Estaba en la playa dirijiendome a surfear con Krissa. De repente Louis me abraza por la espalda y me levanta del suelo haciendo que suelte mi tabla y me lanza al agua. Nos sumergimos en el agua y comenzamos a ver muchos animales marinos. Louis encuentra una perla rosada y me la regala. Era preciosa. Como agradecimiento me dispuse a besarlo.
Sentí que algo frío y baboso tocaba mi cara repetidamente. Cuando abrí los ojos era mi perrita Marena la que lamía mi cara.
-¡NOOO!- quedé sentada en la cama de un golpe haciendo que Marena se cayera de la cama.Voy a maldecir para siempre a la que me levantó de un sueño tan perfecto.Bueno no maldecir ya que fue mi inocente Marena.
Marena era una perrita con el pelaje dorado de 1 año y 1 mes que mis padres me habían regalado en mi cumpleaños pasado.
Rapidamente mire a mi pequeña Marena y la abracé y le pedí perdón.
Luego que me duché pasé al comedor a desayunar.
-¡Mi día no puede ser más perfecto!- dijé con emoción mientras veía a mi madre preparando mi desayuno preferido: pequeños panqueques con chispas de chocolate.
-¿Se puede saber a que se debe tanta alegría? - preguntó mamá.
-Tuve el mejor sueño y preparaste mi desayuno favorito- dije contenta.
-¿Y de que se trataba ese sueño?- preguntó mamá.
-Si te digo no se cumplirá- le dije.
Cuando acabé mi desayuno me retiré a ponerme mi traje de baño y prepararme para la playa.
Me quedé esperando a Louis y a Krissa pero no estaban. Solo estaba Isaac.
-Hola, ¿donde estan Krissa y Louis?- pregunté simpática.
-Están con mi madre- contestó.
-¿Qué le pasa a Alex conmigo? ese chico de verdad me detesta- dije seria
-Yo de verdad que no se- contestó mirando al suelo.
No le daba importancia pero de verdad que ese chico no tenia motivos de ser así conmigo. Más motivos tengo yo y tan solo quiero hacer las pases.
Luego llegaron Krissa y Louis e Isaac se fue con Alex.
-Hey, Louis me contó que le ibas a enseñar a surfear.También me gustaría que me enseñaras- Dijo divertida guiñando un ojo.
-Dije que lo pensaría- aclaré riendo.
-Vamos yo aprendo rápido- dijo Krissa rogando.
-No es así de fácil- dije.
-Préstame tu tabla- dijo Krissa confiada.
-¿Yo? n-no no me gusta- dije confundida. Me ofendo cuando me piden prestada mi tabla y me confundo. Es algo que no puedo explicar bien.-Puedes usar la de práctica que tengo en mi almacén- le dije.
-Perfecto-me dijo entusiasmada.
Nos dirijimos a la cabaña y buscamos la tabla de práctica.
Krissa fue corriendo con su tabla al mar y yo iba tras ella. Eso hizo que recordara el sueñode esta mañana paralizandome. Pero en vez de Louis tomarme en sus brazos como en el sueño, accidentalmente iba corriendo mirando hacia el lado y me empujó.
Terminé comiendo arena y Louis terminó encima de mi.
-¡Bajate que me asfixio!- grite escupiendo arena.
-Lo siento, que torpe soy- dijo muerto de la risa saliendose de encima de mi.-¿Estás bien?-
-Sí gracias.- dije sarcastica soltando una risa.
-Estamos raspados por todas partes.- dijo Louis con una risa.
Nos metimos al agua para limpiarnos. Estaba tibia. Justo como me gustaba. El día no podía ser mejor.
-¿Me enseñaras a surfear?- pregunto Louis.
-Esta bien- le dije. -Tu hermana aprende rápido.-
La chica ya sabía equlibrarse muy bien.
-¿Quien es tu surfista favorito?- pregunto Louis nientras miraba el horizonte.
-Aun no tengo ninguno- contesté.
-¿Quieres algo de tomar?- preguntó Louis.
-Si por favor- le contesté.
Me quedé mirando a Krissa surfear. Sentía algo raro en mi. Algo que aturdía mi sentir. No mi mente, sino mi corazón. Pero? ¿quien lo provocaba? no sabía quien o porque. Algo que experimentaba por primera vez.
Me quedé sola con mis pensamientos hasta que Krissa regresó de surfear y me acompañó.
-¿Qué pasa? te noto rara- preguntó Krissa.
-No, no es nada- dije despertando de mis pensamientos.-Surfeas muy bien- le dije empujandola por el hombro.
-Gracias gracias- alzó sus manos alardeando.
-Estoy de vuelta- dijo Louis trayendo 3 frappés de fresa en mano.
-Espero que jamás seas paramédico. El paciente llegaría muerto si fuera por tí- le dije tomando mi bebida.
-De nada- dijo Louis.
Nos quedamos observando el mar, juntas como si nos conocieramos de toda la vida. Louis se había ido con sus primos.
-Nos conocemos hace muy poco pero te quiero como si te conociera de toda la vida- Me dijo Krissa.
-Sabes- dije mirando al cielo.-Me recuerdas a mi mejor amiga-
-¿Así? me gustaría conocerla- dijo divertida.
-Algun día- dije dando una media sonrisa.
-Me tengo que ir- dije -Los veo mañana. Te quiero-
Tuve que irme. Ya sentía las lagrimas ahogando mis ojos. No quería que esto pasara, pero ya había sucedido...
Lamentablemente.
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My Favorite Surfer
Short StoryEsta es la historia de amor de Sol Amarila Groen, una Hawaiiana de 16 años, con el sol impregnado en su cabello castaño claro, con ojos color miel y su piel bronceada suavemente por la caricia del sol. Ella no sabe el cambio que dará su vida este ve...