Bengarutora

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Uchiha Naruto, se acercó al campo de entrenamiento número 10, donde se suponía que se encontraría con el equipo que dirigía el único hijo del Sandaime Hokage que quedaba vivo.

Se había esperado la reacción del consejo a la hora de reusarse a responder a las preguntas que le hacían. Pero que el Sandaime lo apoyara y nombrara ninja de Konoha. Pudo notar la molestia de los consejeros, pero era más por no saber de él, que por tenerlo en la aldea.

Una sonrisa ladeada asomo en su rostro. Ahora, la banda ninja asomaba en su frente, reluciendo con los rayos de sol que incidían sobre la placa de metal que tenía en ella, con el símbolo de la hoja.

Con el equipo 10

Nara Shikamaru, estaba recostado contra un árbol, mirando como las nubes pasaban sobre ellos lentamente. El chico cabeza de piña suspiro nuevamente. Solo quería una vida normal o, por lo menos, un equipo normal....

¿?:¡Chouji!—grito una voz femenina. Nara levanto levemente la cabeza, para mirar a una rubia de ojos azules regañar a su ancho amigo—. ¡¿Cómo puedes seguir comiendo?! Pronto llegará Asuma-sensei para una misión y tu aquí comiendo.

El chico de huesos anchos y de cabello castaño oscuro, se llevó muevan una patata a su boca. La empezó a masticar con su calma habitual.

Chouji:bueno....Ino....no....deberías.... ponerte así—refuto el Akimichi mientras comía sus patatas.

Los miembros del clan Akimichi, debían comer bastante para mantener sus cuerpos con el estado físico adecuado para sus técnicas de expansión. También creaban píldoras especiales que solo su clan podría soportar, dado los efectos que estás tenían.

Ino:¡aaah! No lo soporto. Entre tú y Shikamaru, me vais a volver loca con su actitud—dijo, cansada de tener que lidiar con ese dúo.

Yamanaka Ino, era hija de Inoichi y por lo tanto, la futura líder del clan. Había sido colocada en el equipo 10 junto al Akimichi y al Nara, para formar el nuevo Ino-Shika-Cho. Aunque muchas veces, los dos chicos del equipo la estresaban. Uno por ser vago, y el otro un comilón dotado de un estómago sin fondo.

Una nube de humo, se hizo presente en el campo de entrenamiento. De esta salió un hombre de pelo castaño oscuro, con un cigarrillo entre sus labios y el uniforme de Jounin de élite. Una banda que lo designaba como uno de los guardianes del fuego (creo que es así) se hacía presente en su brazo.

El líder del equipo 10, camino hasta estar frente a sus alumnos. El Nara se puso de pie, situándose junto al Akimichi y la Yamanaka.

¿?:me alegro que estéis todos—dijo el hombre una vez que se acercó a ellos.

Shikamaru:¿qué pasa, Asuma-sensei? Normalmente ya habríamos tenido alguna misión—pregunto el Nara, tan agudo como siempre.

El Sarutobi se rascó la nuca, mirando al trío con una ligera sonrisa.

Asuma:bueno, hoy es un día especial. Van a tener un nuevo miembro en el equipo, al menos por un tiempo.

El Ino-Shika-Cho abrió los ojos. No era muy común que se formarán equipos de más de cuatro miembros, contando al Jounin. Seguramente sería porque ese shinobi no tendría equipo.

Ino:pero, ¿por que ahora? Digo, tal vez sea por algo especial, ¿no?

Asuma asintió.

Asuma:si. Ese chico, se acaba de unir a la aldea; pero como todos los equipos están completos, el Sandaime decidió que se uniera a nuestro equipo por el momento—declaro el hombre, expulsando humo de su boca tal y como hacia el padre—. Creo que estará aquí en breve para que le conozcáis.

El nieto de  LeyendasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora