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— ¿No haz soñado más con ése payaso? — preguntó Henry a un lado de Helo.

Hace dos minutos su hermano había vuelto de la escuela, y Helo le había preparado el almuerzo.

— No... — dice extrañada Helo — Creo que las pesadillas se acabaron — alzó los hombros.

— ¿Tú y Patrick son novios? — preguntó de repente el rubio, llevándose un pedazo de pan a la boca.

Helo miró a su hermano y después bajó la mirada. Tenía miedo de la reacción de él, Henry era demasiado sobreprotector con ese tema.

— Mmm... Sí — respondió ella de una vez.

— Sabes que tendré que partirle la puta cara si te hace daño..., ¿cierto? — subió sus rubias cejas.

Helo asintió con una sonrisa, y se dispuso a comer. Con el pasar de los segundos, fue pensando; ¿Patrick le haría daño?, ¿la tratará mal?. Instantáneamente borró esas posibilidades de su mente, sabía que Patrick no sería capaz de hacerle algo malo.

~*~

El tartamudo sabía que no había nadie en casa de Helo. La chica había salido y Henry también. Caminó hasta la entrada de la casa y miró por tercera vez en el trayecto la carta que tenía en sus manos.

Decidido, metió el papel bajo la puerta y dio la vuelta. Sólo quería que Helo supiera que alguien más la quería; aunque obviamente él no colocó su nombre en la carta.

~*~

— Hola señora Janne — saludó Helo apenas abrieron la puerta.

— Oh. Hola linda, ¿buscas a Patrick? — preguntó sonriente la señora.

Aunque esa sonrisa no le llegó a los ojos, se le notaba cansada y somnolienta. Habían veces en que la mamá de Patrick lloraba en silencio debido al rechazo y comportamiento de su hijo. La única esperanza que le quedaba de que Patrick cambiara; era Helo.

— Sí — asintió la chica.

— Está en su habitación, acaba de ducharse. Sube — le indicó ella.

Helo pasó con timidez y caminó hasta las escaleras de madera que habían al cruzar la sala. Subió y tocó la puerta blanca que pertenecía a Patrick.

Escuchó un “pasa”, así que lo hizo. Encontrándose con un Patrick sin camisa dándole la espalda.

— ¿Patrick? — lo llamó Helo.

El chico volteo y sonrió al ver a su chica. Caminó hasta ella y le dio un beso en los labios.

— Hola, iba a tu casa ahora mismo — comentó él.

— Quería decirte que iré a llevarle el almuerzo a papá. — avisó. Patrick rodó los ojos y bufó —  Así que... Supongo que nos vemos en mi casa — se encogió de hombros.

Patrick la miró por unos segundos y se lamió los labios. Comenzó a acercarse a ella, y Helo fue retrocediendo hasta chocar con la pared.

Patrick puso sus manos a cada lado de la cabeza de Helo; acorralándola. Rozó los labios de él con los de ella y después la besó. Helo correspondió gustosa al beso, abriendo la boca para darle paso a la lengua de Patrick.

Helo subió sus manos desde el pecho desnudo de Patrick, hasta su cuello. Provocándole un gruñido al chico.

Patrick sujetó las piernas de Helo, hasta que los pies de ella abandonaron el suelo; la chica enrolló sus piernas en la cintura de Patrick. Comenzó a besar y succionar el cuello de Helo, y ella pudo sentir un bulto que se presionaba cerca de su entrepierna.

— T-Tengo que irme... — habló ella entrecortadamente.

— Quédate... Helo te necesito — habló él entre su piel.

— No. Patrick... Papá se enfadará — dijo ella.

Algo dentro de Patrick le gritó que tenía que dejarla, él no quería que Helo tuviese otro problema por la culpa de él.

— Bien — dijo él entre dientes.

La bajó con cuidado y Helo le sonrió. La chica lo abrazó por la cintura y Patrick le correspondió.

— Nos vemos en la noche, ¿si? — dijo ella con los ojos cerrados.

Patrick besó la nuca de Helo y asintió.

~*~

— ¡Helo! — gritó alguien a sus espaldas.

El platinado llegó al lado de la muchacha y le dio un abrazo amistoso.

— Hola, Vic — sonrió ella mirándolo.

— Hola enanita, me hacías falta. — sonrió él — ¿Por qué no fuiste hoy? — frunció el ceño.

Helo alzó el pie para no tropezar con una roca que se encontraba en el suelo.

— Tenía gripe, pero ya estoy mejor. — aseguró — ¿Me acompañas a llevarle algo a papá? — preguntó ella.

— Claro — alzó él los hombros — Tengo que decirte algo... — habló en tono serio.

— ¿Qué ocurre? — arrugó ella sus cejas.

— ¿Recuerdas... Aquella vez que me dijiste haber visto a un payaso cerca del pozo de los besos? — Helo asintió — Pues... Ahora te creo. Ayer estaba con los chicos y cerca de los árboles había un payaso con sangre en la boca — miró él el suelo — Fue escalofriante.

— ¿Los demás los vieron? — inquirió ella.

Vic negó.

— Vic tú... ¿crees que ese payaso tenga que ver con las desapariciones? — cuestionó la morena.

— No estoy muy seguro. La policía dice que es un secuestrador, pero todos sabemos que aquí en Derry hay algo — insinuó.

— Espero que ese “algo” no sea real. — comentó preocupada Helo.

Vic la miró y sonrió. Muy al fondo él era una persona muy dulce, y algo insegura. Pero siempre había sido cariñoso con Helo, por esas razones aveces él y Patrick tenían discusiones.

Casi siempre le atormentaba el hecho de no poder decirle a Helo la verdadera oscuridad que se escondía en Patrick.

No la quería hacer sufrir, ya que ella era su mejor amiga.

Weak Mind |Patrick HockstetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora