IV. Querido Sam

5 3 0
                                    


El tiempo pasa y aún sigo aquí esperando. Ya han pasado 2 años y aún no he podido salir. Cada día que pasa es la pesadilla que nunca soñé vivir. Me siento en mi escritorio y miro sin expresión mi diario, si mi diario, ese que tú me regalaste, ese que llenamos de fotos graciosas y tonterías varias. De alguna manera las ideas y las palabras congeniaron en mi cabeza y comencé a escribirte.

"Querido y perdido Sam...

¿Dónde estás? ¿Estás vivo? ¿Estás muerto? ¿Me recuerdas? ¿Me olvidaste? ¿Me quieres? ¿Me odias? ¿Me estás buscando? ¿O sigues perdiéndote? Si estás ahí rompe por favor esas leyes de las que me hablabas y respóndeme aunque sea una sola vez. Sam... Ok está bien ya me moleste contigo... si no vas a responder al menos escúchame... han pasado muchas cosas desde que no estás... IAN es el robot de la base... es frío y sobreprotector... pero hay algo en el que me intriga... y ya que no puedo salir de aquí voy a averiguar que es...

Te escribo pronto.

Aun esperándote,

Ellen. "

Cerré diario y me quedé mirándolo. Sentí como ciertos ojos neones se posaron en mi y empezaron a analizarme. Me gire y lo miré imitándolo. Él se extrañó con pocas veces hacía, empecé a reír sin poder evitarlo.

- ¿Que te sucede? -se alarmó

- Jajaja no puedo jajaja -reía sin parar.

- ¿¡...!?

- Jaja no puedo respirar jaja .

IAN se alarmó más y trato de hacer que dejara de reír, pero no había forma. Me tape los ojos riendo y poco después me calme. Me había reído tanto que tenia los ojos húmedos. IAN me analizó nuevamente.

-¿Qué era eso?

- Se llama risa -sonríe secándome las lágrimas.

- Suena a enfermedad, ¿estas enferma?

- No, que va, reír es una forma de expresarte cuando estás contento, la señora Jefferson decía que es muy sano.

- Risa... -se quedó quieto, sus ojos miraban al infinito- la risa queda prohibida...- dictaminó con voz fría.

- ¿¡Que!? ¿¡Por qué!?

- por riesgo de morir por asfixia...-dijo indiferente.

- ...

Me miró volviendo a la normalidad y se fue de mi habitación. Quede impactada unos segundos, sin poder creer lo que acababa de escuchar.


I.A.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora