Ella era hermosa cuando dormía, bueno digamos que mas hermosa que de normal. Su boca abierta le daba un aspecto de tranquilidad que nunca habia visto, a la luz de la mañana podía ver las finas liñas de su rostro, de su nariz redondita. Ella hermosa lo sabía, lo supe al instante que la vi.
Acerque mi cabeza de la suya y le di un beso en la mejilla que ni siquiera notó, le aparté los pocos mechones de su cara. Me levanté y desperté a mi hermana como prometido ayer en la noche, fuimos a la cocina y preparamos el mejor desayuno hecho por una niña de siete años y un tio de diecisiete, un bol de cereales, un zumo de naranja recién exprimido y una napolitana congelada y después de diez minutos recién echa.
-Ashley ve a despertarla y yo llevo la bandeja.
-No tu despiertala y yo llevo la bandeja puedo con ella.
-Si poder con ella es tirar todo vale, ahora enserio ve a despertala.
La pequeña subió y conté hasta veinte para yo poder subir, y cuando la ví en mi cama sonriendole a mi hermana todo empezó a irse a la mierda.
-¿Me traes ese delicioso desayuno o tengo que ir a por el?- dijo aún sonriendo.
Le puse la bandeja en las piernas con la sonrisa que mejor pude fingir, mientras ella comía y hablaba con Ashley yo pensaba en lo que estaba ocurriendo, me había enamorado de ella como nunca, y que se marchara aunque sea a la casa de al lado me destrozaba. Pensar que ya no la veré cada mañana al despertarme, que ya no sería la última cosa que vería cada noche, no había peor castigo que aquel.
Cuando acabó su desayuno Ashley y yo fuimos a tomar el nuestro viendo con ella dibujos animados en el salón. Y cuando mire al reloj de mi móvil y vi que ya eran las dos la tarde algo se volvió a romper en mi solo quedaban tres horas. Mis padres se pidieron la tarde libre para ayudar a Ali a mudarse, lo que hacía mas gente junto ella inpidiendome de hablar con ella.
Una hora, tan solo falta sesenta minutos y estaba decidido a pasarlos con ella, me dirigí a su cuarto donde toda mi familia la ayudaba y hablaba con ella.
- Perdón, tengo que hablar con Ali ¿os importaría...?
-No claro que no, vamos chicos.-dijo llevándose a mi padre y a mi hermana. Pero como siempre dándome vergüenza nos guiño un ojo a los dos.
-Eso espero que no lo eches de menos porque entonces realmente estas loca-dije señalando con mi pulgar a mi madre.
-Es divertida no creo que la madre de Jess sea así de guay- me miró haciendo una media sonrisa en su cara.- quería hablar contigo pero con lo del desayuno y todos ayudándome era imposible.
-Alisson yo... yo- avancé hasta su cama donde me sente y ella unos instantes después.- Llevó pensando toda la mañana algo que me rompe, -no me atrevía a mirarla a los ojos asi que lo dije mirando mis pies- Alisson yo no puedo dejarte ir, ya me he acostumbrado a verte todos los días y todas las noches. Yo no puedo simplemente pensar que te seguiré viendo en el instituto o cuando salgas de casa de Jess. Y te amo más que amado nunca, yo podría aceptar y hasta perdonar, el que besaras a alguien más, el que tocaras a alguien más, porque es algo físico, tus dulces labios no se desgastarán por más que beses, y tu cuerpo no desaparecerá; pero mi ángel, si llegarás a sentir amor por alguien más, yo... yo honestamente me derrumbo como a este instante que se que te marchas de mi lado. Alisson se que no quieres nada serio y que ya hemos tenido esta conversación desde el día en que nos besamos pero estoy enamorado de ti.
Hubo un largo silencio o a mi me lo pareció, entonces me cogio la mano, y tuve esa misma sensación que cuando Ashley me cogio un dedo recién nacida, esa sensación de amor y que protección hacía esa persona. No hablamos mientras recogiamos las últimas cosas, tan solo de vez en cuando nos miramos sin ninguna sonrisa. Estaba vez no hice bromas estúpidas como cuándo ayude a Marta a principios de año para animarla, esta vez necesitaba que alguien me animase a mi.
-Yo también te quiero Taylor-dijo recogiendo sus libros- y lo sabes, porque no es porque somos simples amigos que cada noche iba a tu cama a dormir desde el beso, contigo me siento segura como si el mundo se estuviera llendo a la mierda y yo estuviera en una nave para estar a salvo. Ya me salvastes una vez y estoy segura que lo volverías a repetir. Pero tengo miedo de que un día tu ya no me quieras como ahora, que me olvides tan fácilmente como a Jess cuando me conociste. O peor aún que te vuelvas a enamorar de ella. Se que es una locura pero yo no quiero perderte y el único modo de no perder algo es no teniéndolo. Yo no puedo soportar perder a alguien más, no a ti.-esa última frase la dijo en un susurro como si tiemera que alguien la escuchase. Me acerqué a ella, estaba llorando en silencio, la abrace lo más fuerte que pude para que nunca se escapará de mis abrazos.
- Nunca podré olvidarte, al fin al cabo adoro tu pelo- note que le había sacado una sonrisa- es broma, se que has sufrido mucho y te amaré y protegere. Yo seré tu escudo en este mundo de balas. Y te prometo que nunca jamás me perderás, moriré primero antes de dejarte créeme.
Dicho eso y después de un largo beso, asi empezó todo.
_______________________________________Jess
Todo mi odio hacía ella se marchó después de una semana de que ella estuviera aquí. Era tan alegre y encantadora que odiarla era casi imposible. Todos los muros invisibles que cree para no ser amiga suya desaparecieron después de dos semanas. Un mes después nos volvimos a algo parecido a mejores amigas, y después de que Soph muriera necesitaba una mejor amiga como ella, aunque nunca lo será como Soph.
Todos en la familia la vieron como una más, como si realmente fuera mi hermana.
Pero mis celos no desaparecieron sino que aumentaron ahora que Tay y ella salían juntos. Pero sobretodo cuando Mike me llamó para decirme:
-Jess los dos sabemos que algo a cambiado desde hace unos cuantos meses. Y juro que te sigo queriendo pero yo se que tu no me quieres como antes y no lo intentes negarlo tan solo empeoraría las cosas.
Quedamos para hablar y me convencí a mi misma que lo amaba como siempre para asi convercerlo a él. Pero cuando me dijo:
-Mírame a los ojos y dime que no amas a alguien más.
Y mi cerebro le decía a mi boca que dijera que no amaba a nadie más mientras mi corazón le respondió con un:
-Lo siento, no estoy segura si lo amo o no.
Y con esa respuesta y un último abrazo me quede sentanda sola en el columpio viendo como todo se acababa.
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Historias cruzadas
Novela JuvenilTaylor está enamorado de su vecina y su vieja mejor amiga Jessie, pero no se hablan desde hace ya un año desde que finjieron una falsa relación de ellos dos para el grupo de música que tienen. Pero la perdida de una de sus amigas los hace acercarse...