"Amigos"

El Madrileño.

Me llamo Alejandra, todo el mundo me llama Ale, y esta es la historia de como me enamore por primera vez.

Primer día de clase, un calor acojonante a las siete y media de la mañana, mire mis convers blancas y mis vaqueros, seguia esperando a que Ana llegara para irnos a clase.

Me recogi mi pelirrojo pelo en una coleta alta. Estaba sentada en una valla escuchando AC/DC cuando vi venir a Ana calle abajo.

- Odio el instituto, odio a la gente de mi clase y odio bachiller. - Grito nada más llegar.

- Así se empieza el primer día, si señor. - Me rei.

- Me acabo de enterar de que va a venir un chico nuevo a clase, un madrileño, ya veras como sea otro gilipollas.

- Tranquila al menos tienes a David en clase, ya me diras cuantas tienen la suerte de tener a su novio en clase. - Le cambie de tema antes de que se cabreara más.

Llegamos a clase y en la entrada como buenos amigos estaban esperandonos Angy y Dani. Toco el timbre y subimos cada uno a su respectivas clases. Angy y yo ibamos juntas así que nos dirijimos hasta el laboratorio de ciencias.

Por el camino vi a un chico, alto, altisimo la verdad, ojos azules que parecian pequeños mares, pelo castaño claro, una cara propia de un modelo de la tele. ¿Quien era aquel especimen maravilloso de chico que habia allí?

- ¿Quien es? - Pregunte dandole un discreto codazo a Angy.

- El madrileño, el nuevo. - oh dios... estaba muy bueno.

- Madre mia para el madrileño, como esta. - Angy se rió.

Se acabó el primer día de clase, pero antes de irme tenía que entregar los trabajos de verano a la profesora de quimica. Pase por recepción, y ahí estaba el chico nuevo. Recostado contra el mostrador de recepción, a la espera de la atención de alguien. Pase por su lado, y aun no sé como, pero logro poner el pie en medio de mi camino y me caí. Desde el suelo lo mire, una sonrisilla engreida se formo en su bonita boca.

- Me gustaría saber que coño haces.

- Y a mi que me parecía que era evidente... - Se rió él.

- Lo único evidente aquí es tu retraso. - conteste más enfadada aun por su burla.

Se rió con más fuerza, me levante y lo mire con cara de odio.

- ¿Me das tú número? - Preguntó.

- Tiene que ser broma, despues de esto no te voy a dar mi número, soplapollas. - me fui.

A medio camino, cuando casi tocaba la puerta me gritó:

"Yo siempre consigo lo que quiero."

Al escuchar eso me gire, lo mire y le saque el dedo.

Por la noche estaba en la habitación cuando sono mi móvil. Mire la pantalla, un número que no conocia.

- ¿Si?

- Te lo dije, siempre consigo lo que quiero. - Dijo la voz grave al otro lado del móvil.

- Capullo, ¿Como conseguiste mi móvil? . - Conteste entre dientes.

- Eso no importa. - Dijo entre risas. - Ya se que te llamas Ale.

- Muy bien, felicidades por tu descubrimiento. Mira te dire lo que pienso; creo que eres muy guapo, pero tienes una actitud que da asco, eres algo asi como una mierda de vaca con purpurina. - colgue.

Me quede dormida con una sonrisita estupida en la boca.

Ala mañana siguiente me levante a las once, me encantan los sabados, pense mientras me duchaba.

Recibi un mensaje:

"Gracias, yo tambien pienso que eres guapa."

Me rei, este chaval era mucho. Baje ala cocina despues de contestar al mensaje.

- Buenos dias, cielo. - Dijo mi madre mientras me daba un beso.

- Hola, mama.- Conteste.

- Hoy vendre tu padre para traer a tu hermano, no sé a que hora así que quedate en casa y esperalo, yo tengo que ir a trabajar. - se despidió y se fue.

Me prepare la comida al mediodía, y me fui a acostar al sofa. Estaba viendo una peli comiendo palomitas, me sono el móvil. El madrileño.

- Aun no se tu nombre. - Dije nada más contestar.

- Romeo. - Se rió.- No, no puedo tener un nombre tan cursi. Me llamo Adam.

Mmmmm... Adam que bonito. Pense, Adam es nombre de modelo.

Así a lo tonto estubimos hablando como una hora o algo así. Cuando de pronto me preguntó:

- ¿Eres virgen?

El principio del caos fue esa pregunta.