15- ¿No se cansan de mentirme?

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Había pasado ya una semana, semana en la que no había salido de mi cuarto ni un momento, no me había bañado, tampoco había comido, no había hecho más que llorar y dormir, mi cara como el más feo de los ogros y mi familia deseando que yo estuviera muerta... Nadie se acercó a mi habitación a ofrecer nada, nadie más que una de las sirvientes, quien no se cansaba de ofrecer comida, aún cuando claramente escuchaba que no me ofreciera, así las horas pasaron y hoy un martes por la tarde era el momento de salir, me fui de puntitas cuidando no encontrarme con nadie, cuando escuché que mama hablaba con mis hermanos, según alcance a escuchar la razón para sacarme de aquí era porque papá había dejado todo a mi nombre, porque según entendí papá no embarazo a mama ninguna de las veces que lo intentó así que ella se embarazó de otro hombre y papá se había dado cuenta, entonces todo su dinero me pertenecía cuando el muriera, no lo sabía, tampoco que papá estaba enfermo, tenía ya solo 6 meses de vida, y mientras el moría simularían que yo lo hice también para ellos quedarse con todo el dinero, pero ya que había regresado y arruine sus planes estaban planeando mi muerte, que cosas. No tenía ni un poco de miedo, pero decidí alejarme de ellos y tomar distancia, así que estaba pensando irme de casa, por lo menos hasta cuando se decidieran a matarme, y mi única solución fue ir a parar donde mi verdadera madre.
- Estoy embarazada de su hijo, soy su hija, y en mi casa las cosas no andan bien, así que viviré un tiempo con usted - dije sentándome en la camilla
- La verdad es que... - decía mientras la interrumpí
- No me importa lo que diga, es lo menos que puede hacer después de dejarme como un perro - dije molesta
Ella no dijo más y acepto, sabía que no había opción, y en el fondo sabía que yo tenía razón, Owen fue un hijo de **** conmigo, pero al final tenía razón no era más que una bastarda y fui yo el producto de tan traumante día para el, él no ha salido de su maldita enfermedad y su padre se convirtió en un monstruo más grande a causa de lo que Bennet y Balmore hicieron en medio del día. Esta desgracia. La verdad no sabía mucho de Owen, después de hablar con Aaron y Kelly me quede más preocupada, tenían 1 semana de no saber de él, y con lo que yo sabía me moría del miedo, fuera mi hermano o no, íbamos a tener un hijo, o bueno eso creía yo, seríamos padres. Y eso no lo podemos cambiar.

NARRA OWEN
Fui un estupido mi primera vez y lo hice con mi hermana, con esa bastarda, desperdicie eso en ella, realmente espero que no esté embarazada, eso sería lo peor que podría pasarme, mamá no sabe que me metí con ella, hace una semana deje la casa del campamento, y me vine a la calle, cada vez que pensaba en Camile me daba un ataque de ira, ira que no tardaba en convertirse en violencia, lo que me servía para ganar mucho dinero, que aunque no necesitaba, me pagaban por reventarle la cara a alguien, así que no es como que no iba a aprovecharlo.
- Owen, detente, maldita bestia ya para, lo vas a matar - sentí como dos brazos me amarraban, pero no podía reaccionar, quitaba las manos de mi con fuerza, solo quería golpearlo hasta matarlo, no tenía nada personal, solo no podía parar, hasta que de pronto regrese, y vi que el chico con el que estaba peleando estaba cerrando sus ojos, vi su cara desfigurada y su cuerpo ensangrentado.
- ¿Que te pasa? Eres un maldito idiota, estás a punto de matarlo
- Lo si... Siento - dije recuperando el aliento
- vete de aquí, ¿Sabes quién es el? Es el líder de la banda de criminales más grande de este lugar, vete, antes de que en este momento te maten, y no precisamente a golpes, mi hermano menor, lo derrotó en una pelea callejera, no casi lo mato como tú lo hiciste, lo encontramos en trozos pequeños, la autopsia arrojó que lo habían cortado vivo, no quiero que eso te pase, tienes talento para pelear, pero en este momento mejor vete.

Tenía mucho miedo, la verdad me asustaba morir, y aunque no lo demostraba, aun cuando me preguntaban yo decía que no, pero realmente valoraba mi vida, mis transes violentos ya me han metido en muchos problemas y a pesar de ellos aún no logro controlarlos, pero había algo aún más importante, debía huir, y lo único en lo que pensaba era California con mama, esa noche regrese a la casa del campamento, con mis nudillos destruidos, solo prepare mis maletas para la mañana siguiente ir con mamá. Tenía claro que podía cruzarme con Camile, pero estaba muy preparado para ignorarla.

NARRA AARON
Las cosas en la casa se han vuelto un poco tensas, nadie sabe porque Camile se fue, yo sé un poco, pero tampoco se tanto, ella iba muy triste, cada vez que le llamo lo primero que me pregunta es por Owen, y parece en serio frustrada cuando le digo que de él no sé nada, pareció aún más raro que él se fue de la casa y tras una semana de no saber de él las cosas van peores, todos los días me encuentro en la cama a una Julieta que no para de llorar, no sé qué hizo ese idiota pero todas parecen estar en serio enamoradas de él.
- Tranquila, seguro él está bien - Dije abrazándola y dando palmadas en su espalda
- ¿tú porque me tocas? - Dijo con la poca voz que tenía
- Cállate, no sufras sola niña loca - dije poniendo mi cabeza en su cuello.
Nos quedamos así un momento, ella no se callaba, toda mi cara estaba húmeda de todas las lágrimas que llegaban a su cuello o quiero creer que son lágrimas.
- Sabes? Me enamore de ti - dije bromeandole - pensé que tú no llorabas - agregué
- Eres un idiota, por supuesto que lloro - dijo riendo
- Eres bonita cuando sonríes - le dije limpiando con mis manos sus lágrimas
- y tú un mentiroso cuando ves a una mujer llorando - dijo calmándose un poco
- Julieta, déjame ser tu Romeo - dije antes de soltar una carcajada
- Eres un idiota, soportaste mucho las ganas de decir eso ¿verdad? - dijo riéndose
- la verdad si - dije sonriendo levemente
- Gracias por hacer esto por mí, nunca nadie se preocupó tanto - dijo tomando mi mano
- de nada linda - dije - no llores más por Owen, el tiene ya quien llora por el, tu y yo solo estamos oponiéndonos ante lo que ellos sienten, vamos - dije tomando su mano
- ¿A dónde vamos? - me dijo asustada
- A mi casa, necesito ir a traer algo
Estaba por subirla a mi motocicleta ella me miraba con miedo.
- si me das un beso prometo cuidarte - dije sonriendo
Ella estiro sus labios y cerrando sus ojos levemente, yo me acerqué, ella con su mano toco mi rostro que iba de frente a besar sus labios, reí por la acción de su mano, cerré mis ojos y di en sus labios un corto beso, ella me recordaba a mi ex. Pero no me gustaba.
- vale - dije tomándola de su cintura y subiéndola a mi motocicleta en la parte trasera - tienes que tomar duro mi torso, no te sueltes por nada del mundo - dije
- está bien - dijo asustada
Me subí a la motocicleta al instante sentí como una temblorosa Julieta se aferró a mí como niña pequeña, tanto que sentía sus pechos en mi espalda y su parte femenina estaba pegada a mi trasero, eso no era nada bueno, pero ella solo estaba asustada
- ¿Quieres que te viole? - dije riéndome
- Si quieres hacerlo - dijo con sus ojos apretados
- tonta
- Estupido
Llegamos a mi casa, creo que era un poco más grande de lo que ella estaba acostumbrada lo note en su cara, me estacione a la par de los autos y entre a saludar a mama que estaba sirviendo la cena, junto con Julieta tomada de mi mano, cuando entramos la mirada de mama y mi hermana se fijó en nuestras manos entrelazadas y casi por impulso comenzó a llamar nuera a Julieta, y mi hermana cuñada, yo les hacía grandes ojos, pero no no entendían, a Julieta parecía no molestarle así que deje ese asunto. Comimos, hablamos y pasamos un buen rato, tome las llaves del BMW y me disponía a volver a casa junto a Julieta, en el estacionamiento de nuestra casa.
- ¿Eres millonario? - dijo abriendo sus ojos como platos
- Algo así - sonreí de lado
- Genial - dijo sorprendida
Ella era la primera chica que llevaba a casa después de algún tiempo, creo que lo hice porque no la quería seguir viendo llorar y quería distraerla un poco, en el camino de regreso le compre helado y le puse canciones para que se olvidare de los malos ratos, aunque debo aceptar que estaba pensando más en Camile que en ella, no quería verla triste.

¿Qué estará pasando con Camile?

Aciertos de Amor : Jugando a enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora