El Chico Patineta

08: Ranas saltarinas y patinetas.

Los minutos pasaron, Clary despertó y evite tocar el tema de mi extraña reacción al volver a la habitación. No dijo nada y ambas preparamos un improvisado desayuno, aunque no era muy buena en la cocina ella me ayudaba. Michelle no salió de habitación, no estaba preocupada, consideró que dejé en claro la postura que tendría. A partir de ahora debía ser firme con Michelle, aún más luego de la actitud que tuve está mañana con ella.

─¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Porque parece que se perdió en Alexlandia.─ Su risa se escuchó y le di un leve golpe en el hombro.─ ¿Creiste qué no los vi? Por un momento pensé que se besarian, aunque aún no pierdo la esperanza.

─¡Clary!─ Grité y ella comenzó a reír aún más fuerte.

─¿Puedes dejar de hacer cómo si nada hubiera pasado? No fui la única que los vio, todos lo hicimos. Aunque estaba más ocupada bailando con uno de los amigos de Alex.─ Negué riendo y bebí un poco de mi café antes de continuar hablando.

─ Sólo bailamos Clary, nada fuera de lo normal.─ Ella negó y le dio un mordisco a su tostada para luego contestar.

─ Eres tan terca aveces Katherine.. ─ Ambas reímos y seguimos desayunando.

─¿Vas a seguir insistiendo en eso? ─ exclamó riendo, mientras acabó de beber el café. Ella simplemente se acomoda el cabello y me sonrie, de una manera algo pícara.

─ Tú y yo sabemos que hay algo entre los dos, sólo que no vas a aceptarlo. Simplemente lo seguirás acosando como una fan loca.─ luego de decir eso golpeó su hombro de nuevo, está vez se queja y deja de reír ─¡¿Qué?! Es la verdad.. por cierto ¡Au!

Negué riendo nuevamente, fijando mi mirada en la ventana, donde se podía ver la vereda frente a mi casa, donde él pasaba. Aún podía recordar su mano posada en mi cintura, como ambos seguíamos el ritmo de la música y su mirada fija en mi. Solté un suspiro y llevé mi taza para luego lavar la, no debía pensar en eso, en poco tiempo comenzarían las clases y debía centrarme en eso. Con sólo voltear y no ver a Clary suspire nuevamente, seguro me había dicho algo y no llegué a escucharla, corrección, no la escuché. Tomé un trapo al acabar de lavar esa taza y la seque, estos últimos días habían sido.. fuertes. No dejaba de recordar esa noche, la fiesta, Alex.

Mi vecino..

Sólo sacudi la cabeza intentando alejar esos pensamientos, para luego guardar la taza. Finalmente después de ello busqué a mi amiga, la cual se encontraba sonriente, acostada sobre mi cama. Alce una ceja, conocía perfectamente aquella sonrisa, había hecho algo. Sin pensarlo dos veces me acerqué hacía ella, quien con solo notar que estaba allí intentó disimular su felicidad.

─ ¿Qué has hecho? ─ pregunté sin más, observando la con atención.

─ ¿Yo? ¿Por qué debería haber hecho algo? ─ respondió en ese tono que reconocí al instante, intentaba disimular.