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Helo estaba de cuclillas en la esquina de la habitación, abrazando sus rodillas y la cabeza escondida entre ellas; con el cabello tapándole el rostro. Su cuerpo temblaba ferozmente, y acarició sus brazos en donde estaban aquellas marcas.

Las marcas del cinturón de Patrick.

Sin contar el rosetón en su mejilla. Aquel que le había pegado anoche no era Patrick — o eso quería creer—. El Patrick que le había regalado una rosa quemada, el que la sacó de su infierno llamado "casa" no era el mismo que le había golpeado.

Muy al fondo Helo se convencía de que Patrick no estaba consciente de lo que hacía, pero eso no quitaba el hecho de que él le había pegado con su cinturón.

El pelinegro abrió sus ojos y se levantó de la cama, sintió un mareo y se estabilizó. Revolvió su cabello y paró en seco al ver a Helo en aquella esquina.

— Hey... ¿Qué pasa? — preguntó intentado apartar un mechón de su rostro.

Helo apartó su rostro con miedo y se abrazó más fuerte. Patrick frunció el ceño y se arrodilló al frente de ella.

— Déjame... — susurró ella asustada.

— ¿Estás bien? — le tomó del brazo. El chico quedó congelado al ver esa gran marca en el brazo de ella.

Le quitó el cabello del rostro y vio el rosetón que tenía debajo del pómulo. Tenía un color que iba del morado al verde.

— ¡Por Dios, Helo!, ¿quién te lo hizo? — preguntó ajeno a los recuerdos.

Helo abrió los ojos con sorpresa y lo miró. ¿Cómo podía preguntarle eso?, ¿acaso no recordaba?. Helo estuvo pensando toda la noche sobre lo que decían de Patrick, en la escuela todas decían que Patrick golpeaba a sus novias, y que las maltrataba.

Pero nunca llegó a pensar que él le pegaría.

— F-Fuiste tú — tartamudeó.

Patrick frunció el ceño y negó con la cabeza.

— No. No, yo no lo hice — volvió a negar.

— Tú me golpeaste... Cuando llegamos anoche de la fiesta — sollozó ella, pero intentado contener las lágrimas.

— Helo... Sería incapaz de golpearte, no soy como tu padre — se defendió indignado.

— ¿No lo recuerdas? — frunció ella el ceño — Fuimos a una fiesta, y tú comenzaste a pelear con Vic. E-Enloquesiste —.

— Jamás te golpearía — aseguró Patrick llevando una mano a la mejilla de ella.

Ahí, Patrick se dio cuenta de que la mirada de Helo era de miedo. Lo que le pareció extraño, ya que el era el único «real», y por lo tanto el único que podía sentir miedo... O cualquier sentimiento.

Patrick Hockstetter tenía muchos secretos, y entre ellos está su trastorno de solipsismo; el cual consiste en que Patrick cree que él es el único real, y las demás personas son sólo parte de su imaginación.

Si Helo no era «real», ¿entonces porqué sentía miedo?. Las personas imaginarias no sentían miedo. A menos que ella si fuese «real».

Lo cual era muy malo.

— ¡Patrick!. ¡Tu amigo Henry quiere verte!, ¡va para tu habitación! — gritó de repente la señora Janne desde el primer piso.

Helo levantó la vista y Patrick rodó los ojos al ver al mencionado abrir la puerta. El chico rubio miró a su hermana y frunció el ceño al notar el rostro se asustada que tenía.

— ¿Qué le hiciste? — se acercó Henry.

— No le hice nada — gruñó Patrick mirándolo.

Patrick. Ella es real, sabes lo que tienes que hacer”, hablaron las voces en su cabeza, aquellas que se habían desaparecido.

Henry se agachó al lado de Helo y le acarició el cabello: — Te... Traje un poco de ropa, papá está buscándote como loco. ¿Quieres ir a comer algo conmigo? — le preguntó con una media sonrisa.

Patrick apretó su puño y respiró hondo, pasó su azulada vista a su novia y esta le miró a él.

Patrick asintió y sonrió falsamente.

— Está bien — asintió ella.

Patrick se levantó y ayudó a Helo para que hiciera lo mismo. La chica bajó la vista y le pasó a un lado para irse con su hermano.

— Nena..., ¿Después hablamos? — preguntó Patrick.

Helo volteó y solo asintió. Henry la tomó de los hombros y le dio una mirada a Patrick antes de llevársela.

El pelinegro cerró la puerta con una patada y bufó. Tomó su cabello y lo jaló hacia atrás en forma de desesperación, se dio la vuelta y empezó a caminar de un lado a otro mientras trataba de ignorara aquellas voces.

— Helo no es real. Helo no es real. Helo no es real — repetía una y otra vez intentado convencerse.

Le preocupaba que ella fuera real, ya que la última vez que descubrió que alguien era real; fue su hermano Avery. Y las voces le convencieron de que tenía que matarlo, porque solo Patrick podía ser el único real.

Ella es real

Sabes lo que tienes que hacer

Mátala

— ¡NO!. ¡CÁLLENSE! — gritó pateando todo lo que tenía al frente.

“Ahógala”

“Quémala”

“Córtale el cuello”

El chico paró en seco y abrió la puerta para bajar corriendo hacia la sala de su casa, su madre estaba en la cocina y ni se percató que Patrick estaba llamando a alguien por el teléfono.

— ¿Sí? — contestó el platinado.

— Vic necesito tú ayuda, es... Helo se está volviendo real — hablo con desesperación.

— ¿Seguro?

— ¡Maldición sólo ven a mi casa!, ¡no quiero hacerle daño! — pidió.

— Voy para allá — aseguró el chico antes de colgar.

El único que sabía la enfermedad de Patrick era Vic Criss, aunque no entendía mucho; sabía que era muy malo que alguien se volviera real para Patrick.

Si las voces convencían a Patrick, eso significa que Helo Bowers corría gran peligro.

Weak Mind |Patrick HockstetterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora