Taehyung, ¿eres una chica? ❅️ [K.TH×BTS]

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Capítulo 4: Mi nombre es Taehye.

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—¿QUÉ VOY A USAR, QUÉ? —gritó completamente aterrorizada.

—Tendrás que usarlas cada mes, es obligatorio si no quieres tener accidentes. —respondió Irene con tranquilidad mientras le daba un sorbo a su café.

—¿A-Accidentes? —preguntó preocupada— ¿Qué quieres decir con accidentes?

—Ya sabes. Manchas, incomodidades, cosas así.

—¡Dios! Esto es horrible... ¿Cómo se supone que haga todo eso? —cubrió su rostro con ambas manos, negando rotundamente al no poder aceptar que ahora debía usar esas... esas cosas— No, no puedo hacerlo...

— Claro sue puedes. Nosotras tampoco nacimos sabiendo que hacer, pero con el tiempo se aprende. Ahora me tienes a mí para ayudarte —la chica habló dulce, tomando la mano de Taehyung para dar caricias tiernas en su mano—. Yo te hice esto, haré lo que esté en mis manos para enseñarte todo —asintió, bajando la mirada al pecho ajeno sin pensarlo, sonrojandose al notar que no estaba usando sostén—. Necesitas ropa interior femenina...

Taehyung bajó la mirada a sus pechos, notando lo mucho que resaltaban aún con la sudadera puesta. Cruzó los brazos y negó rotundamente, regresando la mirada a la rubia— ¡No! Ya tengo suficiente con tener que aguantar esto, no voy a usar sostén.

— Tienes que hacerlo, están grandes, debes usarlo para... Para que los hombres no te vean tanto —habló en un susurro. Los tres miraron al rededor, notando que las miradas de varios chicos estaban puestas sobre el pecho de la chica—. Es incómodo, pero es preferible a qué te miren así.

Taehye suspiró, volviendo a ver sus pechos y cubriéndose con ambos brazos al darse cuenta que, en efecto, eran grandes.

—¡Por favor, TaeTae! Sólo haz lo que te dice, ni yo puedo dejar de verte los pechos y eso que soy gay —dijo Jimin, quien estaba allí presente desde que inició la conversación.

—¡Entonces hazlo tú! —gritó ya cansada, apartando las manos de sus pechos.

Jimin ahogó una carcajada— Idiota, el que es mujer ahora y lo va a necesitar eres tú, no yo. —respondió con tranquilidad mientras se ponía de pie y acomodaba los botones y el cuello de su camisa perfectamente blanca.

—¿A dónde vas? —preguntó la rubia.

—Son casi las tres, es hora de trabajar.

Taehyung, quien ya se había calmado un poco volvió a sentir su corazón acelerarse al pensar que ahora debía trabajar así, con ese cuerpo.

—Vamos Taehye —siguió el chico. La mencionada pudo percibir un poquito de burla cuando el otro dijo su nuevo nombre—, debes presentarte ante el jefe para que te apruebe el cambio con Taehyung. —continuó con una sonrisa en los labios.

—No no no no —negó repetidas veces con la cabeza—, ¡y No! Ni loco voy a trabajar así.

—Te recuerdo que somos siete... "hombres" conviviendo en la misma casa, todos comemos y gastamos como animales, tienes que trabajar si no quieres que los hyungs te saquen a patadas por no aportar dinero.