2- Quiero Irme...

145 5 0
                                    

Ya llevo una semana de estar viendo el idiota, por lo menos no está en mi misma clase, pero lo veo ahí rodeado de tontas que darían todo, TODO por estar con el, aceptó tiene lo suyo, pero conmigo eso no funciona, ya estaba a dos semanas de irme Andrea estaba triste y Jonathan dijo que me envidiaba, faltaban exactamente dos semanas, iba a comprarme ropa nueva, mucha, invite a mis mejores amigos y fuimos, me compre algunos jeans, camisetas y unos vestidos tallados a mi figura, Jonathan estaba que se moría alabando mis atributos y Andrea seguía llorando porque me iría, acababa de salir con un vestido morado que resaltaba por completo mi silueta...
- Como me veo - Pregunté emocionada
- ¡Cuidado Cam! -Dijeron ambos al mismo tiempo
Cuando reaccione ya tenía dos brazos al rededor de mi cintura que me apretaban por detrás 
- Como extraño este bello cuerpo, luces hermosa -Dijo, al instante reconocí su voz
- Alex, ¿No te cansas? - Dije mientras forcejeaba de su agarre
- Jamas me cansare... - Decía mientras una voz le grito
- Alex, Apártate de esa p*** - gritó furiosa
No pude reaccionar cuando él se apartó y ella se prendió en mi, halando mi cabello y golpeándome, como una buena niña, tome sus muñecas la aparte y sin esperar más la golpee, hasta que ella se rindió entonces... Tome su rostro y dije
- Deberías informarte antes de mí, pequeña, antes de atacarme, amarra a tu perro. Porque no tengo el más mínimo interés en él, es más te lo regalo
- ¿Quién eres tú para regalarlo? - Dijo frunciendo el seño
- La que lo regresó a la basura de la que salió, su ex, mi amor, a la que sigue buscando, pero no me interesa, trágatelo.
Ella no dijo más, me levante y pague todo además del vestido morado que me quedaba divino, ese idiota cobarde estaba sentado burlándose de la pelea y no, no fue a ayudar a la rubia a levantarse, mientras que Andrea y Jonathan fueron a buscar a seguridad para que amarraran a la loca. Salimos de allí, la verdad no sé qué pasó con esos dos, y tampoco me importaba, invite a mis amigos a comer, después de devorarnos todo el menú caminamos hasta casa con todas mis bolsas y ellos me ayudaron a empezar a hacer las maletas, cuando de repente escuche que el idiota, Alex, gritaba afuera de mi casa que yo lo amaba que me había peleado con una chica por el y que la pobre está en el hospital el estupido grabó la pelea y se la mostró a mi familia, mis amigos me defendieron pero los corrieron por mentirosos y por justificarme según ellos, Alex dijo que yo era una rogona que él ya tenía lo que quería de mí y que no le importaba yo más, mis papas creyeron semejante falsedad, y además me abofetearon por ser según una cualquiera, Alex es un ardido porque no pudo cumplir conmigo eso de "hacerme suya" estaba actuando de esta manera por ello trate de explicarlo a mis padres pero no tardaron en hacer una cita en el ginecólogo para ver si realmente lo que yo dije era cierto, estaba tan cansada de ellos, mientras mis hermanos a excepción de John que era el mayor decían todo tipo de cosas sucias y me trataron como una p*** cuando no era así, John no dijo una sola palabra a pesar de que era grande y fuerte no me defendió ni me culpo actuó como si su hermana hubiera muerto...

-Quiero irme de aquí! Por favor, créanme yo no... No hice nada - decía mientras mis dos padres me veían decepcionados y con asco...
- Cállate si no fueras una cualquiera no estarías pasando por esto - Dijo mi madre muy molesta.
Me calle sin más mi turno llego para pasar, para mí suerte era una mujer, me llamo, me dijo que me acostara en una camilla, y que abriera mis piernas, claro sin la braga, lo hice así luego de ver mi parte y algunos exámenes determinó que yo aún era virgen

Mis papas se miraron mutuamente sorprendidos, no dijeron nada en todo el camino y me siguieron llamando cualquiera por algún tiempo, no, no dijeron nunca "Lo siento" y decidieron seguir creyendo en Alex, mi papá me veía se me acercaba y me hablaba tan bien pero cuando mama estaba cerca yo no lo conocía

Ahora más que nunca deseaba estar en ese maldito viaje

Aciertos de Amor : Jugando a enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora