Capítulo 9: Un vestido, una declaración

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Al fin empezaba a olvidarla, incluso ya no la buscaba por los pasillos o la miraba en clase. Alisson me había ayudado más en estos dos meses a olvidarla que mis mejores amigos en un año, ella no se daba cuenta de lo mucho que me había ayudado. Siempre estaba diciendo locuras o haciéndolas, siempre sonriendo, siempre poniéndose su pelo de lado o haciéndose un moño. Era todo lo opuesto a Jess y se parecía tanto a mi que su presencia era como llenar una parte vacía en mi interior. Su aspecto era como las demás no descataba entre las demás, pero cuando la miraba... me daba la impresión de ver a una Diosa griega, poderosa, valiente, y hermosa. Ella era hermosa a su manera.

Mike y yo quedábamos más a menudo, daba gusto hablar con él sin haber ningún secreto, lo había recuperado, había vuelto a perder a Jess, aunque yo ya no lo consideraba una pérdida. Rob y Oscar empezaron a salir, se les veía muy feliz, al punto que Rob a veces ni siquiera venía a los ensayos. Phill se veía más con su novia, habían vuelto a la etapa de estar todo el maldito rato juntos. Así que sólo quedábamos Jess y yo, que decidimos venir ella con su novia y yo con Alisson. Mike y Alisson se llevaban bien, al punto que un día dijo:

-Vigila a tu novia que un día de estos te la robaré.

Lo que me dejó sin habla por la parte que Jess estaba ahí y que no éramos novios, al cambio a Alisson soltó una de esas risas maniáticas. Pero Jess parecía odiar a Alisson por la forma en la que miraba e incluso hablaba, puede que después de lo que dijo Mike lo entendiera pero lo hacía mucho antes que lo dijera.

Estaba en casa de Rob con Oscar en el sofá viendo El lobo de Wall Streetcuando sonaron a la puerta, Rob fue a abrirla y escuché llantos de mujer, llantos cuales ya conocía, llantos de Jess. Rob volvió treinta minutos después sin ella. Nunca supe la causa la causa de sus llantos.

-¿Quién era?- preguntó Oscar cuando su novio volvió.

-Solo Jess, le tenía que dar una cosa.

-Me pareció escuchar llantos-dije mirando la película.

-¿Llantos? Que va, te lo habrás imaginado- dijo en tono defensivo.

-Bueno no te has perdido gran parte de película, tan sólo que su mujer al fin descubrió que le engañaba.-dijo Oscar desde el sillón  padre de Rob.

Seguimos viendo la película y ni por un momento volví a pensar en ella, nadie pronunció su nombre en el resto de la noche, nadie me dijo que debía olvidarla. Y creerme daba gusto.

Era la última semana antes de las vacaciones de primera, la gente se volvía loca buscando una pareja para el baile o preguntándose como invitar a la chica. Y yo pertenecía a esa locura, llevaba una semana intentando invitar a Alisson sin que pensara que seamos novios, aunque no me importaría. Y ahora estábamos los dos solos comiendo en la cafetería (por una vez) era el momento perfecto.

-¿Piensas ir al baile?- le pregunté cogiendo una patata de mi plato.

-Si, mis amigas van así que estoy obligada a ir.

-¿Tienes pareja?

-Si es una propuesta para ir contigo aceptó, aunque sea la propuesta más aburrida que me hayan hecho.-dijo riéndose.

-¡ Tan sólo era una pregunta! Y si hubieras dicho que no simplemente pues te habría hecho mi propuesta.

-Lo siento, pero no lo sabía, como eres un admirador de mi pelo pensé que eso era tu propuesta. - Se rió y por mucho que no quisiera yo también.- Bueno dímela aún así.

-Haya voy... Tu de hermoso pelo negro quieres venir conmigo el mayor tonto que haya en todo instituto y el más sexy seguramente, ¿quieres venir conmigo al baile?

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