C A P Í T U L O 3.

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Lily.

— ¡Lily! — me decía Ruby, mi mejor amiga.

— ¡Ruby!— dije.

— Lily, necesito hablar contigo — comienza a llorar.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? — dije.

— Quiero contartelo personalmente— dijo.

— De acuerdo pero me tendrás que esperar— suspiro pesadamente mientras esperaba una respuesta de ella.

— De acuerdo, te esperare en mi departamento— dijo.

— No hagas nada malo en lo que llego ¿Vale?— dije tratando de sonar lo más positiva.

— No lo haré— trata de reír pero no pudo— te espero a las  7:30 en mi departamento.

— De acuerdo, hasta lo noche Ruby— dije.

Terminé la llamada. Aun estaba en la Tienda, ya estamos por cerrar. Unos están arreglando unos últimos detalles sobre sus ventas, al igual que yo.

— ¿Lista Lily? — preguntó Kendra.

— Si, en unos minutos —dije terminando mis últimas cuentas.

— Pero no tengo prisa — ella había notado mi presión.

 — Lo sé— solté un suspiro.

— ¿Qué pasa Lily? ¿Te ves rara? — preguntó Kendra.

—Nada, solo estoy un poco cansada — mentí.

— ¡Oh, ya veo! — dijo no muy convencida.

— Listo termine — dije.

— ¿Quieres que te pase a dejar en tu departamento? — preguntó.

— Si no es molestia, ¿Tanto se ve mi cansancio? — pregunté tomando mi bolso y mi abrigo.

— Si — dijo.

Ambas salimos, no si antes de despedirnos de todos. En el transcurso del camino decidí contarle a Kendra que lo que estaba sucediendo con mi amiga, necesitaba un poco de consejos para poder darle ánimos a Ruby.

— Gracias Kendra — agradecí por el viaje

— Por nada, Suerte con tu amiga— dijo.

— Gracias — dije.

— Me llamas por cualquier cosa— dijo

— Claro, yo te llamo— reí por un momento.

— De acuerdo, luego te veo — dijo.

— Si claro — cerré la puerta del auto y Kendra siguió.

Entre demasiado apresurada al edificio, no quería hacer esperar a mi amiga. Solo me cambie de ropa.

En cuanto salí de mi departamento, le avisé a Ruby que ya iba en camino, ella dijo que no había problema, aun ella estaba triste y no sabía por qué.

Al llegar en aquel edificio, entré inmediatamente y me fui directo a su departamento.

— ¡Lily, llegaste! — me recibe la castaña con un fuerte abrazo.

— ¿Estas bien? — dije respondiendo su abrazo.

— Ven — me jaló al interior de su departamento.

Pero alguien detuvo a Ruby en el pasillo.

— ¡Ruby! ¿Te encuentras bien? — preguntó una voz masculina que al parecer me sonaba muy familiar.

Enchanting O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora