[ 2.6] «Al caer el sol de verano...»

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Cuando el tiempo transcurrió al punto de que nadie salió del cuarto donde hablaban, James decidió llamar  para saber si todo estaba bien. Al no obtener respuesta abrió la puerta y se encontró con un cuarto vació de no ser por los libros, muebles y una profecía sobre estos. 

Claro que la imprudencia de Sirius era conocida por James, pero no menos molesta teniendo en cuenta la situación, era demasiado imprudente, hasta para el gusto de James. Pero ellos no regresaron, incluso fue incapaz de dormir pensando en la seguridad de sus amigos.

Lisange fue la primera en regresar, James se levantó estaba evidentemente enojado per aun tuvo la precaución suficiente de sacar su varita y apuntarle a la castaña, ella sabía porque lo hacía, y aun así  lo miro con absoluta calma.

—La hermana de Lily es una amargada —respondió la bruja con el cabello sobre su rostro que le dejaba ver una sonrisa muy propia de ella, James río por primera vez esa mañana. Ella elevó el rostro pues Lily se asomaba por la entrada—. Sin ofender, amiga.

Lily negó la cabeza divertida.

—Sirius fue por su hermano, antes de que lo pregunten —añadió Lisange acomodándose el cabello.

Con aquella respuesta James lanzo un bufido de exasperación llevándose una mano hacia su frente lo que le alboroto a un más su desorden que siempre traía.

—¡¿Es que acaso él no entiende?!

—Ambos queremos saber de qué habla la profecía y Regulus es la única persona en la que podría "confirmar" —comentó enfatizando la última palabra con sus dedos.

—¿Por qué se fugaron? —preguntó Lily calmadamente.

—No lo pensamos —respondió Lisange como si no tuviera importancia, algo que iba contra ella pues otras ocasiones era evidente ella era la persona que pensaba en aquel dúo—. Sólo surgió. Creo que no ayudo que estuviéramos encerrados por una semana.

—¿Y dónde estuvieron?

—Bueno... —ella miro al otro lado en la habitación como si pensara en una excusa. Por supuesto estaba nerviosa y trato de ocultarlo sosteniendo la respiración en sus pulmones para que sus habilidades no se descontrolaran—. ¿Qué hay de desayunar?

—Pancakes, está todo listo —contestó Lily.

—Lisange... ¿Dónde estuvieron? —Volvió a preguntar James.

La metamorfomaga lo miró con los ojos muy abiertos y se estiró para ver el reloj. Ante lo cual Lily le dio un codazo en las costillas a su esposo quién la miró confundido.

—Vamos a desayunar —recitó la pelirroja tomando del brazo a James que lanzandole un guiño a su amiga comprendió que la noche anterior era unicamente asunto de Lisange y Sirius. 

***

Sirius apareció en el parque frente al número 12 de Grimauld Place. El lugar donde había crecido y donde nada había cambiado en todo ese tiempo. Nunca hasta ese día había imaginado volvería a aquel lugar y si no fuera porque necesitaba hablar con su hermano, no lo habría hecho. 

Subió las escaleras y toco la aldaba en forma de serpiente y bastante renuente tomó el pomo de la puerta, esta reaccionó a su contacto y se abrió, habían pasado casi tres años y su padre no había cambiado la protección todavía.

Como si tuvieran la esperanza de que volviera.

Al abrir la puerta, miró por el largo pasillo cubierto de pinturas. Muchos recuerdos de su infancia llegaron a su mente, aunque la mayoría no eran exactamente felices, odiaba aquel lugar.

La vida Secreta de Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora