Enamorándome de mi Secretario

Capítulo 2 (Editado)

Mery

La reunión había terminado, había conseguido lo que deseaba y ahora los tenia, a todos en la palma de mi mano, adulándome para que pudiera darles más cosas más adelante, algo que no pasaría, por el momento hasta que me demostraran que este contrato de verdad valía la pena

—Bueno caballeros, ha sido un gusto hablar con ustedes — miento un poco ya que en verdad ha sido demasiado tedioso soportar su prepotencia y machismo — me retiro, tengo otros asuntos que atender

—Una mujer con tantas comodidades como tú no creo que tenga mucho que hacer — el señor Harris soltó burlón

—Bueno una mujer como yo, lo puede dejar sin nada — lo mire altiva — no me tiente señor Harris, por que puedo destruirlo, ni siquiera necesito asociarme con su empresa, usted no me sirve para nada, solo lo hago por la amistad que aún conserva con mi padre, porque de ser así nuestra empresa no seguiría inmiscuida con la suya

Los demás hombres que se encontraban en la mesa me miraron con admiración, mientras que al señor Harris me miraban con algo de burla

—Así que por favor ahórrese sus comentarios estúpidos y misóginos— tomé mi copa y bebí un poco

—Niña insolente — murmuro ― esto lo sabrá tu padre

―Ya somos bastante mayorcitos para acusarnos con nuestros padres ¿no cree? — deje la copa en la mesa — compórtese como alguien de su edad y respéteme

Saque el contrato que el señor había firmado para formar parte de mi empresa y lo rompí en sus narices, ningún idiota me hablara así y menos en un lugar público sabiendo que lo puede perder todo como ahora, bastante me ha costado llegar hasta donde estoy, como para que este anciano idiota me venga hacer menos

—No quiero tener tratos con un hombre como usted — lo miro desafiante

Se levanto molesto y salió del restaurante.

—¿Alguien más? — pregunto mirándolos a todos

—Hiciste bien en no dejarte, al menos a mi ya me tienes en tus manos — Robinson me sonrió con coquetería

Debía admitir que es demasiado apuesto, pero si busca algo mas yo solo puedo ofrecerle sexo, nada de sentimientos estúpidos que no convienen en los negocios

—A nosotros nos conviene este trato así que, estamos a tus órdenes — esta vez quienes hablaros fueron los McGregor

—Muy bien caballeros enviare a sus respectivas empresas los contratos ya mejorados con las cláusulas que hemos establecido, si haya algo más que quieran agregar háganselo saber a mi secretaria, todo debe de quedar en perfecto estado antes de la forma oficial del contrato

Me despedí de ellos y salí rumbo a mi oficina, en cuanto el chofer me vio acercarme me abrió la puerta para que pueda subir y así emprender el viaje de regreso

—Gracias Arthur — le regale un simple asentimiento

—De nada señorita

Con pocas personas era amable y Arthur era una de ellas, desde que tenía 10 años comenzó a ser mi chofer, así que se ha ganado un lugar especial, no solo como mi trabajador si no como mi familia

Al llegar a la empresa adopto mi actitud de jefa y camino como toda una diva hasta estar dentro a la vista de muchos de mis empleados

—Arthur puedes irte a tu casa, hoy estaré hasta muy tarde en la empresa, puedes llevarte uno de los autos, quiero que me dejes a este bebe — señale a mi auto favorito