COMO PARTE DEL GREMIO

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–Derek ¿Vienes o no vienes? Te tengo una sorpresa –dice atrevidamente aquella chica de cabello oscuro como la noche y de tez morena, mientras hace una especie de espiral por todo su cuerpo.

–Ya voy amor, ya casi están las palomitas – responde un chico de cabello oscuro y de piel trigueña.

–Bien, no te demores –proclama Lydia comenzándose a enfadar.

La puerta de la pequeña sala de estar suena... Unos pequeños golpes exclaman para ser escuchados del otro lado de la barrera de madera.

–Lydia, abre tú, yo estoy ocupado.

–¿Esperas a alguien? –pregunta la joven.

–No, te dije que esta noche es solo para nosotros dos –termina.

Lydia se levanta del sillón desaliñado, dispuesta a abrir la puerta y a echar a cualquier intruso que quiera arruinar su velada romántica. Toma el pomo y lo gira con un deje de pánico y decisión, abre la puerta de madera de un azotón... no hay nada, el vecindario está completamente vacío, incluso no hay ninguna luz saliendo de las casas de los vecinos, lo cual logró asustar un poco a Lydia.

–Qué extraño, amor no hay nadie.

–¿Eh? –murmura confuso –bueno no importa, debieron de haber sido niños traviesos.

–Supongo que sí, aunque no lo sé, ¿Qué padre dejaría solo a su hijo a más de la media noche?

–No lo sé –responde mientras comienza a frotar con su mano su propio cuerpo haciendo que a Lydia se le olvidara por completo lo antes sucedido. –recuerda que esta noche es solo de los dos.

Lydia cierra la puerta, pero antes de que esta llegue a su final, ve que en el suelo hay algo, es una figura negra con plumas... Un cuervo muerto, sin darle importancia de una patada la chica arroja al ave que yacía sin vida en el suelo a un arbusto de la casa.

–Mi amor, ven –llama Derek.

–Sí, ya voy ¿Qué película veremos?

Derek mira con una expresión divertida a su novia, causando un estreñimiento en esta.

–Se llama Anaconda te aseguro que te a encantar –responde Derek riéndose por lo bajo – ¿Quieres que apaguemos las luces? Así disfrutaremos más de la "película"

Derek comenzó a arrastrar a Lydia con un ademán, que hizo que la chica se posara encima de él.

Entre besos y más besos, ambos jóvenes se olvidaron completamente de la película.

–Espera, ¿Tienes protección? –pregunta la chica de cabello oscuro.

–Claro –exclama mientras saca una pequeña bolsita de su pantalón –¿Creíste que no venía preparado?

Lydia solo se dedicó a sonreírle, un poco más y ambos estarían inmersos en una loca pasión inolvidable. La puerta de madera sonó nuevamente, pero en esta ocasión no fueron unos toques débiles, fueron 3 grandes golpes los que le propinaron a la puerta, Lydia trató de pararse, pero Derek no la dejó.

–No vayas, son esos estúpidos niños nuevamente –chilló con voz de odio.

–Está bien.

La joven como una experta arrancó la camiseta de Derek, lanzándola por el aire hasta quedar justo encima del televisor. Luego de ver a su chico con su dorso desnudo y marcado por el ejercicio, su acompañante hizo lo mismo, desabrochó el sostén azul que hace años pedía ser retirado, una vez más la puerta sonó, pero esta vez fue exageradamente fuerte el golpe, que hizo que retumbara toda la casa y con ella Lydia y Derek, ambos cansados de los juegos de los niños se levantaron inmediatamente para darles una buena lección a esas pequeñas criaturas pecadoras.

Renacer el despertar de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora