19-No Puedo

84 2 0
                                    

¿Que es esto?¿Quien soy?¿Dónde estoy?. Miles de preguntas pasaban por mi mente, mientras lentamente me sentaba en una cama de hospital, no podía recordar ni siquiera como llegué aquí. una mujer entro a mi habitación, y al mirarme sentada, abrió los ojos tanto como si se tratara de estar viendo al mismo demonio, y salió sin decir nada, al regresar llevaba con ella a un hombre alto, ojos azules, parecía bastante joven, su cuerpo un poco robusto cubierto por una limpia bata blanca, y su mirada posada en mi
—¿Estás bien? —Dijo despertándome de mis pensamientos
— Lo estoy, pero, ¿Quién soy? —Dije realmente curiosa
— Tu nombre es Camile ¿No lo recuerdas?
La mujer junto a él inundó sus ojos de lágrimas, pero no las dejo caer.
—¿No recuerdas nada? —Pregunto
—No, ¿cómo llegué aquí?¿quién es ella? —Dije un poco frustrada
Se acercó a mí, con una pequeña linterna reviso mis ojos, pidió un examen para revisar el daño que tenía mi cerebro y se fue. Luego de un breve momento en el que seguía sentada en la cama, tratando de buscar entre mis inexistentes recuerdos, entro un chico, al sentir la manera brusca de abrir la puerta, posicioné mi mirada sobre el, no sé que era esto que sentía, no sabía porque una electricidad recorrió mi cuerpo, ni porque mi corazón latía tan rapido, tampoco sé porque sentía esta tristeza y angustia, ¿Quien es el?, pensé confundida justo antes de que cayera de rodillas al piso, pidiéndome perdón por algo que evidentemente no recordaba. El también dijo que mi nombre era Camile, supongo no me están mintiendo, la verdad estaba muy asustada con respecto a él, así que le pedí irse después de intercambiar unas pocas líneas. No sabía que pasaba con él ni con mis sentimientos y su presencia me ponía nerviosa e incómoda.

NARRA OWEN
Salí de su habitación, un poco frustrado, quería decirle la verdad, pero no podía dejar de mentirle, el doctor dijo que su daño podría ser permanente, y que agradeciéramos que no fue algo peor, que ella era muy fuerte y muchas cosas más, la verdad me estaba alentando a mentirle, a ignorar el maldito hecho de que fui yo quien la dejo en ese maldito estado, sigo yendo a terapias contra mis trances violentos, tengo mucho que no me da uno y la verdad no quiero volver a lastimar a la mujer que amo, con respecto a la prueba de ADN, mamá dijo que iba a tomar un poco de su saliva el momento en que la encontró despierta, bastante inoportuno el momento en que despertó mi pequeña, tardo tanto porque no quiere revelar en nuestro país que tiene una hija perdida, ya que su fama se irá al carajo, y dice no confiar en nadie, no entiendo la codicia de esa mujer, prefiere hacernos sufrir. Por otro lado, según el médico, Camile tendrá su alta dentro de una semana... No sé cómo le diré que está embarazada, debo pensarlo muy bien. Claro no se acuerda de mí, pero tendremos un hijo.

