4. Mariposas

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Ojos, ojos como luceros ahogados en llanto. Todo lo que podía recordar de aquella noche.

Me levante repentinamente de un susto.Tratando de olvidar lo que recordé.

-Para que me engaño a mi misma - pensé

Desayuné lo mas rápido que pude y en vez de un bikini, me puse unos jeans cortos, una camisa de rayas blancas y rojas y unos vans rojos.

Me senté en el porch  y mi mamá se sentó a mi lado.

-¿A donde va tan arreglada?- bromeó.

-Quiero ir a pasear con mis nuevos amigos- sonreí.

-Con que amigos eh- dijo con una ceja levantada.

-También va una amiga- dije sonriendo.

En ese momento ví a Krissa caminando a la orilla y la llamé.

-Ey ¿no quieres ir a pasear? - pregunté

-¡Claro! me arreglo inmediato y le aviso a mi hermano y mis primos- contestó mientras fue corriendo a su cabaña.

Me senté en mi porch a esperarlos y al cabo de un rato salieron.

-Hey ¿a donde vamos?- pregunté divertida.

-No se, tu conoces el lugar- dijo Krissa.

-¿Que tal si vamos al mall más cercano? está a minutos, podemos ir caminando- pregunté

-Suena bien, vamos- dijo Krissa.

Cuando Krissa llegó al mall estaba impresionada de lo grande y lindo que era.

Ella y yo fuimos a tiendas de ropa de ultima moda. Solo iba por complacerla ya que lo mio eran las surf shops.

Los chicos habian ido a ver video juegos y esas cosas que les entretienen.Luego fuimos a buscarlos a esa tienda y por suerte los encontramos.

-Vamos a la heladería- dijo Isaac.

-¡Si!- respondimos Krissa y yo al unisono.

Alex evitaba cualquier contacto visual y físico conmigo. Pero daba igual.

Al llegar, Krissa y sus primos tomaron una mesa para todos. Isaac y Krissa pidieron helado de chocolate de menta, Louis pidió uno de banana y yo pedí de algodon de azúcar. Alex se negó a pedir uno.

-Amarila... sientate acá conmigo tengo que decirte algo- susurró Louis.

Me senté con Louis. Me inquietó que me dijera eso.

-¿Qué me quieres decir?- pregunté un poco nerviosa.

-Umm 2 cosas, 1 mi primo te odia porque le dan celos ya que hemos sido muy unidos y no quiere aue dejemos de ser así de unidos.- dijo con rapidez.

-¿Y la segunda?- pregunté.

-Emm es que... eres bella Ami, perdoname pero es lo que siento- dijo sonrrojandose mirandome directamente a los ojos.

-Louis yo... yo sé que eres una buena persona pero...- me interrumpió una risa que soltó

-¿De que te ries?- pregunté sonrrojada.

-Pareces un tomate de lo roja que estas- dijo riendo.

Esa sonrisa suya me volvía loca. Había vuelto a sentir aquello. Que no sentía hace tiempo. Lo que sentí en la playa mientras veía a Krissa surfear. Era él quien provacaba ese sentimiento. Que tonta ¿como no supe antes?

-Louis para- le dije avergonzada saliendo de la heladería.

-Amarila no es para que te pongas así ¿que pasa?- dijo Louis preocupado.

-¿Por qué no nos vamos a casa?- pregunté desorientada.

-Si creo q es lo mejor- dijo Isaac rodeando su brazo al rededor de mi hombro.

Llegué a casa y me cambié a mi bikini y busqué mi tabla azul y mi tabla de práctica y me dirijí a la cabaña de Louis y su familia.

-Hey chicos salgan- llamé desde afuera.

-Vamos de inmediato- respondió Krissa.

Cuando Krissa salió con Louis e Isaac, lo primero que hizo fue tomar la tabla de práctica e ir a surfear.

-Louis he tomado la decisión- dije seria

-¿Que decisión?- preguntó pasmado.

-Vamos, te enseñaré a surfear- le dije divertida.

La cara de Louis retomó color.

-¿Te asusté?- le pregunté en tono de broma.

-Te quedó muy buena- dijo riendo.

Corrí y me adentré al mar con mi tabla mientras Louis observaba sentado donde las olas besan la orilla.

Venía una ola no tan buena pero la surfié. Louis aplaudia como una foca retrasada.

Luego el mar se calmó y sentí esa energía que los surfistas sienten. Me sentía metida en la película de Soul Surfer pero yo quería impresionar a Louis.

Se levantó una gran ola perfecta. Nadé lo más rápido que pude y la monté. Hace tanto tiempo que no montaba una así. Luego al final creó un tubo y lo logré pasar sintiendo la noción del tiempo detenerse.

-¡Bravo!- gritó Louis mientras aplaudía como foca.-¿Ahora me toca a mí no crees?-

-Bien intentalo, ya viste como era- le dije dandole mi tabla.

-¿Me vas a prestar tu tabla? - preguntó en shock.

-Sí- dije

Louis me dió un apretón y beso en la mejilla en agradecimiento.

-No hay de que- exclamé sonrrojada.

Definitivo que estaba enamorada de él podía sentir esa sensación.

Me quedé viendo como trataba de surfear, pero la foca retrasada no era como su hermana.

Cuando fuí a dormir solo pensaba en él y en la sensación loca que deja. Pero también en algo que no quería recordar pero tampoco olvidar.

Le llamaría sentimientos encontrados.

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