Los fantasmas del bullying

-5 "¿Donde estamos?

Nadia y Gabriel han tenido contacto, están confundidos pues no conocen el lugar donde se encuentran, ella pensaba que al suicidarse acabaría todo y se da cuenta de que no fue así, Gabriel murió accidentalmente tras ser víctima del acoso de sus compañeros en la escuela, pero el no se resigna a no tener su cuerpo físico y desea volver con su familia.

Con cierto temor exploran el lugar donde se encuentran, sus espíritus se confunden entre las obscuras tinieblas en ese espacio, paisajes extraños y con formas desconocidas para ellos forman parte de ese lugar.

Se detienen un momento y Gabriel le pregunta:

—¿Cuanto tiempo llevas tu aquí.?— Nadia no sabe que contestar.

—Imagino que... algunos minutos... o quizás horas, no sé, todo esto es muy confuso.—

—Pero se supone que volveremos al lugar donde pertenecemos, ¿Cierto?— Le hizo la pregunta a ella.

—¿Y porque me preguntas a mi? ¿No se supone que tu hablaste con "un ser de luz" y te prometió regresarte a la vida?—

—¿Vida?— Pregunto Gabriel, no podía aceptar que estuviera muerto.

—¿Como fue que moriste tan joven? ¿Te suicidaste?— Pregunto Nadia a Gabriel.

—No, ¿Porque habría de hacerlo?, caí accidentalmente de un puente, tal vez... esa fue la causa.— Expreso él con vibración baja.

—¿Pero deseabas morir cuando te lanzaste del puente.— Insistió ella una vez mas.

—Claro que no, me vi forzado a trepar al puente porque unos chicos de la escuela me estaban acosando.—

—Ahh entonces si te suicidaste, fuiste víctima de bullying, al igual que yo, por eso tomé la desición de quitarme la vida, ya no soportaba a los burlistas de mi escuela.— Dijo Nadia, se sintió bien al creer que eran compañeros en la misma situación.

—¡Yo no me suicide! Yo amaba la vida y amo a mi familia, voy a hacer hasta lo imposible por salir de este lugar.— Expreso Gabriel enérgico, pero solo provocó la respuesta de Nadia.

—¡Nunca lo harás! ¡admitelo, estas muerto!, no sé que mas siga, lo que si sé es que no volverás a tu cuerpo "jamas"— Nadia quería hacerle entender a él que no se regresa después de la muerte, pero Gabriel no parecía entender eso.

Se empezó a dirigir a otro espacio y Nadia lo siguió muy de cerca, hubo un momento que parecían fundirse en sus vibraciones, en ese momento la niebla se disipo y aparecieron en el puente donde Gabriel murió, flotaban sobre el rió y vieron a un chico en lo alto del puente, a la velocidad del pensamiento subieron a su lado.

El joven hizo un pequeño altar con flores, una imagen religiosa y encendió una veladora, rezo una oración y muy conmovido hasta las lágrimas, se culpo por no hacer nada por salvar a ese chico nuevo en la escuela que murió víctima de sus compañeros.

Gabriel lo reconoció, era el joven que se asomo en la puerta del baño, era el mismo que fue por un maestro cuando Roger lo estaba golpeando con sus cómplices.

—Que raro, pensé que nadie sabia lo que sucedió esa tarde, ¿quizas alguien hablo y delato a Roger?, que importa, eso no me ayudara en nada.— Pensó Gabriel.

—Lo lamento, yo lo hice intencional, pero tu... eso fue un asesinato.— Expreso Nadia en señal de apoyo.

—¿Estas aquí Gabriel? Puedo sentir tu presencia, acércate... dame una señal para saber que eres tú.— Él joven parecía percibir la vibración de Gabriel, y este se acerco a él, una ligera brisa se dejo sentir en el ambiente y las flores se movierón con ligereza en sus pétalos.