NARRA JULIETA
¿Quién es Owen? Llevo un tiempo tratando a Aaron, además de que me equivoqué con que era un pobretón, creo que está empezando a gustarme, no parece el chico frívolo que vi el día del campamento, el tiempo se está terminando, queda poco tiempo para separarnos, y no sé si declararme o esperar a que el lo haga, no sé si le gusto o solo le doy lástima. Pero su trato es como ningún hombre me ha tratado, realmente a su lado me siento como una mujer, y es muy divertido, tanto como correr con él en la motocicleta cuando vamos a carreras clandestinas, sus malditas bromas en el momento, es tan malditamente lindo estar con él y no sé cómo controlar lo que siento
— Hoy tenemos carrera linda — Dijo mirándome
— ¿Tenemos?— pregunte elevando una ceja
— Debo llevarte, además de casi asfixiarme, me das suerte — Dijo bromeando
— Eres un tonto — dije riendo
— Pero te gusto — Dijo, ahora no sé si bromeando o en serio
— Quizá — Dije traviesa
— Acéptalo — Dijo acercándose tanto como para besarme
— ¿Porque cierras tus ojos pervertida? — Dijo mientras me hacía cosquillas
— Estas muy feo, no quería verte tonto — Dije riendo sin control
— Morías por comerte mis labios — Dijo riendo y haciéndome cosquillas cada vez más fuerte
— Si te lavaras los dientes, lo pensaría — Dije casi haciendo del 1 por tanto reírme — ya déjame en paz.
— ¿Quieres que te deje? — Dijo enarcando una ceja y deteniéndose un poco
— Debes — Dije sería
— pídelo por favor, ten modales chica — Dijo simulando estar furioso
— No quiero — Dije retante
— No me culpes — Dijo haciéndome cosquillas
No podía seguir hablando, me estaba matando de risa, caminaba hacia atrás para que me dejara pero seguía tocándome y haciéndome reír, y pasó, en ese momento no pude retroceder más, caí en la cama y el cayo sobre mi, dejo de hacerme cosquillas, posicionó su mirada en mis ojos, dejó sus manos inmóviles en mi cintura, sentía su amigo en mi, y no, nunca se levanto, no sé si era lo que él quería pero no me pude resistir, amarre mis manos sobre su cuello, y después de mirarlo un momento y notarlo un poco sorprendido lo pegue completamente a mi cuerpo, y coloque furiosamente mis labios en los suyos, empecé a moverlos, sola, él no reaccionaba a nada, hasta que sus labios despertaron junto a sus manos y empezaron a corresponder un beso que se intensificó más y más, no tenía control de mi, y al parecer el tampoco de sus manos que estaban bajo mi playera, después de tocar un poco mis pechos sobre mi sostén, dirigió sus manos hacia atrás mientras desesperadamente trataba de soltarlo, despegue mis labios de los suyos y comencé a bajar mis labios a su cuello, dejando en él unos cuantos besos y así, soltando mis manos poco a poco y bajando despacio metiendo mis manos en su holgada playera, hasta tocar su torso desnudo, que abdomen tan perfecto, seguía tocando y acariciando, hasta que su playera comenzaba a molestarme, arranque sus manos de mi con violencia, y no tarde en desaparecer esa molesta playera de su cuerpo, tome sus manos y levantándome un poco las puse en mi trasero, continúo besando mis labios, mientras mis manos disfrutaban el viaje de su cuerpo, el acariciaba mi trasero y lo apretaba con fuerza, sentía mi boca caliente por toda la fuerza con la que me besaba
— Así que yo era la que quería comerme tus labios — Dije casi sin aliento y riendo un poco
— Calla — Dijo besándome aún con más fuerza
— Si sigues así me quedaré sin labios — Dije, mientras el subía y bajaba sus manos entre mi espalda y trasero
— ¿Quieres que siga o no? — Dijo colocando mis manos en su plano trasero, y poniendo las suyas en mi cintura
— Por supuesto — Dije mordiéndome un labio.
Después de un momento, creo que también mi ropa comenzó a molestarle, me tomo en brazos, envolví con mis piernas su torso, él me besaba sin poder parar y yo no quería que lo hiciera...
— Un momento — Dijo levantándose conmigo pegada a su torso, y caminando hacia la puerta, a la cual puso llave — Nunca sabemos quién pude interrumpir — Dijo pegando una fuerte nalgada y apretando mi trasero con mucha furia, quito mis manos de su cuello, las levanto y saco la playera de mí con mucho cuidado y admirando mi delgada figura, se quedó inmóvil viendo mis pechos un momento, dirigió su mirada a mis labios y luego a mis ojos
— Estas hermosa — Dijo antes de empezar a besar desde mis manos hasta mis pechos, luego de un momento en que estaba parado conmigo en sus brazos, se lanzó en la cama, quedando yo bajo el y el cubierto por mis piernas, empecé a meter mis manos en su pantalón, sentí la delgada tela de sus bóxers, él se despegó un poco de mí y me miró de una manera bastante pervertida, yo reí al verlo, al notar mi acción empezó a soltar mi pantalón, bajo el cierre con mucho cuidado, nunca antes vi a un chico en este momento ser tan delicado con todo, bajaba mi pantalón y mientras lo hacía iba dejando cortos besos en mis piernas, todo lo que estaba sintiendo era increíble, sacó al fin mi pantalón, con mucho cuidado abrió mis piernas y se tiró sobre mi, en medio de ellas, me senté un poco, su pantalón empezaba también a molestarme, así que empecé a soltarlo, él lo termino de quitar, continuó besando mi cuerpo, mis labios y haciéndome desear más y más de él, volvió a abrir mis piernas, se colocó entre medio de ellas, y cuando lentamente bajaba mi braga, mirándome sin despegar sus ojos de los míos
— No puedo hacer esto — Dijo agitado, en su voz se escuchaba todas las ganas que tenia
— ¿No quieres? — Dije con mi voz agitada
— Quiero, estas hermosa, me provocas, tengo tantas ganas maldita sea — Frustrado
— Solo hagámoslo — Dije segura
— No puedo hacerte esto, diablos, estás bellísima, tu cuerpo me ha llevado al borde de la locura, quiero hacerte mía, quiero hacértelo, pero no puedo porque no me gustas, no estoy enamorado, sin embargo, te deseo. — Dijo tocando mis caderas
— Tienes a alguien más — Dije con mis ojos llenos de lágrimas
— No es eso Julieta — Dijo queriendo abrazarme
— Olvida este día y este momento, fue un error, eres nada mas que un error, maldita sea, solo te burlaste de mi, siempre me pasa lo mismo, debiste decirlo en un principio, eres igual a todos los idiotas. ¡Te odio!

Aciertos de Amor : Jugando a enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora