Los personajes no me pertenecen.
Escribí esto con fines de lucro y, la verdad, me divertí muchísimo.Quiero también darte las gracias por tomarte un minuto de tu tiempo para leer♡ Y de paso, a todas las bellas personitas que han comentado en capítulos anteriores. ¡Son bellísimas!❤
Solo advertir que Laurens aquí será activo.
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Terminó en un santiamén para su fortuna, ahora sólo tenía que esperar a que la secadora hiciera su estruendoso sonido para colgar las sábanas y todo estaría listo.
Le sorpredió muchísimo no haber encontrado tanto desastre como pensó en un principio.
Miró sus uñas y una mueca de asco se formó en su pecoso rostro. Tal vez debió haberlas limado un poco... pero sabía que eso sería después cuando el timbre retumbó por las paredes de su hogar.
Caminó hasta salir del cuarto de lavado, y desde su posición debajo del marco, miró la maldita puerta de madera al final del pasillo, con una sombra asomándose por la rendija de abajo, indicando que efectivamente había alguien.
De nada sirvió intentar convencerse de que aquel ruido fue parte de su cabeza, pues a los segundos volvió a escucharse una vez más.
"No podría importarme menos. No podría importarme menos. No podría impor-... a la mierda"
Suspiró pesado, y llevando un pie enfrente, avanzó tan lento como una tortuga.
Sin darse cuenta, llegó a la puerta más rapido que una liebre, y pensandolo más de lo necesario, giró suavemente el picaporte, apareciendo en su campo de visión, primeramente, dos maletas.
Su vista ascendió, pasando por un lindo par de piernas juntas y envueltas en un ajustado jean -además de las caderas. Esas benditas caderas, joder-, hasta la camisa -que se encontraba con las mangas arremangadas- y terminando con... la linda cara de Alexander.
Sus mejillas se sonrojaron, pero rogó por que sus pecas le ayudaran en disimularlo un poco.
Desgraciadamente no era así.
El morocho enfrente suyo le sonrio tan jovial que por un momento pensó que le daría un paro cardiaco.
¡Alguien debería decirle que estaba mal sonreír así!
"¿Qué mierda estás pensando...?"
-Hey...-saludó Alexander, ladeando el rostro al ver que él mayor no se quitaba de la puerta para dejarle entrar-, espero que no haya sido una broma lo de poder quedarme...
La gruesa ceja de Laurens se arqueó ante eso.
-¿A qué viene eso?
-Bueno, lo normal sería que me invitaras a pasar, y... seguimos aquí desde hace tres minutos...-usó su tono más tranquilo para decir aquello, después de todo no podia reclamar nada. Y sabía bien que, si Laurens lo decidía así, le podia sacar del edificio con una sola patada.
El otro no contestó. Se abstuvo a dejar la puerta bien abierta y hacerse a un lado, dandole paso libre al de coleta para entrar.
No llevaba demasiado por lo que podia ver, sólo dos maletas, y de una de ellas... ¿eso era un calzón?
Sonrió y cerró la puerta cuando estuvieron ambos dentro.
Mientras que Alexander miraba todo lo que sus ojos le permitían, Laurens se encargó de subir las escaleras. Llegando al final de ellas, escuchó los apresurados pasos de su inquilino seguirle por detrás, pasos que se detuvieron cuando llegaron a su habitación.
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E S J U S T O » LAMS
RomanceJhon Laurens no era entrometido, prefería mil veces pasar por un costado para esquivar problemas ajenos, e incluso hacer oídos sordos cuando alguien, que no fuese cercano, le pedía un pequeño favor. Acostumbrado ya estaba a rechazara a la sociedad. ...