¿Si cierro la puerta lentamente y hago como si nada se ira? ¿Quizá salir corriendo es mejor opción? O puedo ser una persona madura y afrontarlo.
No, la madurez nunca fue una opción.
- Vete. -Ay si... la madurez se me veía de lejos... puff.
- Hola a ti tambien, me alegro de que estés bien. - La sonrisita sarcástica que tenia era odiosa.
- Dame una razón lógica para que estés aquí.
- Dime tu una razón lógica para que te enfades conmigo sin hacer nada. - Entro en el salón con paso firme y se dejo caer pesadamente en el sillón.
Que asco tener que darle la razón. No tenia derecho a enfadarme, esto era lo que yo había aceptado, estaba en esta situación por mi terquedad.
Me gustaba demasiado todo de él y no podía admitir que quería más después de lo que habías acordado, quedaría como una niñata que no sabe lo que quiere. Y puede que en este momento lo esté siendo pero el no tiene que saberlo.
- No estoy enfadada, es solo que estoy a otras cosas ahora mismo. - Muy bien Angy mintiendo como nunca en tu vida. - Ya sabes, deberes, trabajos... Cosas.
- ¿O sea que conmigo nada? ¿Ningún enfado?
- Para nada Adam. - Y en parte es verdad, o sea me enfada que yo no pueda dejar de ir detrás de el. - Todo bien, ya sabes.
- Bien, pues me quedo a ver unas pelis.
A ver, a ver. Esto estaba yendo mal, fatal.
- Mi madre volverá en cualquier momento, no es buena idea.
- Aja, así que no hay tiempo.
- Nada de tiempo. - La risita nerviosa acompañando mis palabras me dio lástima hasta mi. - Quizá otro dia, o mejor cuando se acaben los exámenes.
Cosa número 346 de las cosas que se me dan mal: las excusas.
- Bueno en ese caso... - Se acercó a mí y me agarró la mano, hizo una mueca extraña con la comisura de los labios y cerró los ojos.
No tendría que fijarme tanto en sus labios, dios. Pero también son sus ojos, y sus mejillas sonrosadas ligeramente del calor del salón. Todo en el llama mi atención, no hay un centímetro de su cara que no me atraiga.
Nuestras manos seguían juntas y el espacio entre nosotros íntimo de alguna manera.
- ¿Adam?
Me miró como saliendo de su trance personal y su expresión seria se presentó de un momento a otro. No estaba entendiendo su actitud, no se que le pasa.
Levantó su otra mano y acarició un mechón de mi pelo, y un leve escalofrío me recorio hasta la punta de los pies, y ni me ha tocado.
- ¿Sabes? A veces tengo un sueño en el que te veo corriendo, y tu pelo vuela y pinta el sueño de ese rojo fuego que tienes.
Mi respiración se había cortado en algún lugar de mi pecho, y todo iba como a cámara lenta.
Adam, soltó mi mano, y mi mechón, se acercó a mí y paso una mano por mi cuello y otra por mi cintura, y volvió a desarmar me con un beso de los suyos.
Y yo caí.
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CHICOS AVISO IMPORTANTE!Me han robado el móvil por eso taaaanto tiempo sin actualizar, pero ahora tengo el ordenador y me pondré a ello.
ESPERO NO VOLVER A TENER INCONVENIENTES !!
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"Amigos"
Romance¿Qué tpasa cuando te enganchas tanto a algo que no puedes dejarlo? Esta no es la historia de una pareja feliz, aquí se cuenta lo que pasa despues, cuando el amor se acaba.