Capítulo 1 (Editado)

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Mery

Mi infancia no había sido la más normal, jamás tenía tiempo de respirar con tranquilidad gracias a las múltiples actividades de las que estaba lleno mi día, mis padres eran los mejores empresarios de todo el país por lo tanto me crié entre nanas y viajes de oficina, hasta que entre en la escuela y los internados formaron parte de mi vida, después vino la universidad, los internados pasaron a formar parte de mi pasado, había estudiado una carrera en Harvard y otra en una escuela en línea, administración de empresas y negocios internacionales, cuando cumplí 20 años tome posesión de las empresas ya que mi padre había enfermado gravemente, aquello había sido un golpe para nosotros como familia pero habíamos sabido salir de aquello y yo había logrado colocar la empresa muy alto y siendo reconocida a nivel mundial por la tecnología y por todos los productos de loa que éramos acreedores

Esa era la razón por la cual necesitaba tener a personas preparadas y eficientes a mi lado, ninguno de nosotros podríamos darnos el lujo de fallar, eso nos costaría millones que yo no estaba dispuesta a perder

Mi antigua secretaria era una total idiota inservible que no lograba hacer nada bien, cada dos por tanto terminaba arruinando algo importante que después tendría que arreglar yo, se suponía que ella estaba para hacer mi vida un poco más sencilla y resultaba ser todo lo contrario, era por eso que ahora me encontraba perdiendo mi tiempo tratando de encontrar a alguien que fuera completamente capaz como para hacer su trabajo bien.

―Entonces dices que eres capaz de mantener mi agenda en orden y hacer todo el trabajo que te mando? — me miro con miedo ― y quita esa cara, me fastidias

—Yo...em... yo

Tartamudeo con demasiado nerviosismo haciéndome darme cuenta de que no funcionaría para este trabajo

—Sal de aquí, por lo visto no eres lo que deseo como secretaria ―La chica recogió sus cosas y salió llorando de la sala de reuniones, sacándome una sonrisa de satisfacción—Todas son unas idiotas incompetentes ¿Qué rayos les enseñan a esas chicas? — Solté molesta azotando la carpeta con la información de las candidatas en el pequeño escritorio — necesito que tengan un mejor currículo no solo que sean bonitas

—Lo que pasa es que tu eres demasiado dura, ya te he dicho que debes de ser mas amable — mi prima y mejor amiga me sonrió― sé que nadie logra llenar tus expectativas, pero al menos podrías no hacerlas llorar, ya es bastante malo que crean que este lugar sea la puerta del infierno por tu culpa como para que hagas que se lo crean mas

Mi prima me sonrió con burla gracias a la cara de pocos amigos que le regale

—Oye yo soy muy dulce, admítelo — me burle un poco — solo necesito a alguien que aguante mi ritmo, que no falle y que no me complique más la vida, tengo demasiado trabajo y a veces quisiera solo tomar un pequeño respiro

—Ya encontraras a la indicada — soltó con demasiada burla obviando mis otras palabras — sé que estas agotada, solo ten un poco de paciencia

—Eres una tonta

Tan pronto como solté ese insulto otra chica entro, pero volvió a pasar lo mismo, su currículo era un asco, y ni que hablar de sus calificaciones, yo necesitaba a alguien inteligente y listo para soportarme, por que yo aceptaba que era un poco difícil, y que el trabajo que ellas realizaban para mí era muy importante y demandante

Estaba empezando a recoger mis cosas cuando se abrió la puerta, un chico con lentes y ropa demasiado anticuada como para su edad entro por la puerta, acomodo sus anteojos con nerviosismo y nos miró antes de bajar la mirada hacia el folder que llevaba en las manos

Enamorándome de mi SecretarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora