Las mejillas, básicamente toda su cara era propia de un color rojizo. Si alguien le preguntara el porque seguramente diría por el sol pero en realidad el problema, que no era problema ya que le gustaba la sensación, era que Sicheng había entrelazado su mano con la de ella con la excusa de que había mucha gente en el parque y se podía perder.
Miro sus manos y una pequeña sonrisa se posó en su cara sonrojada, suerte que su amigo no la veía sino sería un desastre.
Mei pensaba si en algún futuro podría volver a sostener esa mano lo cual la hacía sonreír más.
Hace unos meses, gracias a su amiga Xia la cual tenía una pequeña obsesión con que Sicheng gustaba de Mei, logro que en la más pequeña aflorara una diminuta curiosidad por saber si era verdad de que su amigo tenía sentimientos más allá de la amistad hacia ella por lo cual empezó a fijarse en sus más mínimos detalles; como en su nariz se formaba un pequeño pliegue cada vez que se concentraba, el pequeño lunar debajo de su oreja izquierda o como le gustaba que lo llamase por el apodo que le había dado apenas se conocieron, Winwin, ya que lo único que sabía de él era que era un máster de los videojuegos. Cada cosa que descubría sobre el hacia que Mei quedara más maravillada de la persona que era Sicheng por lo que se dio cuenta que ya no trataba de saber los sentimientos del chico, sino que ya estaba completamente enamorada de él.
Ya fuera del tumulto de gente, Mei podía sentir en aire fresco de la primavera que estaba llegando pero eso no fue suficiente para apaciguar el calor en sus mejillas por lo que solo se le ocurrió algo para terminar con ello; con su mano libre saco dos candy pop's que llevaba en el bolsillo de su pantalón para meterlos en su boca, pero cuando quiso disfrutar de su sabor no pudo ya que Sicheng había soltado su mano y ahora la miraba furioso.
"No vuelvas a comer una cosa de esas frente a mi." Dijo mientras rápidamente se perdía entre los árboles, dejándola sola y confundida, pensando otra vez en cual era el porque de su odio a los dulces.
Mientras que en la mente furiosa de Sicheng solo había un pensamiento: Candy pop 1 Sicheng 0.
