(Liam's POV)
Desperté en un cuarto desconocido, acostado sobre un sofá.
Tenía una bolsa de hielo sobre mi frente, y a decir verdad, sentía que mi cabeza explotaría del dolor.
Quitando aquella bolsa de mi cara, me levanté de a poco, y me dí cuenta que estaba en lo que parecía una oficina.
Caminé hacia el escritorio que estaba frente a mí y examiné los papeles que había encima.
Eran puros recibos de pago y algunos folletos. Los leí, y al parecer estaba en la oficina de aquel famoso bar gay "Rainbow". No me acordaba del todo cómo llegué aquí.
Estaba concentrado leyendo cuando escuché que abrían la puerta. Rápidamente dejé de hacer lo que hacía y levanté la mirada, encontrándome a un joven rubio.
-Oh querido, que bueno que por fin despertaste.
No supe qué decir así que sólo asentí con la cabeza.
Aquel extraño, se acercó a mí y me tocó la cara con sus dos manos.
-Esperemos que el daño no haya sido muy fuerte.
En ese momento, noté que aquellos ojos azul cielo que vi antes de perder la conciencia, eran los mismos que estaban frente a mí en esos momentos.
-¿Qué fue lo que pasó exactamente?-Le dije algo inseguro.
-Nada del otro mundo.-Respondió soltándome y yendo a una mesita cercana, al parecer por whisky.- Iba saliendo del bar, y justo en la esquina del pasillo trasero, sentí un golpe contra mi frente, había chocado contigo. Mientras te desmayabas por el golpe, yo sólo me reí y te traje a mi oficina.
-Bueno, eso es embarazoso. Lo siento.
-No tienes porqué disculparte, realmente fue cómico para mí.
El rubio se empezó a reír tanto, que su cara se puso roja como jitomate. Ese chico era raro.
Cuando se calmó, dejó su vaso con whisky en la mesita y se sentó en la silla frente al escritorio lleno de papeles, luego me pidió que me volviera a sentar en el sillón para discutir.
-Supongo que venías por el puesto de trabajo. ¿Cuál es tu nombre?
-Liam. Liam Payne. Quiero que sepa que...
-Oh Dios, háblame de "tú", odio las formalidades.
-Bien, quiero que sepas que la verdad no tengo mucha experiencia, y menos en preparar bebidas alcohólicas, pero aprendo rápido y podré hacer cualquier cosa que sea necesaria.
-¡Perfecto! Contratado.
-¿Enserio? Pero no necesita qu...
-No se diga más. Me aburren las entrevistas de trabajo y pareces honesto así que mañana mismo empiezas.
-Pues, muchas gracias, de verdad. Mañana nos vemos-Dije levantándome y estrechando su mano.
-Sí, sólo dame tu correo y te mando el contrato para que lo leas con calma. Ahí vendrá tu horario, salario y toda esa mierda.
Le dí gustoso mis datos, aún sin creer lo fácil que había sido.
Me estaba por ir, cuando escucho otra risa por parte de él.