No aguantaba más, Sichen salió rápido de la biblioteca tratando de buscar una tienda. Nunca había estado en ese lado de la ciudad pero como bien había dicho Mei:"Si quieres subir tus notas tienes que ir a la biblioteca y estudiar." Y eso era lo que hacía.
Fue al estante de los dulces pero su objetivo no estaba en la mira, ¿como antes, cuando los odiaba los veía a cada rato y cuando los quería comprar no habían? O eso pensó, ya que antes de irse. Pudo encontrar unas dos ultimas bolsas de Candy Pop."Estoy perdido." Llamo el joven mientras se sentaba en una banca fuera de la tienda, no sabía cuantas vueltas había dado y no había podido encontrar el camino a la biblioteca, lo único que esperaba es que Mei le contestará el celular ya que al llegar a allá la encargada de guardar los libros le habían pedido que los silencian.
No pasaron más de diez minutos cuando la pequeña figura apareció.
"¿Que haces aquí? ¿Porque saliste así de la biblioteca? Dios Sicheng, me tendrías que haber dicho si querías comprar algo." Dijo la pequeña mientras miraba a su amigo."¿Que haré contigo?Realmente me preocupé." Volvió a decir mientras se sentaba junto a él y recostaba su cabeza en su brazo.
"Deberías agradecerme." Dijo él mientras le daba los paquetes.
Mei lo miro como si algo estuviera mal con él, no habían pasado más de dos meses desde que había dejado de comer esos dulces. "¿Porque los haz comprado?"
"Estás más delgada, aunque te pongas maquillaje tus ojeras se notan Mei, además que ya no sonríes o haces bromas como antes." Murmuro Sicheng no sabiendo si lo que decía estaba bien o no y eso que no había mencionado que desde el accidente su preocupación por él había aumentado.La chica rió fuertemente y le pegó en la frente "Tonto, eso es porque los exámenes finales se acercan y realmente quiero calificar para una buena universidad, ya no los quiero, no los necesito, además creo que encontré otra fuente de dulzura." Dijo divertida miente le devolvía los paquetes.
"¿Que es? El chocolate te da alergia." Respondió intrigado.Mei no sabía si decirle la verdad, aunque no perdía nada, tal vez podría descubrir algo.
Pero todavía no era la hora.