EXPULSIÓN DEL GREMIO

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Ya puedo escuchar el agua cayendo de la cascada, eso me motiva aún más, me siento victoriosa ¡Sí voy a ganar! Bueno no voy a quedar eliminada, al menos eso espero.

Bajo por la roca que me costó subir mucho hace unas pocas horas, el sol ya salió así que me es más fácil ver la brújula... pero ¿Dónde está? Temo a que el agua la haya arrastrado hasta el arroyo, si es así entonces estoy perdida y no podré entrar al gremio.

El alma me vuelve al cuerpo cuando veo un objeto brillando en la cima de un pino, ¿Cómo llegó hasta allá? El halcón que acabo de ver me saca de mi duda, ¿Cómo voy a subir hasta allá? No pongo más peros y voy directamente al árbol.

Comienzo a escalar, apoyándome de los troncos que tiene el pino, no está difícil la subida, cuando voy por mitad de la escalada me detengo un momento a contemplar el paisaje, sin más distracciones alcanzo la copa del árbol; creo que tardé unos diez minutos en subir, tomo la brújula, pero aún no me teletransporta ¿Por qué? Si Dalio dijo que lo haría. El ave me comienza a picotear ¡Tiene un nido! Por eso se robó la brújula.

-Lo siento, pero no te lo puedo dejar –le digo como si pudiera responderme.

El halcón no deja de picotearme haciendo que pierda el equilibrio y me caiga del inmenso árbol, voy directo hacía unas rocas y no me siento capaz de usar mis habilidades, estoy agotada. Miro la brújula hay unas letras escritas "ta meg nå"

-Ta - Meg - Nå –digo en voz alta.

Antes de estrellarme en las rocas, todo se vuelve negro, me siento extraña, el lugar es un poco pequeño, no sé si pasa el tiempo solo es la "Nada". Es una sensación muy repugnante el estar aquí, trato de ver, pero no puedo, es como un sueño en lo que no sabes que es lo que está pasando, camino con las manos al frente para evitar chocarme con algo, caminé un poco, pero no encuentro nada que pueda tocar a excepción del piso y de las paredes.

Pienso que si cuento el tiempo podré saber si llegué de primera o de última o si al menos paso a la próxima prueba, trato de contar... ¿QUÉ? ¿NO ME SÉ LOS NÚMEROS? – no puedo contar, sé que existen los números, pero no recuerdo cuales son, trato de contar con mis dedos, me es imposible pensar en cuantos dedos tengo, ni siquiera sé cómo contar; todo esto me dan ganas de vomitar.

Una luz aparece y se abre una puerta, tanta luz no me permite ver bien, salgo de la habitación extraña, la gente clama; miro a mi derecha y veo a un joven participante, es rubio de unos 20 años, de tez blanca y tiene más o menos mi estatura 1,65, así que no es tan pequeño, más al fondo están los otros participantes y a mi derecha está Camille con su hermano, los saludo porque creo que pueden enseñarme varias cosas con respecto a mis habilidades, ambos me miran con cara de desagrado y me ignoran, eso rompió mi corazón, creí que eran más amables, supongo que solo les importa ganar.

Los participantes estamos en el centro de la arena, al frente y a los lados hay unas especies de tribunas con muchas personas que están gritando fuertemente, se siente muy bien ser el centro de atención, aunque estoy muy nerviosa. Todos lo estamos debemos de esperar el veredicto. Dalio sube a una pequeña tarima improvisada y dice:

-Buenos días participantes, espero que se encuentren bien, esta fue la primera prueba, cada vez estamos siento más estrictos, no vamos a permitir que jóvenes como ustedes mueran en manos de la oscuridad, es por esto que se hacen estas pruebas, así como lo dije anteriormente, todo es por su bien. Quiero felicitarlos a todos, pudieron superar la prueba de una manera exitosa, sin más preámbulo los resultados -Termina

Se siente la tensión en los participantes, creo que el público no sabe quiénes son los ganadores, supongo que las cámaras muestran a los participantes hasta cuando nos percatamos del objeto, debieron de haber modificado los videos para mostrar la tele-transportación al mismo tiempo para todos.

Renacer el despertar de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora