Mi casa es un total desastre.
¿Una sorpresa?
No.
En el mueble negro con forma de L se encuentra Josh con una bolsa de hielo sobre su ojo derecho que se encuentra todo amoratado, eso lo hace lucir peligroso, pero su camiseta blanca de Winnie Pooh con una pistola no lo ayuda demasiado.
Alex está sentado, por no decir tirado, en uno de los taburetes del alfeizar sin camiseta, dejando a la vista su costado que se encuentra completamente hinchado, lastimado y amoratado del lado izquierdo, tiene el labio partido, y un ojo casi cerrado por un golpe.
Paso frente a ellos enojada chapoteando el agua que hay en el suelo, intentando no pisar los vasos ni los cristales de botellas rotas.
Se preguntarán como es terminamos así...
«Estaba apoyada en mi cocina contra la fría pared junto al lavadero tomándome una soda de naranja y riendo junto a Priscilla alejadas totalmente de la fiesta.
Ninguna de las dos conocía a los presentes, así que fue bastante fácil que nos alejáramos de todos, más cuando nuestros ojos tomaron cuenta de la aplastante presencia de Joeannie Davis, no sabíamos si su presencia se podía atribuir a alguna amistad forjada con Alex o Josh, por medios investigativos que favorecieran a Nicole o por el periódico escolar.
Cualquiera que fuese la razón era un problema para nosotras, luego del trabajo de biología no habíamos querido volver a cruzar palabra.
—Deberíamos volver —dije cuando mi risa culminó y la castaña me miró elevando una ceja, como si no creyese que le estuviera arruinando la diversión.
Pero ya teníamos bastante rato que nos habíamos alejado de los chicos.
Y realmente no me había ido con el único propósito de huir de la multitud, si no por el simple hecho de que mezclar un asocial con un grupo de personas no es una buena idea, no importa cuál sea la razón, ¡Eso nunca es una buena idea!
La gente asocial no sólo teme a hacer el ridículo frente a las demás personas, sino también de tener que verse involucrada con ellas en el futuro.
—Pero si aquí estamos bien —me miró con suplica—. Solo un rato más, no estoy de humor para sentirme una intrusa gente pegajosa y empalagosa —en su rostro se plasmó un claro descontento—. Aparte, Josh está en la habitación de Jazmín, no conozco a nadie aparte de él y el estúpido de Felipe no ha llegado.
Estoy segura de que su desagrado es más por lo que quizás esté pasando entre Josh y Jazmín que por la ausencia de Felipe.
Lo comprendí.
Crecí acostumbrada a que Jazmín hiciera las cosas y dijeran "ya sabes cómo es Jazmín" o "es Jazmín", como si el simple hecho de ser ella explicara lo que estuviera haciendo, como si esa debiera ser razón suficiente para aceptarlo en silencio, y no había una cosa que me enfadara más que la gente cediendo ante las imprudencias de mi hermana sólo porque es ella.
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Los ojos también mienten © #1 [✔]
Novela JuvenilJoshua y Biangelis danzan en la cuerda floja de la rivalidad, dos almas destinadas a colisionar con personalidades que parecen imposibles de armonizar. Ni siquiera la intensidad de la conexión que comparten, una llama que arde en la oscuridad de su...