Mery
Esta semana había sido de las más complicadas para mí, no solo por la junta de inversionistas, sino también por el hecho de soportar como todas se comen con la mirada al dulce y tierno secretario, estaba cansada de que cada que llegaba por la mañana alguna de esas zorras estuviera con él o más bien dicho sobre él.
Unos toques en la puerta me hicieron regresar a la realidad
—Pase — grite molesta
—Jefa, aquí están los informes — me dijo un poco tímido, suponía que lograba ver a kilómetros mi furia y tenía toda la razón en este momento solo quería arrancarle la cabeza a todas y todos
—Podrías dejar esa actitud de niño pequeño, es molesto para mi — hable con la intención de herirlo ― detesto que vuelvas ser como antes ― cerré mis ojos por un momento diciéndome a mí misma que Liam no tenía la culpa, quizá la culpable era yo por hacer que su aspecto real saliera a la luz
Sabia que no estaba bien desquitarme con él, pero no podía evitarlo, las cosas en la casa no estaban muy bien que digamos, un socio de mi padre y mejor a migo de él, vendría a la casa y traería consigo al insufrible de su hijo no tenia ánimos de soportarlo y menos cuando él quería tener algo más conmigo no necesitaba que mis padres jugaran el rol de casamenteros.
—Lo siento jefa — se disculpó ― no volverá a pasar
—No quien lo lamenta soy yo, deja los informes y retírate a tu casa, tienes la tarde libre — le ordene ― en este momento no quería que estuviera rondando por aquí y menos cuando el sequito de mujeres lo estaban siguiendo
—Pero aun no término mi trabajo — se excuso con una pequeña sonrisa ― no puedo dejar pendientes
—Puedes llevarlo a tu casa — le di esa opción — quiero estar sola, así que largo, vete antes de que me arrepienta de darte la tarde libre
Liam salió de mi oficina como perrito regañado provocando una sonrisa en mis labios, respiré hondo y cerré mis ojos, el dolor de cabeza me estaba matando, después de la gala me iría de viaje. De la nada la puerta de mi oficina se abrió
—No te dije que te fueras a casa — hable mucho mas molesta
—Disculpe — una voz varonil me hizo abrir los ojos
—Ah detective Kened — le hice una señal con mi mano para que tomara asiento —¿Qué lo trae por aquí? — pregunte con intriga
—Por lo visto ya olvido que me encargo investigar a su secretario — me miro con reproche
—Cierto — me masajee la cien — déjelo aquí, y ya sabe el dinero será depositado ― gracias por su trabajo
—Es un gusto hacer negocios con usted señorita — se retiró, pero no sin antes dejar un folder negro sobre mi escritorio
Había olvidado que una investigación hacia Liam estaba en curso, sin ganas la tome y comencé a leerla, no era como si algo interesante haya pasado en su vida.
Liam Allen Ackerman
Edad: 28 años
Nacionalidad: Europea y Americana
Fecha de nacimiento: 14/junio/1993
Nació en Europa, pero se mudaron cuando Liam tenía 4 años de edad a Estados unidos, dos años después sus padres murieron en un accidente de auto, quedando bajo la tutela de sus tíos quienes le cuidaron hasta que cumplió 18 años cuando él se fue a la universidad, en el lapso que vivió con su tía fue maltratado física y emocionalmente, los maltratos iban desde golpizas hasta dejarlo tirado en la calle por las noches, la herencia de sus padres fue gastada por sus tíos, dejando al chico completamente desprotegido, sufrió de abusos también en la escuela, no tiene más familiares, sus abuelos también murieron.
ESTÁS LEYENDO
Enamorándome de mi Secretario
Historia CortaMery La mujer más deseada y temida entre los empresarios, audaz y sin corazón asiera como todos la describían, la Bruja muchos le llamaban así por la fama que le precedía, no le importaba pasar sobre de quien fuera para obtener todo lo que ella des...