Prisión Marvel (Crossover Yaoi Xmen-Avengers)

Primer día en Marvel

Las cosas en Marvel, una prestigiosa prisión estaba algo alborotadas, ya que, debido al cierre de una pequeña prisión en el otro extremo de la ciudad de Electroville, la prisión de Crossmore. Hoy llegarían algunos reos nuevos y por lo tanto los presidarios estaban hiperventilados esperándolos, haciendo grupos ansiosos.  

Logan se encontraba en una esquina absolutamente sólo, fumándose un habano y observando todo. Odiaba estar en este lugar y, sobre todo, odiaba a la gran mayoría de los delincuentes con los cuales tenía que compartir espacio, además hoy le molestaba de sobremanera el ambiente de nervios y ansias que se encontraba en el lugar.

Charles revolvía las manos nervioso, no podía creer lo que le había ocurrido. La perra de su madre – ahora se permitía llamarla así – le había inculpado del asesinato de su padrastro, de forma que, ahora era de única heredera de su difunto esposo muerto Xavier. Por su culpa los años de esfuerzo en estudios se habían ido a la mierda, ya nunca podría volver a tomar su cargo de profesor en la universidad.

Raven estaba desecha, prometió sacarlo de ese lugar en cuanto pudiera, a Charles se le partía el corazón verla llorar, por lo tanto, se aguantó sus sentimientos y sólo le respondió con una tímida sonrisa, antes de entrar a su nuevo hogar, aquel en el que tendría que vivir por años.

Por su excelente comportamiento en el proceso judicial y su impecable historia de vida, le habían enviado a una pequeña prisión, Crossmore. Sin embargo, en último momento esta había dejado de funcionar, teniendo que redistribuir a los reos en distintos lugares, de forma que ahora quedó asignado en Marvel.

Si bien, se decía que era una excelente prisión manejada por el mejor alcaide llamado Stan Lee, algunas cosas no las lograba comprender, como por ejemplo, que no hubiera separación en los pabellones según la gravedad del delito, por lo tanto, podías tener como compañeros de celda a un asesino profesional y a un simple ladrón.

Caminaba nervioso en compañía de algunos guardias, el señor Stan Lee le había informado que ya estaba todo el orden y que incluso tenían a su compañero de habitación asignado. Les rogaba a todos los dioses que no fuera un asesino o un abusador, ya había tenido que soportar a demasiados bravucones en su vida, se estremeció al recordar a aquellos idiotas que le encerraban en los casilleros.

- Xavier, deje todas sus pertenencias y cámbiese por el uniforme. Celda 230 – Charles ni siquiera se esforzó en hacer alguna pregunta, se cambió ropa y siguió al guardia que le regalaba una sonrisa – mi nombre es Azazel, si necesitas algo sólo me avisas – y con esa amable despedida Charles ingreso al patio de la prisión.

De inmediato sintió la mirada de todos los presentes, no sabía que hacer y estaba seguro que en cualquier momento le daría un ataque de pánico. Dio un salto al sentir que alguien le tocaba el hombro, al girarse prácticamente se puso a llorar y se lanzó a los brazos del hombre que se le había acercado.

– Profesor Banner no lo puedo creer –

– Xavier, cuéntamelo todo –

Ambos hombres se habían conocido muchos años atrás en un diplomado de introducción a la genética humana, cuando sólo eran unos mocosos interesados en la ciencia. Si bien habían mantenido el contacto, ninguno estaba al tanto de la situación del otro.

Charles les explico el porque estaba en aquel lugar, por fin se permitió llorar en el hombro de alguien, a lo lejos pudo escuchar cómo le gritaban marica. Bruce le pidió ignorarlo y luego le comentó que el estaba acusado de malas prácticas en un experimento, cuya consecuencia fue la mala salud y muerte de algunos participantes.

– ¿Cuál es tu celda?, yo estoy sólo y quizás el destino nos juntó nuevamente –

– 230 –