Enamorada de un asesino → Park Jimin▪BTS▪ 2º Temporada

[últimos capítulos]066

~ Narra Jimin~

Esto era increíble. Ahora estaba casado... Algo que nunca había soñado años atrás.
Sus manos sosteniendo mi brazo mientras caminábamos de persona a persona, felicitándonos por la boda. Llegué con el padre de ______, y me abrazó y me dio una palmada en el hombro.

- Sé que la harás feliz.- me murmuró al oído. Pude reconocer su ligero tono amenazante. Pero era claro que era algo en lo que no fallaría.
- Claro, señor. Tiene mi palabra.- contesté. Sonrió y abrió los brazos para abrazar a su hermosa hija.

El hermano de _______ se acercó a mí y me dio un casual apretón de manos. De repente, su mamá llegó de sorpresa a abrazarme fuertemente, como un hijo. Pude ver que había estado llorando durante la ceremonia, froté su espalda un poco incómodo, me estaba apretando con demasiada fuerza. Aún no estaba acostumbrado a la familia, no estaba acostumbrado a sentirme amado y sentir que se preocupaban por mí un grupo de personas.
De repente, Jungkook llegó con nosotros y me dio un apretón de manos, sonreía.

- Felicidades, Jimin. La mereces más que nadie.- exclamó, podía ver que lo decía en serio. Sonreí gentilmente.
- ¡Hey, Kook!- dijo ____ saludándolo.

Le dio un fuerte abrazo y pude notar en los ojos de él ligeras lágrimas en sus pupilas, pero no lo hizo, no lloró. Volteé a lo lejos y vi a Hae acercarse con una gran sonrisa sobre su rostro.

- Otra victoria, Jimin. Y esta vez una grande.- exclamó y me abrazó. - Espero seas muy feliz.

Se alejó y comenzó a platicar con la mamá de ______. En un rato todos se dirigieron hacia donde sería la fiesta, en la costa. Era un lugar naturalmente hermoso. La mano de ______ tomándome el brazo me hacía sentir... enamorado. Incluso podía imaginar cómo nos veíamos caminando juntos. Ella era la única, no podía ser capaz de encontrar alguien mejor que ella.
Pronto escuchamos al DJ y su sonido comenzar a animar la fiesta. _______ me llevó a la mesa, con sus brazos abrazándome alrededor de mi pecho.

- Me siento como... como si fuera yo misma, por fin.- murmuró. Alcancé a reírme.
- ¿Te sientes extraña también, eh? Debí saberlo... También me siento así... Ya me había sentido así.- le dije bajando la mirada. _____ me miró curiosa con sus hermosos ojos.
- ¿Cuándo?- preguntó. Sonreí y volteé discretamente hacia los invitados. Todos se divertían.
- Cuando entré sin tocar la puerta cuando tú te estabas cambiando... ¿recuerdas?- le dije en voz baja. Pareció recordarlo y se sonrojó.
- Ese día... ése día tú me salvaste...- susurró. Acaricié su cabello.
- Ése día...
- Me sentí casi igual la primera vez que hablé contigo.

Recordé entonces. Wow, no me había dado cuenta lo pronto en que ambos sentimos algo uno por el otro. Yo no me sentí extraño la primera vez que hablé con ella. Recordándolo bien, me sentí... hmmm, ¿cuál sería la palabra correcta? Me sentí tímido.

- Te amo.- dijo entonces. Sonreí y lentamente me incliné hacia ella y la besé.

~ Narras tú ~

Bailé. O más bien, bailamos. Era una forma más fácil de decirlo, ya que sentía que Jimin y yo éramos una sola persona ahora.
Recargué mi cabeza sobre su pecho mientras nos balanceábamos de un lado para otro. El sol se escondía lentamente y el día pasaba, pero mi vida entera no lo haría. Ahora estaba aquí, con Jimin, con mi esposo. No podía creer que ahora podía llamarlo así.
Pasó el rato hasta que llegó la tradición de aventar mi ramo de flores, y para sorpresa de todos, calló justo en las piernas de Hae. Lo levantó y alzó sus cejas asombrado, Jimin soltó una carcajada. Su risa, era tan perfecta como los cantos de las aves en la mañana. Jimin me sorprendió mirándolo y me sonrió.