[MARATÓN 2/4]
—Hola — me saluda Jake.
—Pasa — digo haciendo un espacio con la puerta para que pueda entrar.
Pasamos al salón y nos sentamos en uno de los sillones, ambos mirando nuestras manos.
—Lo siento — comenzó él a hablar — Yo sólo... No lo sé. Sabes que nunca haríamos nada si tú no quieres, pero... Me dijiste que estabas sola y mi mente empezó a pensar cosas y pensé que querías... Bueno, ya sabes...
Levanté mi mirada y la fijé en sus ojos azules.
—Yo... He estado pensando estos días, y puede que tengas razón. Es decir, quizás ya va siendo hora... No lo sé, Jake...
—No quiero que te sientas presionada, _____. Sólo avísame cuando estés preparada, porque yo voy a estar encantado, y lo sabes.
—¿Y cómo te aviso? ¿Te digo "Estoy lista para perder mi virginidad contigo"? — pregunto. Él suelta una carcajada y yo una pequeña sonrisa.
—¿Qué te parece si ponemos una palabra clave? Cuando estés lista me dices "fotosíntesis" y yo sabré a lo que te refieres.
Ahora fui yo la que reí.
—¿Fotosíntesis?
—¿Se te ocurre algo mejor?
—Sí — respondí. Él alzó una ceja a la espera de mi "súper idea" — Metamorfosis.
Ambos empezamos a reír.
—Eres un caso. Que lo sepas — dijo él entre risas.
—Y tú eres un tonto.
—¿Perdona? — dijo acercándose más a mí.
—Que eres un tonto — repetí. Le enseñé la lengua.
—Ahora verás — dijo.
Se abalanzó sobre mí y comenzó a hacerme cosquillas. Yo no dejaba de reír. Las coquillas eran mi punto débil.
Estuvo así como diez minutos. Yo lloraba de la risa y me dolía la barriga.
—Para Jake — reí — Ya está.
Él dejó de hacerme cosquillas, pero se quedó encima mío, mirándome a los ojos. Puse mis manos en su cuello y lo atraje hasta mí, uniendo nuestros labios en un tierno beso.
—Mañana me voy — dije cuando nos separamos por falta de aire — Todo el verano. Me voy a un campamento con Jess y algunos amigos suyos.
—¿Todo el verano? — preguntó aún encima mío. Asentí.
—¿Qué te parece si aprovechamos este último día y aprendemos la fotosíntesis de las plantas? ¿Quizás mejor la metamorfosis de las mariposas? — dije seductoramente.
—¿Segura?
Asentí.
Supongo que ya sabéis lo que pasó después, no hace falta explicarlo, pero os haré un resumen: perdí mi virginidad con Jake en el sillón del salón de mi casa. No fue el mejor sitio para hacerlo, pero fue muy bonito. En todo momento Jake me preguntaba si todo iba bien. Y por si os lo estáis preguntando: sí, usamos protección.
Una bonita despedida donde lágrimas por mi parte se unieron a ella.
*Al día siguiente*
—Despierta _____. Jess pasará pronto a buscarte — me despertó mi madre.
Asentí más dormida que despierta y mi madre salió de mi cuarto no muy convencida tras darme un beso en la frente.
Cinco minutos después, me duché, me sequé, me vestí y me peiné quedando así: http://www.polyvore.com/cgi/set?id=119025386&.locale=es