Capítulo 8 (editado)

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Liam


Había escuchado bien sus palabras o al menos eso era lo que creía, ella acababa de pedirme que fuera su novio, quizá estaba demasiado cansado para comprender sus palabras o era verdad lo que ella me acaba de decir, estaba muy confundido y realmente creía que todo era un producto de mi imaginación

—Yo...yo no sé — tartamudee un poco aun tratando de poner en orden mis pensamientos

—Se que esto no ha sonado muy bien, lo que quiero decir es que solo será como un favor — me miro con un poco de nerviosísimo― prometo que cuando me deshaga de aquel sujeto serás completamente libre

—Eso no seria correcto — intente explicarle ― usted es mi jefa y yo un simple empleado

—Solo será por una semana, alguien indeseado estará por la ciudad — al momento en que soltó eso, se notaba bastante nerviosa y ansiosa ― no lo quiero cerca de mí y quiero evitar estar a solas con él

Ella ciertamente no se merecía que yo le brindara mi ayuda, desde que había entrado a la empresa me había humillado y tratado muy mal, pero sería como ella si no le ayudara, aunque no estaría nada mal darle su merecido y que entendiera que no podía tratar mal a las personas que le rodeaban

—Se que me he comportado muy mal contigo, y en verdad lo siento mucho — se disculpo y de verdad sentí que fue real

—Acepto sus disculpas, pero no estoy seguro de ser el más indicado para ayudarte en eso — y valla que tenía razón yo en mis 28 años jamás había tenido novia, prácticamente era un hombre adulto y virgen que no sabía ni besar ― no veo la razón por la cual crees que esto es buena idea

—Tu eres el indicado para ayudarme en esto, toma tus cosas te iras conmigo a mi departamento, ahí te explicare todo y por que estoy recurriendo a pedir tu ayuda — esta vez me miro suplicante casi me la imagine juntando sus manos y suplicando con más ganas y eso me lleno de emoción aun cuando no iba a pasar

—Esta bien, pero solo será una semana, no quiero que en la oficina mal interpreten todo esto — solté tímido ― ni que hablen de ninguno de los dos sin saber la situación

Sabía que esto terminaría muy mal, pero ella se notaba desesperada algo muy malo debió de haberle hecho esa persona para tener que recurrir a pedir la ayuda de alguien como yo inexperto y torpe para todas estas cuestiones, solo esperaba que mi ayuda le sirviera como ella aseguraba que seria

Sin mirarla camine hacia mi habitación y recogí mis pocas pertenencias, quizá cuando todo esto terminara podría mudarme a un lugar menos feo y menos peligroso, aunque me daba más miedo quedarme cerca de esta mujer no sabía cómo serían las cosas de ahora en adelante, cabía la posibilidad de que en cuanto terminara de ayudarle ella me despidiera y todo lo que deseaba hacer con mis próximas pagas se fuera a la basura

—Podemos irnos — murmure

—Salgamos de este lugar — miro mi pequeño departamento con algo de asco y desprecio, la mujer horrible de siempre había regresado

Comenzaba a arrepentirme de haber casi aceptado esta locura, prácticamente había aceptado ser su medio esclavo

—Te pagare, por esto que harás obtendrás un sueldo — hablo mientras bajaba las escaleras

No estaba muy de acuerdo con ese comentario, me sentía como si me estuviera vendiendo

—No soy ningún prostituto — me sorprendí a mi mismo por las palabras que brotaron de mis labios

Enamorándome de mi SecretarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora