no se sintió como siempre, su aliento... su ropa ¿cómo no me había dado cuenta antes?
Olía a hierba...
Hasta donde sabía el no se drogaba.
-¿Qué has...?- pero él se dio cuenta que quería pregunta y no me dejó hablar
-Te amo- me dijo
Lo miré a los ojos seriamente
-¡No me mires así maldita!- gritó- ¡No quiero tu compasión hija de...!
Le di un beso en la mejilla y salí a escena. Al terminar la función cortaría mi relación. La velada transcurrió de manera tranquila, ignoraba las miradas furiosas que Giovanni me dirigía por momentos.
En el intermedio de la función me senté en un rincón apartado del teatro a descansar unos momentos.
-Bianca- Giovanni me llamó por mi nombre en italiano- mi amor, pérdoname
-Te perdono, no te preocupes ¿amigos?
-¿Amigos?
Le sonreí.
-Creí que era obvio Giovanni, me conoces demasiado bien para saber que esto se ha terminado
-No puedes hacer esto... nuestro padres...
-Nuestros padres no pueden controlar mis deciciones- dije, seria- buenas noches y espero que disfrutes de mi presentación
Me levanté y me fui sonriendo.
Cuando iba a la mitad de una pieza Giovanni se levantó de entre el público y mirándome a los ojos gritó:
-¡Esa zorra!- exclamó- Es una estúpida, mírenla, no es más que una niña que juega a ser pianista ¡Imbécil! No vale laa pena ¿oyeron?
Cómo era de esperarse terminó mi presentación y a él lo echaron del teatro y le prohibieron pisarlo de nuevo. Abandoné el lugar sola por la puerta trasera y me dispuse a volver a mi casa. Pero ahí estaba él, esperándome.
E intentó lastimarme.
Gracias a los cielos mi padre me siguió y lo vio todo, impidió que me hiciera daño.
El matrimonio se canceló y no volví a ver Giovanni. Por suerte papá consiguió un empleo, mamá también; mi hermano salió del hospital y yo conseguí presentarme en varios lugares pequeños, decidí alejarme durante un tiempo de los escenarios grandes.
Ahora que por fin me armé de valor y volví a presentarme ante un gan público los problemas habían vuelto. Y Giovanni no me olvidaría tan facilmente.
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Quiero que vuelvas
RomanceUn hombre atrapado entre la vida y la muerte. Una mujer dispuesta a darlo todo por amor. Había algo en ese lugar que la aterraba, quien les había hecho entrega de la propiedad había contado una vieja leyenda urbana. Una historia de fantasmas que, co...