III. Un nuevo hogar.

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Caminaba hacia la nada por aquel desierto buscando algún sitio en el que pasar el resto de mis días. La herida del hombro me empezaba a arder y doler de nuevo. Debía curarla cuanto antes que empeorara pero no tenía nada que me pudiera servir. Tenía mala pinta, acelere el paso. Empezó a sangrar de nuevo y a echar una especie de líquido verdoso. Comencé a pedir ayuda con la esperanza de que hubiera alguien por allí. Acelere más hasta correr, me sentía mal. Me maree y comencé a flaquear, pero no me detuve. A lo lejos comencé a distinguir la silueta de un edificio acelere el paso mientras sentí como poco a poco iba perdiendo las fuerzas. Llegue al edificio, parecía un viejo refugio abandonado. Caí de rodillas en la entrada y llame.

- A-ayuda...-murmure mientras sentía que perdía la consciencia.

La puerta se abrió una silueta se acercó a mi alertada, entonces me desmaye...

No se cuánto tiempo pase inconsciente, pero al despertar la cabeza me daba vueltas. Estaba en una habitación de colores neutros notablemente cuidada. Comprobé mi hombro, estaba curado y vendado. Me incorpore con cuidado y observe el lugar con detenimiento. Pio dormía a mis pies, me levante con cuidado y fui a pasear por el lugar.

- ¿Hola? ¿Hay alguien?-pasee por el lugar buscando a la persona que me había ayudado.

- ¿Qué deseas Ellen?-pronuncio una voz fría pero a la vez servicial y amable.

Me gire y busque con la mirada, pero no había nada y ni nadie.

- ¿Dónde estás? –observe mis alrededores pero estaba totalmente sola.

- Estoy aquí Ellen...-hablo desde las sombras.

Me gire topándome con un holograma de un chico joven, era alto, me sacaba una cabeza o más, tenía el pelo plateado y los ojos azules neón. Me quede mirándolo sin saber que decir, era tan real, no sabría decir que expresaba su mirada en ese momento, su rostro era frio e inexpresivo, pero sus ojos...

- Estoy aquí...-llamo mi atención.

- Hola...-murmure aun mirándolo.

- ¿Que deseas Ellen?-volvió a preguntar.

- ¿Quién eres...?-me atreví a preguntar.

- Soy I.A.N. –respondió formal.

- ¿I.A.N.?-lo mire extrañada.

- I.A.N siglas de Inteligencia Artificial del Neovundo...-se presentó.

Me quedé mirándolo detenidamente, vestía con ropa formal y característicamente llevaba las manos en los bolsillos. Su expresión era neutral, no mostraba ningún tipo de sentimiento, sin embargo sus ojos eran diferentes expresaban algo, aunque nunca fui capaz de descubrir el que.

Volví a la realidad la realidad y me percaté de que me estaba analizando con la mirada. Me puse nerviosa e hice un intento de esconderme con los brazos tímidamente.

- ¿Sucede algo Ellen? - su tono era interesado y servicial.

- No... -murmure tímida.

- El sujeto presenta síntomas de nerviosismo y miedo... -su tono cambio por unos segundos- no te preocupes Ellen no voy a hacerte daño estoy aquí para protegerte...-Su tono cambio de nuevo al que había escuchado por primera vez aunque con un toque cordialidad.

- ¿Protegerme?

Asintió mirándome.

- I. A. N. Es el sistema de defensa y protección del ser humano, creado con la finalidad de asegurar la supervivencia de la especie humana -explicó volviendo al tono frio.

I.A.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora