C A P Í T U L O 4.

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Lily.

— ¡Qué! ¿Por qué lo hizo? — dije asombrada.

— William dijo que últimamente me he estado portando muy cortante con él... pero yo siento que no — dijo.

—¿Estás segura de no lo hiciste? —pregunté

— Bueno... — se limpió sus lágrimas.

— ¿Qué? — pregunté curiosa.

— Si había momentos que si lo fui, pero porque él ya se estaba volviendo un posesivo — dijo.

— Entonces las cosas ya no iban tan bien — ladeo un poco la cabeza.

— Pues no tanto, pero yo no quería que terminaramos mal, aun lo quiero... pero también creo que era el momento — se abrazo ella misma y a la vez agacha su cabeza.

La miro con lastima, me dolía verla así.

— Ruby... me gustaría comprenderte, pero sabes que las relaciones que intento tener son un desastre, pero mira aquí me tienes — trate de dedicarle un pequeña sonrisa.

Ruby alza la cabeza y me mira, en su mirada vuelve el pequeño brillo de alegría.

— Lily, gracias por ser mi amiga —dijo.

— Gracias a ti por serlo  — me acerco a ella

— Y en cuanto tus intentos de tener relaciones, no te preocupes, quizás yo pueda ayudarte — dijo acercándose.

— No es necesario... nadie me gusta — me  encogí de hombros.

 — Vamos Lily, debe de haber alguien... — y yo solo niego con la cabeza — pues te presentaré uno de mis amigos.

Por un momento desee que fuera su vecino, pero mejor no. Quizás Ruby le gusta y no me gustaría meterme en problemas.

—No, así estoy bien... tampoco me urge — dije.

— Bueno ... te lo pierdes, yo te iba a presentar a mi vecino — dijo.

Abrí los ojos como platos, ¿Acaso me leyó la mente?

— ¡Qué! — dije asombrada.

— ¿Acaso no lo viste bien? Él sería un buen partido para ti — sonrió.

—...Vaya, creo que te sientes mejor, yo tengo que irme Ruby, mañana vuelvo — dije tomando mis cosas pero ella me detuvo.

—¡Hey!, ¿Por qué estas huyendo? — me mira directamente a los ojos.

— ¿Yo? ¿Huyendo? Pff... por favor que cosas dices Ruby, solo tengo que irme porque mañana trabajo y... — y me interrumpe.

— Esta bien, lo entiendo — dijo no muy convencida — Pero una cosa si te digo, tu y yo tenemos una platica pendiente... mañana saldremos, tenemos una noche de chicas.

— De acuerdo... ya puedo diagnosticar que ya no sufres por tu ruptura con William — dije.

— Gracias a ti doctora corazones, ya busqué algo con distraerme — sonríe.

— Sabes, me das miedo cuando tienes un plan — dije y me acerco a la puerta.

— No deberías tenerlo, verás que te vas a divertir mucho — dijo — pero por lo mientras... ve a casa y descansa.

— De acuerdo, mañana nos vemos — dije.

— Claro a las 7:30 pm te quiero aquí en mi departamento — dijo.

— Esta bien, hasta mañana — dije

— Hasta mañana — dijo.

Dylan.

Enchanting O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora