Abro lentamente los ojos, tratando de procesar todo lo que paso, estoy asustada probablemente este muerta o algo peor secuestrada. Sin embargo estoy en mi cama, eso no fue un sueño, así que me levanto de golpe y me doy cuenta que tengo puestas hasta mis pantuflas las cuales están llenas de tierra.
Bajo corriendo y veo a mi tía Lía felizmente cocinando mientras mi padre lee su periódico en la mesa.
- Hija aún es muy temprano, ¿estás bien? Parece como su hubieras visto un fantasma- dice mientras fríe un huevo en la sartén
- No yo, perdón estoy bien solo vine por agua- me acerco a la mesa para servirme un vaso con jugo de naranja
-Cuando regreses de la escuela baja toda tú ropa y esas pantuflas llenas de tierra, dios estos jóvenes y sus modas- dice algo irritada.
Como de costumbre mi padre evita el contacto conmigo, así que solo come sus huevos revueltos mientras lee el periódico mientras yo me acerco a lavar mi vaso, para luego subir corriendo otra vez a mi cuarto. No sé qué pasó anoche pero eso no fue un sueño, respiro para calmarme y me meto a dar una ducha para irme al colegio antes de que sea más tarde.
(**)
El día fue normal ya que por suerte no vi a Alex en todo el día, así que me doy por bien servida. Hoy fue un buen día, así que en vez de ir directo a casa voy a la ciudad con Kat. Luego de dos horas de diversión cada una toma su rumbo pero antes de montar mi bicicleta me llama la atención un pequeño local así que decido entrar.
El lugar parece del siglo XIX, porque está lleno de antigüedades y libros, estoy a punto de tocar un relicario cuando escucho una voz que me hace brincar
- Buenas tardes señorita- dice una mujer de edad avanzada, ojos azules y en bastón
- Buenas tardes- digo
-Parece que los engranes el destino han empezado a girar- la veo caminar hasta sentarse en un sillón de madera antiguo- aún parece como si hubiera sido ayer que tu madre entró por primera vez a mi tienda.
- Creo que usted está confundia- digo tratando de ser amable
-Claro que no, eres el vivo retrato de Emily
-¿Usted conoció a mi madre? ¿pero cómo sabe que soy su hija?, no entiendo nada
-Ven aquí pequeña, es hora que te cuente una historia que ha pasado en generación en generación- me acerco a ella y me siento en una silla para escucharla- cuando la humanidad empezó a correr por la tierra, los seres humanos eran capaces de poder sentir y ver cosas que ahora pensamos que no son de este mundo, pero el hombre se volvió egoísta y empezaron a matarse entre ellos para robar esos dones, así que el creador los castigo quitándoles esas bendiciones convirtiéndolos en seres ordinarios y segados para siempre. El creador mucho tiempo después sintió pena por ellos, así que les regreso esos dones a unos cuantos para que ayudaran a sus hermanos a entender el mundo. Estas personas lograron aprender del mundo y ayudaron por muchos siglos a sus hermanos, pero volvió a sembrarse el egoísmo en sus corazones y querían usar ese conocimiento para matarse o dañarse entre sí. Como aquellos iluminados se negaron a lastimar a sus hermanos, fueron llamados brujos, hechiceros y empezaron a ser cazados y quemados por sus propios hermanos. Tu madre y tú, son descendientes de esos hombres bendecidos, y mi última tarea es enseñarte ese conocimiento para que ayudes a tus hermanos a crear un mundo mejor
-¿qué? Usted me está diciendo que mi madre era una bruja o algo así, eso no puede ser, eso no existe- digo con la voz quebrada y casi a punto de salir corriendo, esto parece de locos
- Bruja es el nombre que los Reietti nos dieron pero eso no quiere decir que ese es nuestro nombre, además yo sé que tú puedes verlos- dice mirándome a los ojos sería
- ¿verlos? Yo no comprendo a que se refiere- alego nerviosa y frotándome las manos
- A las almas de los Reietti ese don es único y aparte de tu madre, no había conocido a otra persona que pudiera verlos y escucharlos, tú eres especial, el color violeta de tus ojos me lo confirma.
- Usted está confundida, yo solo quiero vivir una vida normal y pasar tranquila el resto de mis días
- Oh Piccola mía, tu eres especial y pronto te darás cuenta ..
Tomo mi mochila y salgo corriendo de la tienda, nada de lo que dice tiene sentido, ¿mi madre una bruja? Eso es imposible, por inercia volteo y me quedo congelada al ver una camioneta a punto de atropellarme.
- Eres una idiota Alaya- escucho ese grito, cuando abro los ojos veo a Alex sobre mí y con una cara que jamás había visto en él ni siquiera cuando éramos niños
- Yo- solo eso alcanzo a decir, cuando mi voz se quiebra y empiezo a llorar, no sé qué está pasando pero entre el llanto siento como me levantan hasta sentarme y me abrazan. Estoy tan asustada que respondo a ese abrazo
- ¿Porque nunca puedes estar a salvo? ¿Porque?
-¿A salvo? - digo apenas, me suelta para levantarse y luego ayudarme a ponerme de pie. No puedo reaccionar, solo lo escuchó murmurar algo de ir con su abuela. Cuando caigo en cuenta estamos otra vez dentro de la tienda de antigüedades
- ¿porque estamos aquí Alex?
- Abuela, necesito un vaso con agua
- Claro hijo en la cocina
Me paro asustada cuando caigo en cuenta que su abuela es una bruja también, cuando trató de hablar Alex me gana y dice:
- ¿Estas bien Lolipop?
- Si, yo ...¿Ella es tu abuela verdad?
- Por supuesto que lo soy, pero no es solo lo que quieres preguntar verdad, te preguntas si Alex sabe que soy una bruja la respuesta es sí y a la segunda es no, él no tiene ningún don.
- Abuela basta- grita enojado mientras se revuelve el cabello
-Se los dije los engranes del destino han comenzado a moverse y nadie los detendrá...- la abuela de Alex empieza a caminar hacia la cocina ignorándonos a ambos.
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Cuando las luciérnagas bailan
Novela Juvenil-"No confies en la mujer blanca..." Son las palabras que siempre resuenan en mis sueños, no se a que se refieren pero cualquier cosa es mejor que tener que soportar el bullying de todo el equipo de fútbol, la indiferencia de tu padre y que las almas...